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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

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¡Buenos días!

La patronal CEOE ha cumplido su amenaza por la reforma de las pensiones y siguen obstaculizando la subida de los salarios, en un momento de gran golpe de la inflación a las familias. Después de meses en los que se han negado a sentarse a debatir la subida salarial con los sindicatos (la negociación se rompió hace casi un año), este miércoles se volvieron a reunir para retomar el dialogo. ¿Cuál ha sido la propuesta de la CEOE? Ninguna. En esta información te lo contamos

El planteamiento de los sindicatos es razonable: subidas salariales del 5% en 2022, 4,5% en 2023 y 3,75% en 2024, más una cláusula de revisión según los precios y tener en cuenta la situación del sector empresarial, un gesto que intenta contentar al empresariado.

Con la situación en la que están los ciudadanos, que sufren subidas de precios e incrementos de tipos de interés, que suponen un fuerte encarecimiento de las hipotecas, la actitud de la patronal roza lo indecente si se tiene en cuenta que no han parado de subir márgenes y beneficios. En este reportaje te lo contamos

Pero si alguien lo explica bien es Paul Donovan, economista jefe del banco suizo UBS, que les aseguro que es un experto en el funcionamiento del capitalismo:

“Las economías desarrolladas han sufrido tres oleadas de inflación desde la pandemia: la inflación transitoria de los bienes duraderos, la inflación de los productos básicos y, por último, la inflación impulsada por el margen de beneficios. La inflación inducida por el margen de beneficios no está causada por un desequilibrio entre la oferta y la demanda. La inflación inducida por el margen de beneficios se produce cuando algunas empresas inventan una historia que convence a los clientes de que los aumentos de precios son 'justos', cuando en realidad encubren una expansión del margen de beneficios”.  

Esto es lo que está pasando: un incremento inducido del margen de beneficio que provoca el alza del precios. Pero, además, son las propias empresas las que admiten que en el segundo trimestre del año esperan un fuerte crecimiento de las ventas...

El Gráfico

El gráfico responde a la encuesta que realiza el Banco de España con 5.707 empresas. Las respuestas desvelan la expectativa en el próximo trimestre del mayor incremento de la facturación desde el primer trimestre de 2022. Un fuerte crecimiento que coincide con la previsión del menor aumento de los costes (energía, materias primas, salarios...) de toda la crisis de inflación. Aquí puedes leer la información

Pero, además, tanto la OCDE como el Banco de España mejoran las previsiones económicas para nuestro país en 2023. El organismo multilateral aumenta cuatro décimas el crecimiento de la economía de España, al 1,7%, en 2023. Mientras que la institución monetaria eleva el crecimiento al 1,6% y rebaja la inflación al 3,7% en este año.

¿Es de sentido común que con estas previsiones de facturación de las empresas y con estas perspectivas de crecimiento de la economía española la patronal CEOE no haya acordado aún una subida salarial? No lo parece.

Volvamos a Paul Donovan, economista jefe de UBS, para que aporte algo de sentido común: “Subir los tipos de interés para reducir la demanda acabará por exprimir la inflación impulsada por el margen de beneficios, pero es un planteamiento político burdo e innecesariamente destructivo. Convencer a los consumidores de que no acepten pasivamente las subidas de precios es una forma potencialmente más rápida y menos destructiva de invertir la inflación impulsada por los márgenes de beneficio”. 

Pues los que tienen en su mano la política monetaria debe ser que ni tienen sentido común ni leen a Paul Donovan...

Cada vez que habla sube el pan

Si queremos domar esta obstinada inflación, tendremos que ser aún más obstinados

De poco han servido las turbulencias financieras de las últimas semanas. Los bancos centrales han hecho caso omiso de los riesgos que parece implicar más subidas de los tipos de interés para el sistema bancario. Primero fue el Banco Central Europeo (BCE), jugando el doble papel de institución decidida a ahogar la economía para bajar la inflación mientras que garantizaba un salvavidas para la banca. Con una fuerte presión por parte de Alemania, como parece evidente por nuestro bocazas de la semana, el obstinado BCE mantuvo la ruta trazada y elevó los tipos otros 0,5 puntos, hasta el 3,5%.  En teoría, debemos estar tranquilos porque desde el BCE se asegura que no hay riesgo de contagio de una crisis financiera en la eurozona. Habrá que esperar a los resultados de los test de estrés, que analizarán este año a ocho entidades españolas y 70 europeas y servirán para encontrar “áreas de incertidumbre también en el entorno actual”.

Este miércoles le tocaba a la Reserva Federal de Estados Unidos. No defraudó a los ortodoxos de la economía y elevó los tipos 0,25 puntos, hasta el rango entre el 4,75% y el 5%. Eso sí, la institución monetaria que preside Jerome Powell ha evitado fijar qué camino seguirá en los próximos meses, aunque admite que las turbulencias financieras afectarán negativamente a las perspectivas económicas.

Las decisiones de los bancos centrales de las últimas semanas nos retrotraen a aquellos turbios momentos donde se ponía por delante la salud del sistema financiero antes que la economía de los ciudadanos. Las instituciones públicas volvieron a intervenir para evitar otra crisis bancaria. Aunque se ha hecho con un cambio de modelo respecto al 2008, con rescates sin dinero público, a costa de los inversores y con soluciones impuestas como la compra de Credit Suisse por parte de UBS para evitar el colapso. Las conclusiones: menos competencia bancaria, sistema económico perjudicado y bancos centrales que mantienen su política monetaria por encima de consideraciones como el bienestar económico de las familias. Como ya hemos dicho antes esta crisis de precios está impulsada por los márgenes empresariales y la subida de tipos no está consiguiendo rebajar la inflación. 

Y en todo esto tiene mucho que ver el problema de la falta de competencia, que en España es evidente...

El Dato

17.920 millones de euros

Es el importe de concursos públicos que se licitaron en 2022 en los que solo se presentó una empresa, según datos de la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación pública (OIReScon). Esta cuantía de contratos públicos en los que no hubo ninguna concurrencia se disparó el pasado ejercicio más de un 60,43%. Que solo una empresa se presente a un concurso público se dio en más del 40% de los contratos y lotes adjudicados por el conjunto de administraciones españolas el pasado ejercicio. Manuel J. García Rodríguez, experto en Contratación Pública por la Universidad de Oviedo, explica que “si hubiese un participante más en cada licitación en 2022, se ahorrarían 3.600 millones de euros de las Administraciones Públicas españolas”. Preocupante. Muchos más datos y las consecuencias de este problema en esta información.  

Bien público

Los bonos sociales eléctrico y térmico evidencian que las bonificaciones a las familias numerosas no tienen en cuenta los niveles de renta. El escándalo saltó cuando se supo que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid y consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, también recibía la ayuda por tener familia numerosa, aunque cobra más de 100.000 euros anuales y reconoce un patrimonio de 1,4 millones de euros. Ossorio no solo no se arrepintió de cobrarlo sino que aseguró que reclamará otras subvenciones a las que pueda acceder. Qué se puede esperar de un personaje de esta calaña, que asegura que en Madrid no hay pobres porque él no los ve.  En  'Bien público', la sección de este boletín donde aparecen los artículos de investigación y las informaciones más elaboradas, os traemos esta semana un reportaje sobre los agujeros regresivos del estado de bienestar. Son esos resquicios del sistema que permiten que las ayudas para las clases bajas y medias al final recaigan en las clases altas porque no se tiene en cuenta la renta a la hora de otorgarlas. Este efecto perverso se puede comprobar en medidas como la bajada del IVA y la bonificación de los carburantes, que ahorró 2.100 millones a las familias más pobres y 3.700 millones a las ricas o en el bono social energético. En este reportaje de Cristina G. Bolinches te lo contamos

Un informe de la escuela de negocios Esade desvela que los bonos sociales para rebajar la factura energética de los consumidores vulnerables no llegan ni a un tercio de las familias numerosas, pero sí alcanzan al 55% de las que tienen ingresos medios y altos. Esta disparidad “sugiere que las familias con mayor disponibilidad de tiempo e información para lograr este tipo de bonos cuentan con una mayor probabilidad de poder conseguirlos”. Más detalles aquí.

Toda esta situación obligó a  la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a salir en Twitter a asegurar que va a cambiar la regulación del bono social energético para introducir criterios de renta para las familias numerosas. El problema es que en 2021, la propia Ribera ya deslizó  en una comparecencia en el Congreso que se reformaría el bono eléctrico para que lo disfrutaran “quienes más lo necesitan”. ¿Será esta vez? ¿En medio de un periodo electoral? Va a ser difícil. Aquí te lo contamos

Nos gusta la competencia

Ahora os mostramos algunos artículos de otros medios que nos han parecido interesantes: 

Esto es todo por este jueves. Nos vemos la semana que viene. Si tienes una propuesta o recomendación nos puedes escribir a contraoferta@eldiario.es.

¡Buenas semana! 

¡Buenos días!

La patronal CEOE ha cumplido su amenaza por la reforma de las pensiones y siguen obstaculizando la subida de los salarios, en un momento de gran golpe de la inflación a las familias. Después de meses en los que se han negado a sentarse a debatir la subida salarial con los sindicatos (la negociación se rompió hace casi un año), este miércoles se volvieron a reunir para retomar el dialogo. ¿Cuál ha sido la propuesta de la CEOE? Ninguna. En esta información te lo contamos