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La cándida Isabelita Blancanieves y la madrastra que se llamaba Pedro

26 de octubre de 2024 22:00 h

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Había una vez un lobito bueno, un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado; todas estas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés.

Érase una vez una candorosa niña que respondía al nombre de Isabelita Blancanieves, que la pobre, ¡ay!, siempre recibía los desmanes de su malvada madrastra, que vaya usted a saber por qué jugarreta del destino se llamaba Pedro y era el ser más cruel de aquel bosque encantado. 

Así que para defender a la inocente criatura, allí se plantaron sus siete enanitos, que tanto debían a Isabelita Blancanieves, transmutados en fieros espadachines. 

Véanlos.  (Hoy, casi monográfico)

Abc. Salvador Sostres: “La primera vez que se ha sentido de verdad acorralado ha sido por Isabel Ayuso porque tanto lo de su esposa como lo del fiscal general está tensado en el origen muy concreto de los ataques a los familiares de la presidenta. Ella y Miguel Ángel han sabido entender cuál es el veneno para la rata”; Isabel San Sebastián: “Esa actitud gallarda ha convertido a Isabel [Díaz Ayuso] en la pesadilla de Sánchez, o quién sabe si su sueño húmedo, a la vez que agiganta su figura entre la mayoría de los españoles, hartos de sanchismo y ávidos de alternativa”; Ignacio Camacho: “La fijación de Sánchez con Ayuso es una mezcla de táctica política –para ningunear a Feijóo– y celotipia narcisista”. (Celotipia: trastorno delirante irreversible y multifactorial que hace pensar al paciente que su pareja es infiel); Teodoro León Gross: “La última humorada del sanchismo es santiguarse escandalizados por la decisión de Ayuso de plantar a Sánchez. ‘¡Escándalo institucional! ¡Escándalo!’ claman como ursulinas sonrojadísimas que se hubiesen equivocado en el cine entrando a una sala X’ (…) Como diría el castizo, hay que joderse y agarrarse para no caerse. Lo de Sánchez dando lecciones de institucionalidad equivale a Trump ofreciendo un curso de buenas maneras”. 

El Mundo. Federico Jiménez-Losantos: “Si (…) el PP preguntara a sus votantes (…) sobre el plantón de Ayuso a Sánchez (…) ¿qué saldría? Que una aplastante mayoría apoya a Ayuso, y se siente otra vez traicionada por este PP, el mismo de Casado que ya se la quiso cargar. Los zotes de Génova, 13 pretenden arañar un 1% de voto socialista, en vez de ir a por el 10% de Vox, que estaba muerto y lo han resucitado. Ni saben sumar ni saben ilusionar”. La Razón. Su director, Francisco Marhuenda: “Ayuso hace muy bien rechazando la reunión con Sánchez. Es algo que valorarán todas las personas de bien. Las dos razones aducidas son incuestionables. No puede sentarse con alguien que ha negociado la ruptura de la Hacienda española y se ha rendido ante el independentismo. Es cierto que hay más razones, aunque no las entienda el sector acomplejado del PP (…) Por una cuestión de dignidad personal y política, por respeto a las instituciones, Ayuso no tiene que reunirse con un político que miente y le insulta siempre que puede”; editorial: “Ni sus padres ni su hermano ni su pareja se han librado de las calumnias oficiales en una operación mafiosa para dañar a través de sus seres queridos a la adversaria que no han podido derrotar en buena lid y que los ha arrebatado la plaza más anhelada como es Madrid. No se nos ocurre vileza mayor de este régimen desorejado que ha emprendido una huida hacia delante acosado por sus escándalos de corrupción”; José Antonio Vera: “Isabel primera de Madrid es adorada en los ambientes por cómo manejó la pandemia, abriendo los garitos que Pedro cual Maduro cerraba. En Sol se cenaba hasta las 12 O’clok en tascas y tabernas. Illa-mascarilla decretaba a las seis, bajada general de toldos y persianas, pese a que no había en la capital más contagios que en Barcelona o Málaga. Open-Madrid frente a la España clausurada”.

No se queden cortos. Libertad Digital. Editorial: “La institucionalidad se preserva no prestándose a las trampas de un presidente que, además, te insulta. La presencia de Ayuso en La Moncloa para que Sánchez trate de colocarle la mercancía averiada de sus pactos con el separatismo sería un menoscabo de la dignidad de todos los madrileños”; Pablo Planas: “Plantar a Sánchez es defender la democracia. Reunirse con Sánchez es meterse en la boca del lobo y avalar su proyecto de destrucción de España”; Pablo Molina: “La única dirigente popular coherente con la posición inicial de su partido ha sido la presidenta de Madrid (…) Lo que cabe preguntarse, por tanto, no es si la presidenta de Madrid ‘respeta la institucionalidad’, sino qué pretenden los demás presidentes populares reuniéndose con Sánchez en La Moncloa”; Pedro de Tena: “El análisis político del sanchismo, certero como pocos, ha comprendido que, en el caso de que Isabel Díaz Ayuso accediera a dirigir la política nacional del PP, sus resultados de Madrid podrían extrapolarse al resto de España. Esta mujer, otro rasgo que molesta, podría unificar en torno a sí los discursos de PP, Vox y los restos de partidos como UPyD, Ciudadanos y muchos apoyos en las redes sociales (…) están logrando lo contrario de lo que persiguen: que Isabel Díaz Ayuso sea considerada, cada vez más, la figura galdosiana que el centroderecha necesita para que la España de la Transición y la Constitución no sea destruida por sus enemigos”; Agapito Maestre: “Lo cierto es que los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PP han ido a la Moncloa a entrevistarse con Sánchez. O sea, queriéndolo o sin querer, han legitimado un poco más al dictador (…) Esta burda estratagema fue denunciada por Díaz Ayuso con claridad y distinción (…) Díaz Ayuso tenía razón”.

OKdiario. Editorial: “Esto no es un Gobierno, es la Stasi. Las amenazas del Gobierno y su campaña de acoso contra la pareja de Ayuso son más propias de un régimen totalitario que de una democracia”. El Debate. Editorial: “Ayuso acierta: el boicot institucional lo impulsa Sánchez. El plantón de la presidenta es legítimo y necesario por las deslealtades institucionales, legales y personales del líder socialista”; Luis Ventoso: “Con Sánchez, ni a tomar una Fanta. Hace bien Ayuso en plantarlo, no tiene sentido reunirse con un mandatario que te difama y cuando tu partido está pidiendo su dimisión por corrupto (…) A estas alturas de la contienda, con Sánchez ya solo cabe aplicar aquella máxima de los únicos marxistas buenos, Groucho y sus hermanos: ‘¡Más madera!’”. Vozpópuli. Carlos Souto: “La única que asume que el presidente juega con la baraja marcada es Díaz Ayuso, mientras el PP da un pobre espectáculo político mucho menos simpático todavía, ahora que se acabó el verano”; Miguel Giménez: “En una entrevista/masaje que le hacían un par de quídams a Irene Montero uno le dijo en un rapto de pasión podemítica ‘Tienes el coño como esta mesa’. Yo no diré eso, porque la presidenta es una señora y yo Caballero Legionario. Pero quisiera sugerirles la imagen del caballo de Espartero y la de la presidenta. Si establecen alguna relación es cosa suya”.

Y, al fin, Antonio R. Naranjo, en El Debate: “Ayuso tiene un par de ovarios, una condición femenina que despierta más recelos que los mismos atributos testiculares en el hombre (…) Sánchez es igual de machista y señoro que Pablo Iglesias, un macho alfa de saldo, pero algo más perfeccionado en las formas, que añade a ese empadronamiento anímico en un harén repleto de concubinas ideológicas como Pilar Alegría o Isabel Rodríguez, un sectarismo impropio de un hombre de Estado (…) Ayuso, más que presidenta madrileña, es un símbolo de la resistencia, imperfecto, pero honesto, que planta cara a un sátrapa de mercadillo con más ínfulas que talento, votos, ideas y energía”.

¿Errejón, me preguntan? Una. Y basta. ¿Verdad que es suficiente?

Okdiario. Eduardo Inda: Los símbolos del progresismo, una liberavioladores (Montero) y un depredador sexual (Errejón)“.

 Como siempre, últimos minutos de fantasía.

La Razón. Pedro Narváez: “No. No es que no guste que Almodóvar hable de política sino de qué manera tan cutre lo hace. (…) Almodóvar (…) irrita profundamente a los que pensábamos que el mayor causante del CO2 era el olor a pies de Ángel de Andrés en ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’ o los pedos de Carmen Maura en ‘Volver’. Una moribunda con un jersey de la última colección de Loewe se muere menos”. 

El Debate. Alfonso Ussía: “Se nos olvidó, tanto a mi mujer como a mí, cubrirlas con fundas. Y mis cuatro chaquetas han sido agujereadas por las polillas, a las que les gusta el 'cashmere' más que una cigala a un sindicalista de UGT o Comisiones Obreras”. Vozpópuli. Juan Abreu: “La estrategia de Sánchez consiste, sumariamente, en (…) oficializar, normalizar y hasta socializar su inmoralidad. O, para decirlo en términos de mi santa madre, convertir España en un país gobernado por ‘mierdas’ a quienes votan ‘mierdas’. Por desgracia, Sánchez y sus aliados etarras y separatistas antiespañoles, han conseguido llevar adelante su plan desmoralizador y bajo su mandato España se ha convertido en un país alineado con la maldad (léase inmoralidad) del mundo: Hamás, islamismo, wokismo (y su nuevo enemigo asignado, el hombre blanco heterosexual), mujerismo, negrismo, Venezuela, Cuba, China, Agenda 2030, o Rusia”.

Otra vez Antonio Naranjo, El Debate: “¿Qué es eso de desfilar en bragas estando buena cuando, os lo juro, podéis hacerlo con un exceso de kilos y asomando unos centímetros de feminidad alternativa por debajo del burka?”. Y en el mismo medio, Enrique García-Máiquez. Comentario en torno a la biografía del ministro de Franco Gregorio López Bravo: “En el libro asistimos a una España que funcionaba, tanto en sus transportes, su industria y sus relaciones internacionales. El crecimiento y la eficacia se atisban entre líneas, mientras uno asiste a la relación detallada del incansable trabajo de López Bravo. El contraste con la realidad actual de España y la categoría de sus ministros cae por su propio peso”. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Qué felices eran los españoles con el Generalísimo, y no como ahora, en esta miserable democracia!

Y de postre, para no perder la costumbre, riquísimo tiramisú.

La Gaceta. Toni Cantó. Sí, Toni Cantó: “Siempre que en los restaurantes me preguntan si sufro alguna alergia contesto que sí: al socialismo (…) El peludo impresentable a cargo de las infraestructuras, un matón que se ríe en nuestra cara e insulta públicamente a quienes le critican, me provoca vómitos cada vez que sufro los retrasos de sus trenes (…) La chupóptera que recauda y nos exprime cada vez más (…) a mí me pican las partes (…) Me cago en el chorizo mayor, que intentó un pucherazo en su partido, falsificó una tesis, mintió a destajo y tiene a media familia metida en tramas corruptas. Sufro una alergia cada vez más grave, sí. Al socialismo. A sus representantes. Y también a quienes les votan a pesar de todo”.

Nos vemos, si aguantamos el tirón, el próximo domingo. 

Había una vez un lobito bueno, un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado; todas estas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés.

Érase una vez una candorosa niña que respondía al nombre de Isabelita Blancanieves, que la pobre, ¡ay!, siempre recibía los desmanes de su malvada madrastra, que vaya usted a saber por qué jugarreta del destino se llamaba Pedro y era el ser más cruel de aquel bosque encantado.