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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

No nos gustan las iglesias. Y Franco nos da urticaria. Iremos al infierno. Seguro

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Ya saben que nuestros amigos enloquecen con cualquier fruslería, que cualquier cosilla es buena para el acoso y derribo de la bestia socialista.

Verbigracia, ¿Qué tal Notre Dame?

Todos leímos que esa guerra Zarzuela-Moncloa era más bien una escaramuza entre tipos que se quitan el muerto de encima. La seriedad de La Vanguardia: “Zarzuela asume la decisión de que los Reyes no fueran a Notre Dame. El jefe de la Casa del Rey aclara con el ministro de Exteriores que Felipe y Letizia no estuvieron en París por razones de agenda”. Da lo mismo. La alegre muchachada, a lo suyo. 

Abc. Editorial: “Albares contra la Casa del Rey. No tiene precedentes que un ministro del Reino emprenda por su cuenta y riesgo una ofensiva contra la estructura operativa del monarca a cuenta de sus propios errores de coordinación (…) La falta de representación española en la reapertura de Notre Dame (…) ha evidenciado la actitud beligerante que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, lleva manteniendo desde hace un tiempo hacia la Casa del Rey”. ¿De verdad que hay un ministro de Exteriores en campaña contra el Rey? ¿Estamos todos tontos o nos lo hacemos? 

Y luego, los más aguerridos. Okdiario, Fran Carrillo: “Mientras el mundo acudió a Notre Dame a rendir homenaje a las raíces del mundo libre, España declinó enviar representación a París por la bula comunista de un ministro inculto y sectario y un presidente con ínfulas bonapartistas. Europa no se entiende sin la Cristiandad ni Occidente se configura sin la contribución sustancial del pilar cristiano, por mucho botarate comunista travestido de ministro iletrado al que moleste tal hecho histórico y por mucho presidente ilegítimo de gobierno que quiera jugar a jefe de Estado”; Ignacio Centenera: “El maquiavelismo más retorcido y la falsa apelación a la ‘razón de Estado’ es el santo y seña de Pedro Sánchez, y nadie pensaría que la connotación obviamente religiosa de la inauguración de la reconstruida catedral de Notre Dame impediría la asistencia de este presidente que es menos agnóstico que anticristiano”. Vozpópuli. Miquel Giménez: “La falta de presencia de España en la reapertura de Notre Dame ha sido causa de estupefacción. No se concebía tal ocasión sin la presencia de Su Majestad el Rey. Así constaba en la invitación cursada en la que se añadía al ministro de cultura, ese tal Urtasun de nombre llamado Ernest. Pero Sánchez, que pretende desterrar para siempre a Dios de la ecuación no tan solo no envió al ministro, sino que prohibió a SM la asistencia (…) Hace tiempo que Sánchez y sus aliados le declararon la guerra a Dios. Y a la solidísima tradición cultural, política y espiritual que constituye el corpus de Europa, esa Europa que quieren sin alma, como un mercado de fariseos en el que intercambiar prebendas”.

En casa de Federico Jiménez Losantos, Libertad Digital, no se enteran de nada. Qué más da si el Rey declinó por su cuenta o no. Editorial: “Los complejos ultraizquierdistas de Sánchez degradan a España en Notre Dame. El ministro ultra debería haber sido reemplazado por otro miembro del Gobierno como acompañante del Rey”; Cristina Losada: “Cómo iban a ir los analfas a Notre Dame. No pienso yo en una ausencia deliberada por rechazo al catolicismo. El rechazo lo tienen, pero no fueron a Notre Dame porque son unos inútiles”. ¿Está llamando analfabeto Cristina Losada al mismísimo Felipe VI? Qué bárbara. Pablo Planas: “Lo extraño es que un hombre con un ego tan descomunal como Pedro Sánchez renunciara a codearse con Trump, Meloni, el propio Macron, Zelenski y demás mandatarios planetarios. La única explicación es la aversión del presidente del Gobierno a cualquier cosa relacionada con el catolicismo, por muy laica que fuera la ceremonia de reapertura de Notre Dame”; Pedro de Tena: “Estoy jorobado, molesto, cabreado y atónito por la ausencia oficial de España, que siempre fue el gran reino católico de Europa (…) Sí, me gustaría tener la fuerza de un Quasimodo para arrojar a este grotesco tipo nacional [Sánchez] a su lugar monstruoso entre las gárgolas de Europa”. 

Pero es en El Debate donde lloran más fuerte. Que a católicos (La Asociación Católica de Propagandistas pone la pasta), no les gana nadie. Gabriel Albiac: “Pero todos nuestros gobernantes estaban demasiado ocupados para perder una noche en el frío y húmedo París de tales frivolidades. Sea. A fin de cuentas, ¿qué puede importarle tanta belleza a un compacto iletrado como Urtasun?, ¿qué, al gobierno de un impostor doctoral?, ¿qué, al tropel de una mugrienta cofradía de ladrones? Nada. Por supuesto. Nada”; Luis Ventoso: “A Notre Dame no va nadie, porque lo digo YO (sic). Si Mohamed VI hubiese inaugurado una mezquita suntuosa en Rabat y hubiese tocado el silbato, allí tendríamos a Mi Persona, en posición de firmes, con una sonrisa untuosa y secundado por tres ministras (con el feminista velo islámico bien calado en sus cabezas) (…) Entonces, ¿qué ha ocurrido aquí? Pues está bien claro: Notre Dame es una catedral católica, y eso se le atraganta al cada vez más insoportable proyecto de sátrapa que nos gobierna, que dio orden de no acudir a París (…) Tenemos un Gobierno militantemente anticristiano. Nada nuevo en la izquierda española, que protagonizó en el siglo XX una de las persecuciones religiosas más mortíferas de Europa, ocurrida bajo una República que hoy es glorificada de manera mendaz por el Gobierno socialista”; Antonio Naranjo: “España prefiere a Notre Dame en cenizas. Un ministro en el circo, un presidente mesiánico y un Rey ausente con todo el mundo en el París cristiano (…) Nada es casual: esta tropa inició en 2015 su desembarco terráqueo atacando a las procesiones de Semana Santa o convirtiendo la cabalgata de Reyes de Madrid en un desfile del Orgullo o criminalizando el 12 de octubre, Fiesta Nacional (…) Despreciar el valor de Notre Dame, una de las cunas cristianas de Europa que recuerda a todos estos pipiolos su propia existencia, es algo más refinado, pero no muy distinto a lo que hicieron los talibanes con los Budas de Bamiyán, derribados a cabezazos fanáticos”. Y, por fin, Ramón Pérez-Maura: “Supongamos que aquel 15 de abril de 2019 el fuego no hubiera prendido en Notre Dame de París, sino en la catedral de Santiago de Compostela, con un resultado similar al que se vio en la capital francesa. ¿Cree alguien que Pedro Sánchez se hubiera volcado en la reconstrucción de ese referente universal de la Iglesia Católica?” 

De una tabarra a otra. Franco y los 50 años desde su muerte, el señor le tenga en su gloria, amén. ¿Quizá les duele recordar los crímenes de aquel dictador? ¿Por qué?   

Abc. Alberto García Reyes: “Hasta ahora Sánchez sólo tenía en el cajón de los ardides a Franco. Pero tal vez ahora se lamente de que lo exhumó demasiado pronto. Por eso tiene que recurrir al delirio de conmemorar el cincuentenario de su muerte en la cama. Qué nivel de desesperación hay que tener para celebrar una muerte”; Teodoro León Gros: “No es extraña la inocultable fascinación de Pedro Sánchez por Franco (…) Sánchez ha entendido que Franco es su mejor aliado, un inmejorable aliado. Por eso no está a víctimas menores como la dana o incluso ETA”. El Mundo. Federico Jiménez Losantos: “Sánchez y el antifranquismo de los golfos. Con Sánchez, ni paz, ni piedad, ni perdón. Le falta aventar los huesos de Melchor Rodríguez, el Ángel Rojo, que, tras la matanza de Paracuellos, acabó con las sacas, y, como alcalde, entregó Madrid a Franco sin un tiro. Cuánta gente noble en la izquierda y la derecha de la Transición. Cuánta basura en ésta”. The Objective. Francisco Sierra: “Se avecina una gran tormenta de agitación y propaganda preparada por un gobierno que no dudará en insinuar que si Franco murió en la cama el 20 de noviembre de 1975 es solo porque Pedro Sánchez no llegaba a los cuatro años, y por eso no le dio tiempo a derrocarlo”; José Antonio Montano: “El presidente Sánchez (¡The Sanchete!) dice que dedicará 2025 a festejar a Franco. Él dice que su muerte, pero es su vida: su vida hábil de la que él se alimenta fúnebremente. Sánchez es el vampiro que solo se alimenta de la sangre de Franco, hecha polvo ya, mas polvo enamorado”. 

Como para ausentarse Libertad Digital de este guateque. Pablo Planas: “Es más que evidente que el ‘francomodín’ es una cortina de humo, un señuelo para desviar la atención de las graves imputaciones judiciales que penden sobre todo el entorno presidencial, de la familia a los subordinados del partido y del Gobierno, así como de los pactos con los herederos de la banda terrorista ETA y con los que dieron el último golpe de Estado en España”; Agapito Maestre: “Sí, nos susurramos a nosotros mismos lo obvio: cualquier ciudadano decente sabe que la celebración de la muerte de un ser humano, se llame Franco o como quiera que sea, resta dignidad, si es que no se la quita por completo, al celebrante. Sánchez está al borde de la indignidad”. El Debate. Alfonso Ussía: “Ningún socialista, comunista, podemita, bilduetarra, o separatista, ha renunciado en los años de nuestra democracia a la paga de Navidad impuesta por Franco”; José Luis Orella: “La Memoria que Sánchez está arrinconando: la izquierda asesinó al menos 6.832 clérigos durante la Guerra Civil. En la retaguardia republicana hubo unos 72.344 asesinados por motivos religiosos y políticos, en un territorio de unos 13 millones de personas”; José F. Martín Cinto: “Desde que Franco asumió la jefatura del Estado español, se consiguió, después de unos años muy duros, pero en los que todos remábamos en la misma dirección, una España unida y que causó el asombro de Europa y del mundo entero”. Juan Abreu en Vozpópuli: “El sanchismo ha anunciado una ristra de actos para celebrar la muerte del dictador Franco (en su cama, y gozando de un enorme respaldo social; miles de ciudadanos desfilaron durante todo el día ante el féretro para presentar sus respetos al difunto, aunque de eso no se hablará) es oportuno decir que la dictadura franquista salvó vidas en Valencia. Sin la prevención y eficacia, en su día, del gobierno franquista, la pérdida de vidas y los destrozos causados por esta riada hubieran sido mucho mayores”. 

Ahí tienen la respuesta de por qué les molesta que recordemos las villanías del franquismo. Lo creen de verdad: éramos el asombro del mundo entero. Por sus fusilamientos y sus cárceles, se supone.   

Y ahora, totum revolutum, un ramillete de violetas.  

El Mundo, Jorge Bustos: “Cuando llegue -si llega- el suplicatorio del Supremo, Pedro desencadenará la campaña final contra la legitimidad de unos jueces fascistas. No le costará demasiado: la prensa que vive de él se sincronizará con su capricho; el partido que muere por él se partirá la camisa para enjugar las santas llagas del matrimonio Sánchez-Gómez; y los aliados plurinacionales (PNV incluido) consumarán la venganza largamente pospuesta contra el Estado unitario liberal. Francina contará 178 votos en contra del suplicatorio y la causa contra el presidente más golfo de la democracia decaerá sin remedio”. La Razón. Pedro Narváez: “De acuerdo, tengo pene, qué puedo hacer. Hay algún ministro, del que no diré cartera ni nombre, que se ha puesto, tengo entendido, ácido hialurónico para aumentar su tamaño (sí), o sea, que seguimos como siempre, con nuestra biología dirigiendo el barco (…) El PSOE quiere mover su QQ, como si eso fuera tan importante. Mover el QQ mientras el partido se esconde la bragueta”. Dos toques de El Confidencial. Ignacio Varela: “Sánchez como problema de orden público”, y Pablo Pombo, sobre Sánchez: “La piel y los gestos reflejan el estado de agotamiento físico, emocional y mental que suele darse al acumular estrés en situaciones de combate con exigencia extrema. De verdad que la exigencia es de verdad. Terminar fundido cada jornada. Probablemente, medicarse para dormir”. 

Otros. The Objective. César Calderón: “Un partido en el que hoy, tras diez años de persecuciones y purgas de las que estaría orgulloso Lavrenti Beria, Sánchez ha conseguido el éxito total, esto es, la laminación absoluta de cualquier tipo de contestación a su egregia persona, un partido que solo responde a él, un partido para cuya militancia la historia de la humanidad ya no tiene su origen ni en el Big-Bang si en el Génesis bíblico, sino que comienza el día del advenimiento a la Moncloa de Sánchez”. Libertad Digital. Editorial: “Si sólo fuese por Venezuela, si olvidásemos todo lo demás –la corrupción galopante, la ocupación de las instituciones, el abandono de cualquier principio democrático, las mentiras…– sólo por su relación con Maduro (…) el Gobierno de Pedro Sánchez ya sería una vergüenza y una desgracia. Algún día se sabrá, sin ninguna duda, hasta qué punto España y buena parte de sus políticas se han vendido a un grupo de narcotraficantes y torturadores, sin ningún pudor y con escaso disimulo, lucrándose con el dinero amasado con la sangre y el hambre de un pueblo al que España tenía la obligación moral de ayudar a recuperar la libertad”. Y esta pequeña joya de Federico Jiménez Losantos: “Los muertos de Valencia son víctimas del ecologismo del Gobierno”. ¿Cómo se quedan? 

No nos olvidamos de OKdiario. Editorial: “Sánchez, la vileza de un cobarde. Es sencillamente imposible justificar la ausencia del presidente del Gobierno del funeral por las víctimas de la tragedia de Valencia (…) No nos engañemos: Pedro Sánchez no ha ido porque su soberbia y cobardía moral le impiden acudir a un acto donde podría haber sido censurado públicamente, como le ocurrió en Paiporta (…) Pedro Sánchez es un cobarde y su ausencia del funeral presidido por los Reyes confirma que estamos ante un auténtico fugitivo de la dignidad y la decencia”; Carlos Dávila: “Hay una parte muy significativa de este gentío que se teme que la situación que soportamos se pueda convertir en permanente, que ya no hay salida porque -esto es lo tremendo- es probable que Pedro Sánchez esté diseñando un futuro ¡directamente sin elecciones! (…) Es seguro ya a estas alturas que este psicópata narcisista (lo han dictaminado los psiquiatras) está poseído, como los grandes dictadores de este siglo y del anterior, por la certeza de que los demás, sus súbditos al fin, no le merecen, que su reino político no es ya de este mundo”; Fran Carrillo: “Mientras la Plataforma Sanchista de Obedientes Embusteros recoge velas tras su congreso de culto y loas al Conducator Pedro, la España democrática está a punto de extinguirse de manera definitiva, si los planes del gobierno más corrupto y criminal de nuestra historia se consuman. El asalto al Supremo es cuestión de tiempo, y cuando eso llegue, nada evitará que Sánchez controle el Estado como se ha hecho siempre en toda dictadura liberticida.

El cierre, con El Debate. Luis Ventoso: “Zapatero no es mejor que Sánchez. De hecho, fue el que abrió la caja de Pandora del esperpento que hoy sufrimos, fomentando el guerracivilismo, la ingeniería social, los cordones sanitarios y las ambiciones de ruptura de los separatistas. Además, Sánchez y Zapatero comparten un atributo que los debe hacer repulsivos a ojos de todo español (…): su rampante amoralidad. Zapatero sonríe mucho y sin venir a cuento, pone carita de iluminado con sus inocentes ojos glaucos (…) Pero luego se comporta como mal bicho, capaz de hacerle el caldo gordo –y no se sabe todavía por qué– a una narcodictadura criminal”; Antonio Pérez Henares: “El olor a podrido que desprende la parva alrededor de Sánchez aumenta y se expande de día en día aunque pareciera, o al menos en eso se centran los esfuerzos de las bandadas de papagayos mediáticos, que ese hedor es inexistente (…) ¿van a lograr convencernos al cabo de que la mierda es ambrosía?”.

Punto final, y muy final, con Antonio R. Naranjo, también El Debate. Título: “Así acabará Sánchez”. Texto: “A este presidente lo eligieron un terrorista, un golpista y un prófugo, además de las dos caras del chavismo-leninismo españolas, la agria de Pablo Iglesias y la fútil de Yolanda Díaz (…) De Sánchez, en fin, sabemos los primeros pasos, pero nos falta por adivinar el último, cuando se encuentre con un control policial en una de las carreteras secundarias por las que huye. Y solo hay dos opciones: o se para y entrega, tumbándose en el asfalto con las manos extendidas, o embiste al dispositivo y que sea lo que Dios quiera”.

Rien ne va plus, que en román paladino significa hasta aquí hemos llegado.  

Ya saben que nuestros amigos enloquecen con cualquier fruslería, que cualquier cosilla es buena para el acoso y derribo de la bestia socialista.

Verbigracia, ¿Qué tal Notre Dame?