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Los grandes simios vuelven al Congreso de los Diputados

Pedro Pozas Terrados

Defensores de la igualdad. Libertad sin cadenas más allá de la genética

Con la publicación de mi libro Defensores de la igualdad. Libertad sin cadenas más allá de la genética, he querido abrir una ventana en la memoria de todas y todos los que han luchado y siguen luchando por conseguir los derechos fundamentales de los grandes simios, seres que pertenecen a nuestra propia familia de los homínidos pero están siendo cautivos por la especie humana, maltratados y asesinados, y cuyo hábitat, que es su casa, su vida y su futuro evolutivo, está siendo destruido. Compartimos con ellos un mismo ancestro y, sin embargo, los ignoramos y los tratamos de forma humillante.

He querido acercar a los lectores al mundo de los grandes simios y a su problemática, y ahondar en el nacimiento de un movimiento mundial con raíces profundas en España, Argentina, Brasil y otros países: el Proyecto Gran Simio. Es un movimiento que vela por la vida de estos hermanos evolutivos, por sus derechos y su personalidad jurídica, y que lucha para que se proteja su hábitat y sean reconocidos como parte de la historia de la humanidad. Una lucha que no tiene que ser olvidada por las generaciones futuras y una semilla para que, algún día, la dignidad humana reconozca las atrocidades cometidas contra los grandes simios, como ahora reconocemos las que se cometieron en la época de la esclavitud contra seres humanos.

El Proyecto Gran Simio

Desde 1999, fecha en la que comienza a trabajar el Proyecto Gran Simio, hemos ido comprobando, año tras año, cómo las poblaciones en libertad de nuestros hermanos evolutivos han ido menguando a consecuencia del acoso y destrucción de las selvas tropicales. También hemos podido comprobar el estado en el que se encuentran los grandes simios cautivos en España: más del 80% de ellos, en malas condiciones o con problemas psicológicos graves.

Solo con el apoyo de sus socios, Proyecto Gran Simio ha realizado decenas de proyectos en Costa de Marfil, República del Congo, República Democrática del Congo, Indonesia y España, donde ha rescatado desde entonces a una docena de chimpancés que se encontraban en pésimo estado. En la actualidad, y a pesar de que no existe en España ningún centro de acogida estable para los grandes simios, se sigue denunciando su situación y exigiendo la ley de grandes simios que en 2008 pidió al Gobierno la Comisión de Medio Ambiente del Congreso.

Cabe resaltar el apoyo ofrecido durante más de dos años al equipo nativo del Proyecto Gran Simio de Costa de Marfil en la protección del Parque Nacional de Tai, que lleva a cabo varios proyectos de conservación y defensa de las poblaciones de los chimpancés; el apoyo a varios proyectos sobre bonobos; el apoyo a un santuario en Camerún y el apoyo de forma continuada al santuario o ciudad de los chimpancés que posee el Proyecto Gran Simio Internacional en Sao Paulo (Brasil).

El Congreso de los Diputados reconoció en 2008 sus derechos a la vida y a la libertad

Pero además de dar a conocer a nuestros hermanos evolutivos, Defensores de la igualdad quiere que quede reflejado para la historia y para las generaciones futuras cómo el Gobierno de turno vetó, antidemocráticamente, sus derechos, ante la decisión de un Congreso de los Diputados que SI los aprobó. Cómo la mayoría de la prensa, de diverso signo y de forma irresponsable, atacó sin escrúpulos al Proyecto Gran Simio, que también fue difamado por numerosos políticos, obispos y asociaciones, en una controversia nacional sin precedentes en España sobre la defensa de los grandes simios. Tacharon a sus defensores de locos e inconscientes, sin tan siquiera preocuparse de mostrar la realidad, la verdad y el trabajo de mujeres y de hombres altruistas y voluntarios, que han trabajado y siguen trabajando por mejorar las condiciones de los grandes simios en cautividad y la protección de su hábitat.

Fueron tres años, de 2006 a 2008, de constante burla al Proyecto Gran Simio, víctima de unos políticos que no ven más allá de los que les dicta la directiva de sus partidos. Ellos, y el gobierno socialista, han sido los responsables de que los grandes simios aún no tengan concedidos sus derechos, violando de forma descarada la decisión del Congreso.

¿Cómo se vivió la polémica del año 2006? ¿Por qué los grandes simios siguen sin tener una ley de protección, a pesar de haberse aprobado el proyecto en el Congreso? ¿Cuál es la situación actual de estos animales y qué futuro les espera?

Para contestar a estas preguntas, he escrito Defensores de la igualdad. Y para volver a formularlas, la APDDA (Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales) ha organizado un acto el próximo 5 de junio, a las 19:00 horas, en la Sala Campoamor del Congreso de los Diputados, con el título “Proyecto Gran Simio, ocho años después”. La entrada es libre y gratuita, teniendo que inscribirse en www.apdda.es. Me acompañarán Francisco Garrido, ex diputado de Los Verdes y promotor en el año 2006 del Proyecto Gran Simio en el Congreso de los Diputados, y Jordi Guillot, senador de ICV, nuevo promotor, en 2008, de la iniciativa en las Cortes. El acto será presentado por el diputado Chesús Yuste, portavoz de la APDDA.

Otra vez en el Congreso de los Diputados, pondremos sobre la mesa las claves de esta injusticia, cómo se ha vivido, por qué los grandes simios siguen sin tener una ley que los ampare, cómo se encuentran sus poblaciones, cuál es su situación actual y cuál el futuro que les espera. Se proyectará una película sobre la destrucción de las selvas de Indonesia que ha sido realizada por el Proyecto Gran Simio.

La participación y asistencia a este acto contribuirá a reclamar que se escuche de nuevo al pueblo y se cumpla su petición para que se haga una ley de protección a los grandes simios, como así se reconoció y aprobó en el Congreso de los Diputados en el año 2008.

Defensores de la igualdad. Libertad sin cadenas más allá de la genética

Con la publicación de mi libro Defensores de la igualdad. Libertad sin cadenas más allá de la genética, he querido abrir una ventana en la memoria de todas y todos los que han luchado y siguen luchando por conseguir los derechos fundamentales de los grandes simios, seres que pertenecen a nuestra propia familia de los homínidos pero están siendo cautivos por la especie humana, maltratados y asesinados, y cuyo hábitat, que es su casa, su vida y su futuro evolutivo, está siendo destruido. Compartimos con ellos un mismo ancestro y, sin embargo, los ignoramos y los tratamos de forma humillante.