Desde el primer momento en que observas el mosquetón Harpy Twiste de Ocun sabes que vas a enfrentarte a la típica duda de si no será demasiado grande para llevarlo a la montaña. Pero cuando lo tienes en la mano, ves lo sencillo de su apertura pese a ser automático, el peso contenido para su enorme tamaño, y todo lo que puedes hacer con él dada su polivalencia y resistencias… Está claro que no lo dejarás olvidado en el trastero.
La marca Ocún, originaria de la República Checa, hasta hace poco era bastante desconocida en nuestro país, pero se está convirtiendo, a base de producir productos de calidad, en una potente marca del muestrario de las tiendas de montaña. De hecho, ya se ve en pared con bastante frecuencia.
Su origen se remonta a 1988, donde varios escaladores fundaron la antigua marca “Rock Pillars”, conocida por su calzado de escalada. Posteriormente fueron adaptándose a los tiempos hasta que en 1998 comienzan a ampliar el abanico de material ideado y desarrollado. Así hasta nuestros días, en los que se ha convertido en una marca puntera en la producción de material técnico de escalada.
El mosquetón tipo H que presentamos hoy, el Harpy, reúne varias características que lo pueden convertir en el mosquetón HMS perfecto para esas actividades que requieren de un gran espacio en el punto central de la reunión, actividades invernales en el que el uso con guantes o manoplas es obligatorio o sencillamente se usa un sistema de seguro que requiera gran apertura y zona de contacto.
Pero veamos primero sus características según fábrica…
- Resistencias L/T/A: 28 kN, 8 kN, 8 kN.
- Tipo de seguro: automático TWIST (doble seguridad).
- Apertura de gatillo: 26 mm.
- Peso: Screw 92 gramos, Twist 97 gramos, Triple 95 gramos.
- Homologaciones: EN 12275, EN 362.
Resistencia
Hablamos de un mosquetón robusto y funcional. Las resistencias que nos ofrece el Harpy son muy grandes:
- 2.800 kg en resistencia longitudinal. Para que nos hagamos una idea, podríamos colgar de él dos furgonetas tipo “Kangoo” con la certeza que no se iba a romper.
- 800 kg en resistencia del eje menor, o sea, transversal. Probado de todas las formas que os podáis imaginar, no hemos conseguido que se quede en esa posición con nada. Así que aparte de poder colgar a 10 personas a la vez del mismo en esa posición si fuésemos capaz de conseguirlo, tampoco se rompería.
- 800 kg con el gatillo abierto. Bien, lo primero que hemos de pensar es que es un mosquetón automático y tipo “keylock”, y la única forma de que se quede abierto es porque algo impida que cierre el gatillo. Una vez comprobado, que si se diese el caso, sería por error “humano” y no por fallo del material, solo queda recomendar supervisar todas las maniobras, y ser conscientes de que aun así, podríamos volver a decir a los 10 paisanos anteriores que se colgasen para comprobar que no se rompería.
Seguro y gatillo
El Harpy viene servido con un seguro automático modelo “Twist”, de giro sencillo. Hay otro modelo, de tripe seguridad, pero no es el caso.
Suficiente para usarlo en escalada y alpinismo, lleva grabado un candado en la parte visible del gatillo cuando está cerrado de forma que de un simple vistazo sabemos que está acerrojado. Con guantes gruesos, incluso manoplas, se manipula muy bien.
El gatillo, fuerte y robusto, se cierra con una fuerza considerable, que nos avisa de que está en su sitio al dejarlo cerrar como si de un arma al acerrojarse se tratase.
Diseño y ergonomía
Una de las cosas más importantes de este mosquetón es la forma en que ha sido diseñado. Cabe bien en la palma de una mano media-grande, y se maneja perfectamente, sin escurrirse.
La estructura de “pera” asimétrica, con la parte central opuesta al gatillo basculada hacia el interior, consigue varias cosas, entre ellas:
- Es altamente improbable (por no decir imposible), que haya algún tipo de tracción transversal, ya que resbala todo aquello que llega ahí hacia los extremos.
- Hace que la carga que le aplicamos se desplace hacia el extremo longitudinal opuesto al gatillo, consiguiendo que el trabajo se ejecute en el eje principal, y evitando que se desplace hacia la zona de apertura y lo pudiese abrir accidentalmente.
- La parte de “rozamiento”, ligeramente curvada, evita en gran medida las cargas triaxiales, tan críticas en este tipo de mosquetones, tendiendo a ir las cargas hacia el centro del mismo en este modelo.
Nada más tenerlo en la mano, y ya en uso de campo, podemos comprobar que está diseñado por gente que lo usa en el monte principalmente, y desde nuestro punto de vista, con la idea de usarlo principalmente en alpinismo y escalada clásica, situaciones de frío con guantes, etc…
Gran apertura, gran tamaño. Si lo comparamos con un mosquetón HMS normal, salta a la vista que lo supera en dimensiones, así como en apertura. Si lo normal que hay en otras marcas y modelos similares es hasta 25mm, con el Harpy llegamos a 26mm.
Hablando de dimensiones, su longitud es de 110mm (útil 97mm) y su anchura de 88mm (útil 60mm).
En uso
Poco podemos ya decir que no hayamos escrito en los apartados anteriores.
- Manejo con guantes gruesos muy bueno, y aceptable con manoplas de expedición.
- Gran apertura, con lo cual hasta en conjuntos de varias cuerdas, maromas, o cables gruesos es perfectamente válido.
-Gran zona de rozamiento que lo hace perfecto para cestas del tipo “Smart” o “Click up”, en el que se debe poder abarcar una gran superficie.
- Zona de rozamiento amplia y curvada, que hace que los nudos dinámicos se centren a la perfección en ella.
Peso
Desde luego, no podemos decir que el Harpy esté entre los mosquetones más ligeros con sus 97 gramos, pero los 10 gramos que hay de diferencia con la competencia se traducen en un mosquetón mucho más robusto que la mayoría de ello. Y eso, dependiendo de la situación, puede ser de agradecer. Por ejemplo, polipastos, cabos de anclaje, o maniobras de rescate o autorrescate.
Durabilidad
Como de costumbre, esto es algo difícil de calcular puesto que la vida de uso es ilimitada mientras no haya factores externos determinantes, pero nos aventuramos a decir que puede ser que este mosquetón nos jubile a poco que tengamos cuidado con el gatillo. Por ahora, con unos 2.000 metros de escalada de largos y rápeles, ni siquiera se ha marcado por el paso de la cuerda al rapelar.
Conclusiones
Sin duda, un buen mosquetón para llevar en el arnés. Robusto, gatillo automático de fácil apertura con guante grueso, construcción perfecta para que no haya cargas triaxiales o transversales, gran apertura, gran capacidad de “carga” y amplio para usar como punto central o similar. La zona de rozamiento es amplia para sistemas de seguro especiales.
También es un buen mosquetón para usar con cuerdas gruesas estáticas. ¿Alguien ha probado a hacer dinámicos con cuerdas de 11.5mm ? Pues eso, con este mosquetón, no querrás otro.