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Alex Txikon y sus compañeros prevén iniciar el ataque a cumbre sobre las dos de la madrugada

Están cada vez más cerca. Algo más de 900 metros de desnivel separan a Alex Txikon, Ali ‘Sadpara’ y Daniele Nardi de llegar, por primera vez en invierno, a lo más alto del Nanga Parbat (8.126m). A estas horas descansan en el C4 (7.200m), ya que, aunque era importantísimo, tampoco esta noche han podido descansar demasiado “Yo habré dormido unas cuatro horas” –comentaba Alex Txikon– “El viento ha violentado la tienda constantemente”.

En cualquier caso, el día amanecía soleado tanto en el Campo Base como arriba a 6.700 metros de altura (C3), y sobre todo, el parte meteorológico consultado de nuevo a primerísimo hora de la mañana indicaba que el viento había perdido fuerza definitivamente y que iba a ser una jornada ‘tranquila’ en ese sentido, “Aunque aquí arriba, por poco que sople, la sensación térmica desciende muchísimo. Estamos como a -30ºC. ¡A ver si el sol nos calienta ya!”. La voz de Alex sonaba como acongojada. Eran las 10:30 de la mañana y Alex Txikon contactaba vía walkie con el campo base para informar que Ali ‘Sadpara’ y Muhammad Kan ya habían salido hacia arriba, ligeros de peso, portando únicamente la cuerda que iban fijando. “Daniele y yo vamos a terminar de recoger la tienda y salimos detrás de ellos, vamos muy cargados”. Tenían por delante unas siete horas de escalada, quizás menos técnicas que las anteriores pero no por ello menos agotadoras; desde luego, los cuatro escaladores comienzan a acusar la altura y la fatiga acumulada.

Seis horas en total han dedicado a ascender una interminable pendiente de unos 500 metros en total a ratos helada y a ratos nevada que sigue a la pala de hielo vivo que escalaron ayer. “Voy subiendo despacito y sin apretar demasiado, guardando energía”, comentaba Txikon durante el breve descanso que se tomaba tras superar la evidentísima rimaya que divide la pendiente nevada en dos.

Tras torcer dirección noreste, a las 16:40 estaban ya a falta de 40 metros para encaramarse a la arista que da paso al inmenso plató en el que se encuentra el C4 (7.200 metros), no visible desde el campo base. “Vamos bien de fuerzas, pero llevamos mucho peso, unos 20-25 kilos, y eso nos está reventando.” Precisamente en este punto, Muhammad Kan ha dado por terminado su trabajo; y emprendía el descenso y, según nos ha comunicado ya ha alcanzado el campo 1 donde pasará la noche. Dice que sus piernas no dan para más.

Mientras informaban de todo lo acontecido desde le campo base (18:00), el walkie volvía a sonar. Era nuevamente Alex: “Ya hemos terminado la repisa y la tienda está montada. Nuestra idea era salir hacia cumbre a eso de las 00:00, pero tendrá que ser un poco más tarde, nos faltan horas para descansar”.

El parte meteorológico habla de condiciones favorables para mañana: vientos de unos 25-20 Km/h que, aun siendo suaves, seguro harán descender la sensación térmica por debajo de los -35ºC reales que se esperan. El cielo trae nubes y claros