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El Nanga Parbat se cobra dos nuevas vidas

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Finalmente, este fin de semana se confirmaban los peores pronósticos: la dos siluetas que avistó el equipo del Alex Txikon con el telescopio en el Espolón Mummery, a 5.900 metros aproximadamente, eran Daniele Nardi y Tom Ballard. Una imagen que ponía punto y final a la operación de rescate que había mantenido en vilo durante varios días a todos el mundo del alpinismo.

La propia familia de Daniele Nardi hacía público un comunicado al respecto:

“Nos sentimos abatidos por el dolor, pero les comunicamos que la búsqueda de Daniele y Tom ha terminado. Una parte de ellos se quedará para siempre en el Nanga Parbat. PEse al dolor, y tras haber hecho todo lo posible, ante los hechos objetivos que se han dado, debemos aceptar lo ocurrido.

Queremos agradecer a Alex Txikon, Ali, Rahmat, y todo el equipo de rescate, a las autoridades pakistaníes e italianas, a los periodistas y patrocinadores, y a todos los amigos que han mostrado tanta generosidad.

La familia recuerda a Tom como un competente y valiente alpinista, y un gran amigo de Daniele.

Daniele será un marido, un padre, un hermano y un amigo perdido en busca de un ideal que, desde el principio, hemos aceptado, respetado y compartido. Queremos recordarte cómo eras: un gran amante de la vida y de las aventuras, minucioso, valiente, leal, detallista, y alguien siempre presente en los momentos de necesidad.

Pero sobre todo queremos recordarte con tus propias palabras: “Quiero ser recordado como alguien que intentó hacer algo increíble, imposible, pero que no se rindió. Si no pudiera regresar este sería el mensaje para mi hijo: no te detengas, no te rindas, sigue adelante, porque el mundo necesita mejores personas que hagan que la paz sea una realidad y no solo un idea...merece la pena”.

Un sueño que el italiano nunca pudo alcanzar...

Por su parte, Tom Ballard era, curiosamente, el hijo de Alison Hargreaves, una de las mejores alpinistas de todos los tiempos ya que fue la primera mujer en ascender en solitario las seis caras norte de los Alpes y la primera mujer europea en ascender el Everest en solitario y sin oxígeno. Alison perdería la vida en en el K2 en 1995, cuando Toma penas tenía seis años...