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Stian Angermund-Vik y Maite Maiora ganan la Zegama-Aizkorri más rápida

Zegama es sinónimo de lluvia, nubes y barro, pero, esta vez, la maratón por excelencia del trail running, ha mostrado una versión igual de mágica y épica, con sol, viento, un terreno algo más seco y un cielo más despejado de lo habitual. Esas condiciones meteorológicas han hecho volar a los corredores. En los 42 kilómetros y 5.472 metros de desnivel acumulado, los participantes han marcado un ritmo muy alto, corriendo por debajo de los récords de Kilian Jornet (2014) y Emanuela Brizio (2009) y rebajándolos Stian Angermund-Vik y Maite Maiora, en más de 3 minutos en categoría masculina (3h45'08'') y en casi cuatro en la femenina (4h34'27'').

El noruego Stian Angermund-Vik visitaba por primera vez este pequeño pueblo de Guipúzcoa y se ha fusionado a la perfección con su terreno: fue el más fuerte en el Kilómetro Vertical del viernes y fue el primero en cruzar la meta de la maratón. Marco Di Gasperi fue segundo, también, rebajando el récord de Jornet y Marc Lauenstein tercero, en una edición con muchos candidatos al triunfo a través de los 42 kilómetros y los 2.750 metros de desnivel positivo.

Feliz, sonriente y repartiendo besos y abrazos en meta… la emoción la puso la corredora de Mendaro, Maite Maiora que tras acariciar más de una vez la victoria en Zegama, se llevaba un triunfo muy especial en categoría femenina, haciendo saltar las lágrimas a más de un aficionado. La italiana Silvia Rampazzo y Sheila Avilés completaban el podio.

Stian Angermund-Vik rompe el récord

“¿He hecho récord? ¡No lo sabía!”. Esas eran las primeras palabras de un sorprendido Stian Angermund-Vik tras ganar la Zegama-Aizkorri. Vive y entrena en Bergen y de joven competía en biatlón. Es especialista en kilómetro vertical y en el 2016 ya se llevó el título de campeón del mundo de la disciplina, pero también el de Skymarathon. “Gracias, os quiero. Esta es la mejor carrera del mundo. Por eso quería venir, para vivir todo lo que me habían explicado. El ambiente ha sido impresionante, nunca había visto algo así y el público me ha empujado a seguir corriendo”, decía feliz mientras hacía reverencias a los aficionados tras cruzar meta. A pesar de que confesó sentir las piernas algo pesadas, Stian Angermund-Vik ya mostró subir con mucha fuerza en el terreno de Zegama en el KV del viernes. En el maratón se colocaba por primera vez en la línea de salida de una de las maratones más icónicas del mundo y tras completar los primeros kilómetros algo lejos de la cabeza, el noruego pasaba tercero por el Aizkorri (km 22,1) y primero por el punto más alto situado en el Aketegi (1.551m. Km. 23,2). De hecho, en el arranque de la XVI edición de la Zegama-Aizkorri y al paso por Atabarreta (km. 13,5) serían Aritz Egea,Ismail Razga y Ruy Ueda los que formarían un primer grupo de cabeza al que después se engancharían el experimentado Marco De Gasperi, Angermund-Vik y el suizo Marc Lauenstein, segundo el año pasado y uno de los favoritos.

En terreno algo más seco de lo habitual y con menos barro, durante los primeros kilómetros el ritmo sería extremadamente alto y se situaría ya por debajo del récord de Kilian Jornet del 2014 en Otzaurte (km. 7). El paso de las horas, el viento y el desgaste parecían frenar un poco al grupo en Aratz (km. 16,1,) pero al coger Angermund-Vik la cabeza ya en Aketegi (km. 23.2), el noruego volaría hasta rebajarlo.

Con la bajada a Oltze queda ya prácticamente hecha la mayor parte del desnivel positivo, quedando la subida al Andraitz y esperando después un terreno mucho más corredero hasta meta. Decía Angermund-Vik que las bajadas no eran su especialidad, mientras que De Gasperi y Lauenstein tenían en el descenso uno de sus puntos fuertes. Aun así, el noruego seguiría a buen ritmo hasta cruzar meta en un tiempo rapidísimo de 3h45’08’’. “Normalmente, me gusta salir no muy rápido. Me motiva mucho ir adelantado a corredores a medida que avanza la carrera. La verdad es que las condiciones meteorológicas han acompañado y nos han permitido correr muy rápido”, decía el noruego. De Gasperi, quinto en 2015 y segundo en 2014, repetiría podio, siendo de nuevo segundo en 3h48’20’’ y rebajando también el tiempo de Jornet. El italiano le dedicaría el podio a su mujer embarazada, la también corredora Elisa Desco.

Volvía a Zegama y son ya dos visitas y dos podios. Tras ser segundo el año pasado, el suizo Marc Lauenstein se quedaría esta vez con un tercer puesto que disfrutaría al máximo. Entraría en meta repartiendo besos y chocando manos para llegar en 3h53’26’’. El local, Aritz Egega, casi un embajador de la Zegama-Aizkorri, sería cuarto y emocionaría también a su llegada a meta.

Maite Maiora, una victoria en un tiempo ‘imposible’

“He hecho realidad un sueño”. Zegama es su carrera favorita y era su ilusión desde hacía tiempo ganar aquí. Emocionada y con una sonrisa de oreja a oreja, así, por fin, Maite Maiora celebraba una victoria que había acariciado más de una vez. La de Mendaro había sido tercera y hasta dos veces quinta y esta vez cruzaría la meta en tiempo récord (4h34’27’’) para quedarse con su primera txapela de campeona. “Creía que era imposible rebajar el tiempo de Emmanuela Brizio”. La italiana corrió en 4h38’19’’ y Maiora ha completado los 42km y 5.472m de desnivel acumulado casi cuatro minutos más rápido. Saltaría la sorpresa en la segunda y tercera posición, que serían para la italiana Silvia Rampazzo (4h37’17’’) y la catalana Sheila Avilés (4h43’24’’).

Prácticamente desde el principio de carrera, Maiora y la italiana Rampazzo protagonizarían una intensa lucha, pasando segunda y primera por Atabarreta (km. 13,5). Cerca se colocarían las norteamericanas Addy Bracy y Megan Kimmel –segunda el año pasado-, así como la joven catalana Sheila Avilés y la vasca Oihana Azkorbebeitia y algo más lejos la neozelandesa Ruth Croft y la sueca Emelie Forsberg. Al paso por el Aizkorri (km 22.1) se seguiría manteniendo más o menos el mismo guion, con Maiora, eso sí, liderando por delante de Rampazzo. “Sabía que iba a ser muy duro. He intentado no agobiarme a pesar de que las diferencias eran muy justas. He mantenido la mente fría, sin pensar mucho en si podía ganar, y ya en los últimos kilómetros sí que me he permitido disfrutar un poco más”, explicaba Maiora.

Tras llegar, repartiría abrazos, besos y se acercaría al público para celebrar en casa una victoria muy especial para todos. Pocos serían los que no se emocionarían y dejarían escapar alguna lágrima con su triunfo. 2 minutos y 50 segundos más tarde llegaría una feliz Silvia Rampazzo también por debajo del tiempo marcado por Brizio en 2009 (4h37’17’’). La catalana Sheila Avilés, en su primera visita a Zegama, sorprendería también colándose en el podio (4h43’24’’). Tras pasar sexta en Atabarreta y en Aratz, subiría hasta la cuarta posición en Aizkorri y en Andraitz ya iría tercera, por delante de corredoras experimentadas como Azkorbebeitia, Kimmel, Croft o Forsberg. “La carrera y el ambiente me han parecido impresionantes. La posición no me la esperaba. No me lo creo aún. Nunca había corrido aquí, me habían dicho que alucinaría y en el Aizkorri era imposible no subir rápido con toda esa gente animando”, explicaba Avilés. Finalmente, la vasca Oihana Azkorbebeitia sería cuarta, Celia Chiron quinta y la corredora de Salomon, Kimmel sexta. Séptima entraría Ruth Croft y la sueca Emelie Forsberg octava.

En su XVI edición, la Zegama-Aizkorri vivía un día de récord, en el que los corredores, aprovechaban el terreno algo más seco y menos resbaladizo para volar por los senderos de un recorrido que transcurre por el macizo del Aratz y la sierra del Aizkorri y rebajar los tiempos de Jornet y Brizio. Zegama es Zegama y, un año más, ha vuelto a regalar un fin de semana de trail running único y lleno de emociones en este pequeño pueblo de Guipúzcoa.