Dos años después de sobrevivir a la tragedia del terremoto del Nepal junto a Ferran Latorre, mientras intentaban escalar el Makalu, Núria Picas se encuentra de nuevo en la quinta montaña más alta del mundo, esta vez acompañada por el bombero Xavi Batriu.
Antes de empezar la expedición este pasado 17 de abril, la embajadora de Sea to Summit aseguró que “conseguir este reto supondría cerrar un círculo, es algo que tengo pendiente”. Y es que Núria Picas tiene una gran conexión con Nepal, país con el que ha colaborado a través de campañas solidarias tras el terremoto de 2015. Por si fuera poco, el padre de la atleta, Gabriel Picas, escaló el Makalu en 1976 en la expedición del Centro Excursionista Comarca de Bages (CECB). De su padre heredó el amor por la montaña y la escalada; la cima más alta que ha escalado Picas fue en 2002, el Huscarán (6.868 metros).
La escaladora, que comenzó con un trekking por el valle del Everest, en estos momentos, ha alcanzado ya los 5.530 metros de altura y está un poco más cerca de atacar la cima del Makalú (8.481 metros). De conseguirlo, sería el primer ochomil que escala la bicampeona del mundo de Ultra Trail, y demostraría una vez más su talento, esfuerzo y capacidad de superación.
Hace unos meses, al incorporarse al elenco de embajadores de Sea to Summit, Núria Picas aseguraba que “me siento muy afortunada de formar parte de la familia Sea to Summit, una marca de productos con los que me siento muy identificada y que me acompañaran en mis desplazamientos a la montaña”. Entre otros productos, Núria Picas descansará en los sacos de dormir Sea to Summit, de alta calidad, cálidos e ideales para combatir la humedad. En enero, explicaba que “queremos regalar grandes momentos junto a estos grandes productos”. Y que mejor momento, que escalar la quinta montaña más alta del mundo.