El Thalay Sagar (6.904 metros) es uno de los picos situados en el denominado Garhwal Occidental del Himalaya, nombre que recibe el conjunto de montañas ubicadas en estado indio norteño de Uttarakhand. El Thalay Sagar pertenece, más concretamente, al grupo de los Gangotri, picos colindantes al glaciar homónimo, fuente del Ganges.
El Thalay Sagar es la segunda montaña más alta de los Gangotri después del Kedarnath (6.940m), pero destaca sobre las demás por tratarse de una atractiva pirámide de roca y hielo, muy abrupta por todas sus vertientes, y por tanto, especialmente tentadora para los escaladores de grandes paredes.
Hollar la cima de este ‘big wall’ será el objetivo de la expedición compuesta por Alex Txikon, Ekaitz Maiz, Felix Criado, Txus Lizarraga, Adrian Legarra y Daniele Nardi, y que ya se encuentra en el campo base.
La expedición busca escalar la cara norte del Thalay Sagar en estilo cápsula, lo cual implica cargar con todo el material necesario para escalar y para sobrevivir en la pared durante los 10-12 días que consideran van a necesitar para llegar a la cima: cuerdas, anclajes, hamacas, víveres, agua, ropa… que tendrán que arrastrar pared arriba. La fase inicial de la expedición consistirá en portear el material y la comida a la base de la pared. Después acometerán la fase de escalada propiamente dicha, unos 10-12 días.
La pared norte del Thalay Sagar presenta 1.400 metros de longitud y dificultades en roca, hielo, así como múltiples largos en terreno mixto. La parte alta presenta, además, tramos de roca más descompuesta. Los seis escaladores no parten con una ruta concreta en mente, prefieren decidirlo sobre terreno. En cualquier caso, la meteorología jugará un papel determinante, ya que el tiempo es bastante inestable en la zona: acaba de finalizar el monzón (época de lluvias que se traducen en tormentas en altura) y a finales de septiembre comienzan a caer la primeras nevadas.
Alex Txikon compartía unas palabras antes de su marcha: “vuelvo a una gran pared por segundo verano consecutivo. Alejarme de los ochomiles y acercarme a otra manera de disfrutar de la montaña es para mí, sin duda, un aliciente. Es una actividad atractiva, diferente a lo que hago habitualmente, donde el trabajo en equipo adquiere especial importancia y gracias al cual viajaré por primera vez a este rincón del mundo (Garwhal indio), mucho menos transitado que otras partes del Himalaya por el mero hecho de no contar con picos de más de 8.000 metros. De modo que afrontamos el reto con mucha ilusión y ganas.
Hemos formado un equipo bastante completo. Con Ekaitz Maiz ya escalé en las torres del Trango el verano pasado, y a pesar de que quizás las cosas no marcharon como esperábamos, sé que es un escalador profesional que lleva todo al milímetro y transmite mucha confianza“.
Txikon además explicaba algunos de los elementos claves para el éxito de esta empresa: “ha sido complicado lidiar con los indios para la gestión de los visados, permisos etc… ¡así que el trabajo duro ha empezado desde casa! Una vez sobre terreno, creo que será clave dar con la zona más accesible a la base de la pared para poder realizar el porteo en condiciones, y después, será importante acertar también con la mejor ruta… no llevamos nada cerrado. La meteo también será crucial: es un área muy inestable en ese sentido y contamos con una ventana muy cortita, desde finales de agosto cuando termina el monzón hasta finales de septiembre cuando llegan las primeras nevadas. ¡A ver si tenemos suerte!”.