La tenosinovitis de De Quervain consiste en la inflamación crónica de la vaina de los tendones que se encuentran en la tabaquera anatómica de la muñeca: extensor largo y corto del pulgar y abductor del pulgar. La etiología de la lesión parece ser incierta, aunque se la puede relacionar con el incremento de la presión dentro de la vaina sinovial. Generalmente está causada por el uso excesivo del pulgar que condiciona una falta de lubricación de la vaina, aumentando el roce con el tendón y produciendo la inflamación.
El dolor se presenta al realizar movimientos de extensión del pulgar con inflamación y dolor en el lado radial, llegando a ser este tan severo, que impide realizar gestos tan banales como coger una taza.. El dolor aumenta con la flexión simultánea del pulgar y de la muñeca, maniobra de Finkelstein, que es utilizada para establecer el diagnóstico junto a la valoración ecográfica. El signo dominante es el dolor, de instalación lenta y progresiva y con epicentro en la apófisis estiloides del radio y eventualmente puede irradiarse hacia el antebrazo y el pulgar.
El mecanismo de producción de dicha lesión no es exclusivo para la escalada, también se da en otros deportes, actividades profesionales e incluso cotidianas. Así, el gesto de coger un bebe entre brazos y manipularle es desencadenante al igual que asir una cuerda o tirar de ella. Lo que si esta claro es que responde a un sobreuso de dicha articulación y que las consecuencias son invalidantes para cualquier maniobra de la mano. Existe una relación estrecha entre la carga que se debe manipular y la fuerza capacitativa para manipularla repetidamente.
Una consulta repetida en ambientes deportivos donde se utilizan entrenamientos de pesas, se centra en sobrecargas de muñecas y antebrazos cuando se realizan sesiones de tren superior con cargas pesadas, más si estas se realizan de forma libre. El origen del dolor y la lesión de las mismas es resultado de la incapacidad por parte del individuo de realizar los movimientos finos de estabilidad de la muñeca para realizar el ejercicio con seguridad.
En relación al escalador, los estudios que justifican la aparición de la tenosinovitis de De Quervain valoran distintas posibles causas de origen, entre ellas destaca la incapacidad de mantener una presa con la mano (fijar la cuerda) a la vez que se manipula una carga. Al igual que en el entrenamiento de pesas los ejercicios que manipulan cargas pesadas con varios grupos musculares tienen un riesgo alto de lesionar el grupo más débil. Un ejemplo para entender la biomecánica muscular que puede desencadenar una lesión por sobrecarga lo encontramos en el ejercicio de press superior con mancuernas. Al realizar el ejercicio los principales grupos musculares que participan en su ejecución son el pectoral mayor en su fascículo clavicular, pectoral menor, deltoides, trapecio superior y tríceps braquial. Pero la musculatura del antebrazo debe fijar de forma isométrica las mancuernas impidiendo el balanceo de estas. Si descomponemos las fuerzas desarrollas y las cargas utilizadas, resulta que la carga que se mueve con varios grupos musculares debe ser fijada por un grupo muscular posiblemente incapacitado para semejante carga. Un error de ejecución en el entrenamiento de pesas para escaladores es centrar el desarrollo de fuerza del brazo, flexora y extensora del codo olvidando las compensaciones de la musculatura del antebrazo y mano. Al igual ocurre con el gesto del escalador, la fuerza que puede desarrollar el músculo dorsal ancho es superior a la que pueden desarrollar los músculos del antebrazo.
Tratamiento de la Tenosinovitis
La hipersolicitación de estos músculos en su función más precisa provocará un alto incremento de secretación sinovial y el aumento de fricción vaina-tendón que conlleva, en caso de desequilibrios musculares, a la aparición de la tenosinovitis. El tratamiento dependerá de la gravedad y evolución de la lesión, pudiendo abarcar desde el reposo hasta la cirugía. Es importante destacar que en un 80-90% de los casos se obtiene la recuperación mediante tratamientos conservadores. Los tratamientos fisioterápicos resultan muy beneficiosos, el espectro de actuación oscila desde la terapia manual, electroanalgesia, laserterapia… que se deben realizar paralelamente al tratamiento medicamentoso con antiinflamatorios.
Existe una controversia con las maniobras de reposo en estos casos, férulas que inmovilicen el pulgar o la colocación de un yeso antebraquial. De hecho existe una férula de reposo que lleva el nombre del autor de dicha lesión, “Férula de Quervain”. Pero el reposo provocará rigidez y atrofia de la musculatura que dificulta la recuperación de la lesión. Si parece conveniente el uso de estas medidas ortopédicas con carácter nocturno, ya que en muchas ocasiones estos pacientes se despiertan por el dolor provocado al realizar algún movimiento.
La tonificación de la musculatura afecta, con aparatos de electroestimulación muscular, paralelamente al tratamiento antiinflamatorio o antiálgico y nos asegurará una mejora en la recuperación.
Es muy complicado prever una lesión como esta, ya que responde al uso inadecuado de una articulación frente a actividades que no tienen por que ser excesivamente agresivas. Nos recuerda a la forma de aparición de una epicondilitis o una tendinitis del tendón de Aquiles, sí es cierto que en muchas ocasiones existe una relación causa efecto justificada, pero el uso cotidiano del ratón de un ordenador puede provocar la aparición de la lesión.