Descenso por cuerda con medios de fortuna

Texto y fotos: Nacho Segorbe

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Podemos encontrarnos en situaciones comprometidas en las cuales hemos de conocer técnicas específicas para salir de ellas. Algunas de estas técnicas son sencillas y, con algo de conocimiento, pueden sernos de mucha utilidad…

Y es que, ¿a quién no se le ha caído alguna vez el aparato descensor o, simplemente, ha pensado cómo saldría de esa situación comprometida en la que se ha metido? Al escalar estamos expuestos a que nos pase en cualquier momento, por lo que es recomendable llevar siempre en un mosquetón portamaterial un descensor tipo ocho y un par de anillos de cordino para poder hacer un Machard o Prusik.

Hay técnicas antiguas de descenso a cuerpo, como por ejemplo el rápel en “S” o Dülfer, o el rápel a brazo (ARM), que en su día fueron punteras y modernas, pero en la actualidad han pasado a la historia por la aparición de piezas metálicas más prácticas tales como placas, ochos, cestas, reversos etc.

MATERIAL NECESARIO

- Cordino de 7 milímetros y 120 centímetros de largo (Machard o Prusik).

- Varios mosquetones (según maniobra).

- Propia cuerda.

- Clavo o pitón.

NUDO DINÁMICO

Nuestro famoso nudo dinámico, como hemos visto en otros artículos, es imprescindible conocerlo ya que tiene múltiples usos. En este caso nos ayudará a poder descender por nuestra cuerda con seguridad ya que es uno de los medios de fortuna más seguros que existen.

Haremos el nudo dinámico a un mosquetón de seguridad (HMS) que, a su vez lo anclaremos a nuestro anillo ventral. Colocaremos las cuerdas paralelas en todo momento, ya que es la forma más eficaz y segura de trabajo de este nudo, y podremos usar nuestra otra mano para ello.

Si disponemos de un Machard o Prusik será conveniente usarlo para poder rapelar con más seguridad. Y si nos aseguramos a su vez con un cabo de anclaje a éste, mucho mejor.

FRENO CON TRIPLE MOSQUETÓN

Otra técnica muy útil precisa de la ayuda de tres mosquetones, y podremos conseguir un efecto de freno mediante el rozamiento de la cuerda sobre ellos. Es aconsejable que los mosquetones tengan forma ovalada. Uno de ellos debe ser de seguridad e irá a nuestro anillo ventral y, metido entre los otros dos, cerrando en montaje con la presión de la cuerda.

Es conveniente que la presión de los dos mosquetones cruzados se haga sobre la zona de la rosca del gatillo del mosquetón que va al anillo ventral y, por otro lado, que la cuerda una vez empecemos en rápel no pierda tensión hasta terminar para evitar que los mosquetones se desplacen.

FRENO CON CUATRO MOSQUETONES

Esta maniobra es una variación de la anterior. Simplemente podemos reforzarla utilizando un cuarto mosquetón colocándolo junto al mosquetón que tenemos en nuestro anillo ventral de forma invertida a éste. De esta manera queda reforzada la maniobra sobre la presión ejercida de los otros dos mosquetones.

MOSQUETÓN CON PITÓN O CLAVO

Éste es un sistema de frenado sencillo y muy útil también. Para ello necesitaremos un mosquetón de seguridad, preferiblemente ovalado, y un clavo en forma de “U” o “ V”, creando así el mismo efecto de frenado que en las dos técnicas anteriores.

Hemos de evitar quitar presión sobre la cuerda y hacer maniobras bruscas para que el clavo no se desplace.