El esquí data su aparición alrededor del 6000 a.c en la isla de Rodódy (Noruega), según las pinturas rupestres encontradas en la Península Escandinava. Por aquel entonces, el esquí era el medio de transporte invernal tanto para cazadores como durante los conflictos de guerra entre clanes.
El esquí nunca se perdió en el tiempo, todo lo contrario, siguió evolucionando hasta el día de hoy permitiéndonos incluso desplazarnos por itinerarios de montaña, y pudiendo llegar a lugares que de otra forma sería muy complicado o incluso imposible.
La época dorada del esquí nacía a partir de 1900, cuando se comenzó a utilizar como diversión, hasta que en 1924 se celebraron los juegos olímpicos en Chamonix.
Por aquel entonces se basaba en un equipo muy sencillo, dos tablas de madera con unas correas de cuero que en ocasiones llegaban a medir hasta 3 metros y unos bastones de madera o bambú con una roseta de cuero o cinchas para no hundirse. El material ha ido evolucionando mucho hasta nuestros días hasta ofrecer una amplia gama de productos adaptados a cada una de las modalidades que existen.
Al igual que el material la técnica ha ido evolucionando para adaptarse a todos estos progresos y poder de esta manera llegar a perfeccionar milimétricamente tanto el ascenso como el descenso.
Hay muchos tipos de técnicas diferentes desde simples hasta más complejas y perfeccionadas, ninguna mejor que otra, si no que cada una de ellas podemos adaptarla a nuestra forma de esquiar, el tipo de esquí que llevemos y el tipo o estado de nieve en la que nos encontremos.
Algo muy importante a destacar, a parte de la técnica de esquí, es el equilibrio entre mente y cuerpo. Una buena técnica no es eficaz si no hay una predisposición mental a enfrentarnos con todo nuestro ser al lugar al que nos encontremos. Hemos de estar dotados de confianza, una buena actitud hacia lo que vayamos a hacer siempre tendrá un mejor resultado en nuestra técnica y nos hará disfrutar mucho más del lugar en el que vayamos a descender.
A continuación intentaremos explicar de forma sencilla, sin utilizar términos demasiado técnicos, las posiciones que adoptaremos y algunos de los diferentes tipos de virajes que existen.
Lo más importante es partir de una buena posición base, “posición base” no significa posición de esquí, si no la posición de la cual partirán todos nuestros movimientos. Consiste en estar centrado en el esquí mediante la flexión de tobillo, rodillas y cadera a la vez que mantenemos nuestros ejes vertical, longitudinal y lateral alineados. La apertura de las piernas será similar a la distancia de nuestras caderas, y la posición de brazos y muñecas abiertas en una posición cómoda. Esta posición podrá variar entre una posición relajada en lugares de poca dificultad a otra totalmente flexionados y preparados para una gran inclinación y velocidad. (Ver fotos del apartado 1)
Para una buena ejecución de nuestros virajes y control deberemos tener en cuenta dos cosas:
- Movimientos corporales.
- Velocidad.
1. POSICIÓN BASE
2. MOVIMIENTOS RESPECTO A NUESTROS EJES CORPORALES
Una vez nos encontremos esquiando, nuestro cuerpo realizará una serie de movimientos respecto a nuestros ejes, adaptándonos en todo momento a la situación en la que nos encontremos: inclinación, terreno, tipo de nieve, velocidad, etc.
Estos movimientos serán los que nos darán la estabilidad, equilibrio y control de los esquís en todo momento. Si combinásemos todos estos desplazamientos en una secuencia de vídeo, veríamos como al cambiar de unos a otros, el esquiador pasaría en todo momento por la posición base antes comentada.
3. CONTROL DE VELOCIDAD
En muy aconsejable tener en todo momento el control de nuestra velocidad, y una de las formas mediante la cual podremos conseguirlo es a través de giros cortos derrapados. Un radio de giro corto nos aportará más control de la velocidad mediante el derrape y más control en pendientes pronunciadas gracias a que tendremos un cambio de canto del esquí más rápido.
El giro corto tiene relación directa con nuestro radio de giro, pudiendo realizar nuestros virajes de más amplitud a menos amplitud.
4. RADIO DE VIRAJE
¿Qué es el radio de giro? Como la misma palabra implica, es la distancia del radio de nuestra circunferencia respecto a nuestro giro pudiendo clasificarse en: largo, medio o corto.
5. TIPOS DE VIRAJES
5.1. Viraje Fundamental
Su nombre puede que no nos diga nada, pero seguramente sea el viraje más utilizado por la mayoría de los esquiadores. Como su nombre bien indica hace referencia a la base, los principios o los cimientos de un viraje. Es la evolución de la cuña al paralelo, por eso esquiadores no experimentados suelen usarlo mucho. Esto no significa que esquiadores más experimentados no lo utilicen ya que es un viraje muy cómodo de realizar y utilizar, sobre todo en nieves difíciles o en descensos de montaña después de una larga fatiga tras desplazarlos con esquís de travesía y peso.
EJECUCIÓN
Se parte de la posición base realizando una diagonal, flexionados y con los esquís paralelos, una vez vayamos a iniciar el giro haremos un movimiento de extensión en nuestro eje vertical a la vez que abrimos los esquís en forma de cuña orientando nuestro cuerpo a la máxima pendiente. En este momento nos encontraremos frente a la pendiente, y poco a poco iremos reuniendo nuestros esquís mientras volvemos a nuestra posición flexionados, terminando el giro derrapando.
Una vez hayamos terminado nuestro viraje nos encontraremos en una nueva diagonal, volviendo a ejecutar los mismos pasos para encadenar el siguiente viraje al lado contrario. Este viraje no se marca con clavado de bastón.
5.2 Viraje en paralelo vertical
Este viraje es la evolución del viraje Fundamental, diferenciándolo en que en este viraje esquiaremos en todo momento con nuestros esquís en paralelo como su nombre bien indica.
La finalidad es ir cerrando nuestra cuña cada vez más hasta conseguir entrar y salir de la curva con los esquís juntos. Esto nos beneficiará creando una mayor base de apoyo hundiéndonos menos, y permitiéndonos esquiar con mayor facilidad y comodidad. Este tipo viraje es aconsejable para todo tipo de nieves sobre todo en polvo y nieves duras.
EJECUCIÓN
Se parte de la posición base realizando una diagonal, flexionados y con los esquís paralelos, una vez vayamos a iniciar el giro haremos un movimiento de extensión en nuestro eje vertical a la vez que orientando nuestro cuerpo a la máxima pendiente a través de una rotación anticipada del tronco. En este momento nos encontraremos frente a la pendiente, y poco a poco iremos reuniendo nuestros esquís mientras volvemos a nuestra posición flexionados, terminando el giro derrapando.
Una vez hayamos terminado nuestro viraje nos encontraremos en una nueva diagonal, volviendo a ejecutar los mismos pasos para encadenar el siguiente viraje al lado contrario.
Este viraje si se marca con clavado de bastón. Sirve para marcarnos el viraje justo antes del momento de su ejecución, más exactamente, justo antes del momento de nuestra extensión para iniciar el giro. El clavado de bastón es muy importante realizarlo en su momento justo y de manera sutil evitando grandes movimientos de brazo. Como en la diagonal nos encontraremos en posición base, con nuestros brazos ligeramente abiertos simplemente haremos un movimiento de muñeca hacia el interior de nuestro arco de giro.
5.3 Viraje en paralelo por salto o salto de cola
Como indica su nombre es un viraje en paralelo por salto, muy utilizado en la vieja escuela cuando se esquiaba con esquís de larga longitud debido a su enorme radio de giro. Era, y sigue siendo hoy en día, una de las formas más rápidas de hacer un cambio de cantos. Muy utilizado en nieves duras o muy duras en terrenos muy técnicos, pendientes muy pronunciadas o zonas estrechas como corredores. Es un viraje muy físico y técnico ya que en muchas ocasiones al realizar el salto para cambiar de lado debemos quedarnos estáticos en el mismo lugar donde caigamos, a esto va sumado el esfuerzo que tendremos que realizar en el salto mientras giramos en el aire a la misma vez.
EJECUCIÓN
Se parte de la posición base, flexionados y con los esquís paralelos normalmente sin diagonal, y una vez vayamos a iniciar el giro marcaremos nuestro giro con el clavado de bastón. Haremos un movimiento de extensión en nuestro eje vertical muy exagerado y enérgico para conseguir realizar un salto a la vez que orientamos nuestro cuerpo a la máxima pendiente, haciendo una rotación anticipada del tronco al mismo tiempo. Esto hará que nuestro cuerpo tienda a cambiar de lado a la vez que saltamos.
Una vez hayamos terminado nuestro viraje nos encontraremos en una nueva diagonal, volviendo a ejecutar los mismos pasos para encadenar el siguiente viraje al lado contrario.
En este viraje el clavado de bastón obtiene un papel muy importante ya que lo utilizaremos como eje de rotación, similar como si fuese un compás.
5.4 Viraje stem cristiana
Este viraje puede llevarnos a equivoco confundiéndolo con el viraje Fundamental. Su significado viene de Stem, que es apertura cuña, y cristiania, que es paralelo. Seguramente su nombre muchos no lo hayáis escuchado nunca pero sí que lo habréis realizado alguna vez sin saberlo.
Consiste en un viraje en cuña terminando el paralelo igual que el Fundamental, pero con la diferencia que en este caso levantamos los esquís ligeramente del suelo por eso se dice que un viraje más avanzado y dinámico. Es un viraje que bien ejecutado es muy elegante. Es muy útil utilizarlo en nieves difíciles como nieve primavera o polvo pesado.
EJECUCIÓN
Se parte de la posición base realizando una diagonal, flexionados y con los esquís paralelos, y una vez vayamos a iniciar el giro haremos un movimiento de extensión en nuestro eje vertical a la vez que abrimos solamente el esquí del monte levantándolo ligeramente del suelo. Apoyaremos la mayor parte de nuestro peso en él, de esta manera podremos reunir con mayor facilidad el esquí del valle junto al otro buscando el paralelo en la línea de máxima pendiente. Tras este movimiento volveremos a nuestra posición flexionados, terminando el giro derrapando.
Una vez hayamos terminado nuestro viraje nos encontraremos en una nueva diagonal, volviendo a ejecutar los mismos pasos para encadenar el siguiente viraje al lado contrario.
5.5 Adaptación del viraje a tipos de nieve
Todos sabemos que dependiendo del tipo de nieve que nos encontremos es más fácil y disfrutón o más difícil o exigente nuestro descenso. Algo muy importante si vamos a realizar esquí de montaña es entrenar nuestra técnica de bajada igual que entrenamos la de ascenso. Es conveniente conocer diferentes técnicas de descenso para poder adaptarlas en todo momento al tipo de nieve que haya: polvo, primavera, costra, dura, mixta, etc., de esta manera haremos de nuestra actividad una salida perfecta.
6. ERRORES COMUNES
Existen varios errores comunes que suelen detectarse, conociendo ahora cual es la posición base de un esquiador, en los movimientos referentes a nuestros ejes corporales y que podremos autocorregir para mejorar notablemente nuestra técnica de descenso. Algunos de estos errores son:
- Mala posición base respecto a nuestros esquís (eje vertical), desplazando nuestro cuerpo hacia detrás, levantando ligeramente las espátulas de nuestros esquís y perdiendo así contacto con el suelo, lo que dificulta nuestro giro.
- Falta de flexión, impidiendo realizar un buen movimiento de flexión-extensión en nuestro eje vertical. De esta manera no podremos descargar nuestro peso de los esquís dificultando el cambio de cantos en nuestro giro.
- Pierna del valle sin flexión, llamada también pata pirata. La flexión de nuestras piernas también actúan como muelles absorbiendo las irregularidades del terreno. Si llevamos la pierna del valle demasiado estirada nos provocará inestabilidad, dificultad en el desarrollo del giro, sobre carga, etc.
- Ajuste de botas. Es importante ajustarse bien los cierres ya que es sobre quien ejecutaremos las cargas y los apoyos correspondientes para poder realizar los giros.
- Tren superior demasiado estirado. Como se ve en la posición base y base perfeccionada hemos de adaptarnos al lugar y a la velocidad que llevemos. A más pendiente y más velocidad, más adaptaré la curvatura de mi espalda, ayudándome así a minimizar nuestro punto de gravedad y a adoptar una posición más aerodinámica, haciéndola mucho más estable sobre los esquís.
- Mala posición de los brazos. Los brazos junto con nuestros bastones nos ayudan a estabilizarnos, por eso hemos de llevarlos ligeramente abiertos en una posición lo más natural posible. Esta apertura también nos ayudará en la técnica de clavado de bastón, muchas menos preciada, siendo muy importante en la ejecución de los virajes.
- La mirada. Hemos de evitar mirarnos a los esquís. Debemos de acostumbrarnos a mirar al frente, siempre en la dirección donde nos dirigimos. Esto hay que hacerlo por varios motivos, uno para ver que nos podemos encontrar y segundo que sin querer al ir mirándonos las espátulas de los esquís podemos modificar sin darnos cuenta nuestra posición correcta de esquí.