Nicolás Almagro fue incapaz de frenar la fuerza de la naturaleza en la que se convierte Rafael Nadal cada vez que pisa la pista central de Roland Garros, donde este martes se vio doblegado por 6-1, 6-1 y 6-1 en una hora y 44 minutos.
Nadal se clasificó para las semifinales por cuarto año consecutivo y Almagro se mostró impotente para frenarle, negativo para variar el ritmo de juego que adquirió el partido, sobre todo por su ineficacia con el servicio, con el que había hecho un promedio de 20 directos por partido, y que este martes perdió en ocho ocasiones.
Almagro solo conectó tres aces y notó en exceso esta cantidad de puntos gratis menos. Además no supo aprovechar ninguno de los cinco puntos de ruptura de que dispuso.
“Uno, uno”, gritó Almagro al conseguir el primer saque directo cuando iba 3-0 abajo en el segundo set, y luego anotó otro más a continuación, que no obstante le sirvió de poco.
José Higueras, entrenador del suizo Roger Federer, contempló la exhibición de Nadal en la pista, observando el demoledor trabajo que ejerció el de Manacor. También presenció el partido, en la tribuna, el presidente de la Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz, con quien Nadal y varios jugadores más han mantenido una dura polémica.
El encuentro comenzó con todo a favor de Nadal. Cánticos en inglés, español y francés por parte del público para felicitarle por su 22 cumpleaños, y sensación de aturdimiento y falta de acoplamiento de Nico a una pista como la Philippe Chatrier, que pisó este martes por primera vez, con unos fondos más grandes que el resto de las del complejo, a las que él parece más acostumbrado.
Nadal salió como un bólido de Fórmula Uno, preparado para la batalla contra el jugador que más partidos lleva ganados sobre tierra este año (29) y contra el primer diestro que se enfrentaba. Y de inmediato su presencia, y sobre todo esa carga de efecto liftado que sabe imponer, “hace que las bolas boten seis metros”, dijo Almagro.
“Ha pasado por la pista central un jugador llamado Nadal muy superior a mi”, reflejó Almagro, quien no dudó en admitir que, visto lo de este martes, se encuentra un peldaño más abajo de “Rafa, Djokovic, Federer y David (Ferrer)”.
“Tenemos campeón de Roland Garros por mucho tiempo. He perdido en cuartos con el próximo ganador de Roland Garros en muchos años. Puede defender el titulo aquí tantas veces como pueda y quiera”, expresó el murciano, que no obstante se va de París con un gran botín: 132.500 euros de premio, y billete para los JJOO de Pekín, aunque de ganar este martes se hubiera colocado el lunes como cuarto jugador del mundo.
Tarta de regalo por su cumpleaños
Nadal recibió a la salida de la pista una tarta de fresas con dos velas, símbolo de sus 22 años. Otra después, tras la conferencia de prensa, y un cuadro con su figura de la pintora francesa Frederique Lorain.
Esa vigésimo sexta victoria consecutiva de Nadal en Roland Garros le lleva ahora de nuevo a las semifinales contra el mismo al que derrotó el pasado año, el serbio Novak Djokovic, que este martes completó el trámite contra el letón Ernest Gulbis, de 19 años, y 80 del mundo, al vencerle por 7-5, 7-6 (3) y 7-5 en tres horas y siete minutos.
Antes de ese partido, Nadal tendrá ahora dos días seguidos para poder descansar, después de un comienzo de torneo en el que se vio apremiado por los cambios de programación por la lluvia. “!Dos días de descanso¡”, exclamó, “son cosas que pasan en los torneos del Grand Slam de dos semanas. De momento estoy contento por sobrevivir”.
En los diez encuentros que Nadal y Djokovic han disputado, con 7-3 para el español, el serbio jamás ha podido ganarle sobre tierra. En Roland Garros, Nadal le ha superado en dos ocasiones, 2006 y 2007, en Roma una, en 2007, y esta temporada en las semifinales de Hamburgo, hace dos semanas, por 7-5, 2-6 y 6-2.