El español Fernando Alonso (McLaren-Mercedes), crecido tras su segundo puesto en el Gran Premio de Gran Bretaña, que le permitió situarse a doce puntos del líder del Mundial de Fórmula Uno, el británico Lewis Hamilton, afronta el de Europa, este fin de semana en el Nürburgring alemán, con el objetivo de acercarse aún más a su compañero de equipo.
Hamilton lidera el campeonato con esos doce puntos de margen sobre Alonso, 18 sobre el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), ganador de las dos últimas carreras disputadas (Francia y Gran Bretaña), y 19 respecto al compañero de éste, el brasileño Felipe Massa.
Fernando Alonso, cuyo último triunfo lo obtuvo en Mónaco, rompió hace dos semanas una racha negativa de resultados respecto a Lewis Hamilton. En el circuito de Silverstone, el español acabó por fin por delante de su compañero y rival, lo que le permitió recortar en dos puntos una desventaja que era de 14 tras la carrera de Magny-Cours.
Esta inversión de la tendencia ha hecho que Alonso afronte de otra manera el Gran Premio de Europa. El objetivo es claro: dar caza a Hamilton, un piloto que tras ganar sucesivamente en Canadá y Estados Unidos ha entrado en una dinámica diferente, en buena media por el resurgimiento del equipo Ferrari, y más concretamente del que pilota Kimi Raikkonen.
Sin embargo, el margen que Hamilton ha ido acumulando sigue siendo amplio. El británico, que no se ha bajado del podio en sus nueve primera carreras, sigue sin fallar, al menos con estrépito, y en Alemania pretende seguir absorbiendo el protagonismo.
Raikkonen no las tiene todas consigo en el Nürburgring, un circuito que no le trae muy buenos recuerdos. Por eso, tratará de romper en Alemania un maleficio que lo persigue: nunca ha conseguido ganar tres carreras consecutivas.
El escandinavo aún no sabe lo que es ganar en el Nürburgring -tiene un tercer puesto en 2002 como mejor resultado-, un trazado en el que hasta en dos ocasiones vio como se quebraba la posibilidad de encadenar tres triunfos consecutivos.
El más recordado de todos fue el que vivió en el Gran Premio de Europa de 2005, cuando tuvo que abandonar en la última vuelta, cuando era líder, debido a la espectacular rotura de la suspensión delantera derecha de su McLaren-Mercedes.
El ganador de la carrera fue Fernando Alonso, entonces al volante de un Renault R25. El español, tras saber que Raikkonen tenía muy castigado el neumático delantero derecho, acosó a éste de tal manera que todo el conjunto que lo sujeta estalló por las aires cuando ya casi podía divisarse la línea de meta.
En casa de Mercedes-Benz
Alonso, además, corre este año en casa. Buena parte de los empleados de Mercedes-Benz de Stuttgart acuden en masa al Nürburgring para ver las evoluciones de los pilotos de McLaren.
La novedad en la parrilla de la décima carrera del campeonato será la presencia del alemán Markus Winkelhock, que será el segundo piloto del equipo Spyker este fin de semana. Sustituye en el equipo Spyker al holandés Christijan Albers, despedido tras el Gran Premio de Gran Bretaña.
La presencia del germano, de 27 años, hace que en el Nürburgring haya este fin de semana cinco pilotos alemanes. Lo otros cuatro son su compañero equipo, Adrian Sutil, Ralf Schumacher (Toyota), Nico Rosberg (Williams-Toyota) y Nick Heidfeld (BMW Sauber).