Argentina completó su brillante primera fase del Campeonato del Mundo de Sudáfrica como líder del Grupo B tras sumar un nuevo triunfo, esta vez sobre Grecia (0-2), en un encuentro en el que los de Maradona apenas encontraron oposición en un rival que necesitaba la victoria y no hizo nada para conseguirla.
Se estrenó Messi como capitán de la albiceleste en detrimento de la brujita Verón, y aunque algo más gris de lo que había estado hasta ahora en este Mundial, volvió a ser determinante. Al astro argentino le tocó buscar la pelota demasiado lejos del área, apartado de la zona donde acostumbra a multiplicar el peligro, pero su continua movilidad acabó por convertirle como siempre en protagonista.
En ausencia del desequilibrio de Messi, Argentina reposó durante la primera mitad en el equilibrio de Verón y Mario Bolatti. Así se puede explicar la falta de profundidad de los de Diego Armando Maradona, con una circulación demasiado lenta para lo que exige la barrera griega, ajena a sus necesidades.
Pero la albiceleste no necesitaba más para quedar como primera de grupo. Ya desde los prolegómenos lo había dejado claro, introduciendo siete cambios con respecto a los anteriores choques. La preocupación era evitar el desgaste y ahorrar fuerzas de cara a los octavos de final, donde ya esperaba México.
De quien sí extrañó el planteamiento fue de Otto Rehhagel, que aun necesitado de goles y el triunfo no mostró malas intenciones respecto a la portería de Sergio Romero. Grecia mantuvo la racanería que le ha llevado a caer en picado desde que se proclamara campeona de Europa, y esta vez su caída deja aroma a fin de ciclo.
Sin tener nada más que ganar fue Argentina la que más puso en juego. Alternando la solidez de sus centrocampistas con los chispazos de sus delanteros, los de Maradona cercaron el gol al final de la primera parte, pero no fue hasta los últimos minutos del encuentro cuando llegaron los goles.
Verón primero y Messi después, pudieron abrir el marcador al filo del descanso, pero hubo que esperar a la recta final para derribar la muralla helena. Fue un héroe poco habitual, Demichelis, quien hiciera los honores al remachar un disparo que previamente le había taponado Milito. El gol era la única evidencia que le faltaba a la superioridad argentina.
Tanto fue así, que hubo incluso tiempo para dar la alternativa a Martín Palermo. A sus 36 años, El Loco hizo su debut en una cita mundialista y, haciendo honor a ese sobrenombre que le bautiza como 'optimista del gol', lo hizo con un tanto. El veterano ariete remató a placer un balón que quedó muerto tras parada de Tzorvas a disparo de Messi. El ariete barcelonista buscó el broche con ahínco, pero la portería rival es lo único que se le resiste en este Mundial.
Ficha técnica
Resultado: Grecia 0- Argentina 2
Equipos:
Grecia: Tzorvas; Vyntra, Moras, Kyrgiakos, Torosidis (Patsa, min.56), Tziolis, Papadopoulos, Papastathopoulos, Samaras, Karagounis (Spyropoulos, min.46), Katsouranis (Ninis, min.55).
Argentina: Romero; Demichelis, Clemente Rodríguez, Burdisso, Otamendi, Bolatti, Verón, Maxi Rodríguez (Di María, min.63), Messi, Agüero (Pastore, min.77), Diego Milito (Palermo, min.80).
Goles:
0 - 1, min. 78: Martín Demichelis.
0 - 2, min. 89: Martín Palermo.
Árbitro: Ravshan Irmatov (UZB). Amonestó con tarjeta amarilla a Katsouranis (min.30) por Grecia, y a Bolatti (min.76) por Argentina.
Estadio: Peter Mokaba.