Del Bosque, el seleccionador afable que llevó a España al Olimpo

El salmantino Vicente del Bosque, de 59 años y ligado al Real Madrid como jugador a finales de los 70 y principios de los 80, y como técnico en la reciente época dorada del club, se convirtió el 11 de julio del 2010 en una leyenda del fútbol nacional al ser el primer seleccionador en llevar a España a lo más alto con el título cosechado en el Mundial de Sudáfrica.

Un hombre de personalidad serena, amigo de calmar ánimos y nada esperpéntico, ha sabido aunar lo mejor de la etapa anterior con sus ideas futbolísticas. Tras hacer una lista de convocados meditada y con poco lugar a las dudas, Del Bosque ha demostrado que no sólo es un buen gestor de vestuarios, sino que sabe actuar antes, durante y después de los partidos.

Las dudas sobre el estado físico de Fernando Torres y Cesc Fábregas fueron quebradero de cabeza para Del Bosque durante la concentración. Pero él, que siempre escucha, reflexiona y atiende a todos, no ha dado lugar a la sospecha dentro del grupo ni con las dolencias de ambos ni con uno de los temas candentes cuando comenzó la cita sudafricana, el doble pivote.

“Si fuera jugador de fútbol ahora mismo, me gustaría ser como Busquets”, sentenció el seleccionador en una rueda de prensa. El salmantino siempre ha defendido a la dupla formada por el catalán y Xabi Alonso en el centro del campo, y parece que no le ha ido mal. Además, en el ataque, ha sabido variar y meter a extremos como Pedro y Navas -ante Suiza o Alemania- o tirar a Villa a la izquierda con Torres en punta.

Aciertos del técnico

Los nostálgicos que añoraban el fútbol de la Eurocopa de hace dos años han ido rindiéndose a la realidad. Los futbolistas con los que cuenta España son de tanta calidad que el buen fútbol, el combinativo con llegada luce casi sin querer. Además, las sustituciones durante los enfrentamientos también han sido casi perfectas, como la de Llorente ante Portugal en los octavos de final.

Su capacidad para aunar sentimientos de agrado en torno a su perfil y habilidad para manejar los entresijos de un vestuario tan complejo como el del Real Madrid, apagando egos personales para situar por encima al equipo, ya llamaron la atención a la Federación. Tarde o temprano, Del Bosque sería seleccionador nacional. Máxime cuando alcanzó el cargo de director deportivo de la RFEF quien fue su capitán en el equipo blanco durante años, Fernando Hierro.

Durante esta etapa, que seguirá como mínimo hasta la Eurocopa del 2012, Del Bosque ha ganado treinta partidos entre amistosos, fase de clasificación, Mundial y Copa Confederaciones y sólo ha perdido dos, ante Estados Unidos en la Copa Confederaciones y contra Suiza en el debut mundialista.

En definitiva, unos números que hablan por sí solos, como su palmarés. Dos Champions, dos Ligas de España, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y, por supuesto, el Mundial de Sudáfrica cosechado en el Soccer City de Johannesburgo.