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Cristo Marrero paga la cuenta

A Cristo Marrero le toca pagar una cena a todos sus compañeros. El CD Tenerife, altamente efectivo, se impuso este sábado en el derbi canario, ante una UD Las Palmas dispersa, y el capitán blanquiazul tendrá que cumplir su promesa, en caso de victoria, de invitar a la plantilla. En un duelo intenso, en un envite de alto voltaje por los sentimientos que acompañan a los tres puntos en juego, lo más relevante, las jugadas que marcaron el resultado, se compensaron en un corto periodo de tiempo. Justo lo que pasó del minuto 21, en el que el árbitro Pino Zamorano anuló un gol legal a Gerardo, al 32, cuando Alfaro batió a Santamaría y estableció el definitivo 0-1.

Un derbi no dura 90 minutos. Dura una eternidad. Se incuba desde que terminan los encuentros anteriores de los dos contendientes. Luego, con gozo o sufrimiento por su resultado, se estira temporalmente hasta el siguiente duelo, hasta que un nuevo marcador dicta sentencia entre los dos rivales. Y para ganar partidos de este calibre, donde hay tanta pasión, donde se ponen todos los sentimientos sobre el tapete, todo cuenta para ganar. Palabras, gestos, retos, motivaciones, apuestas, piques. Todo vale para sumar y entrar al terreno de juego con más puntos a favor, con más ingredientes capaces de agigantar la figura y leyenda de cualquiera.

Durante la semana, durante cada uno de los días previos al derbi, los mensajes que surgieron desde el vestuario del CD Tenerife siempre fueron claros y contundentes. Se habló de prestigio, de ganas de revancha, de justicia, de promesas en caso de victoria. En definitiva, se dejó patente que existía un objetivo irrenunciable, que se había trazado una ruta de hoja impoluta y que se sabía cómo acometer, a la perfección, el itinerario hacia la victoria. El recado, por tanto, era diáfano. La meta era el desquite por el gol, en el penúltimo derbi, de Marcos Márquez en el minuto 95 de un encuentro que habían dominado, y ganar.

En la UD Las Palmas, al contrario, se le otorgó la condición de favorito al CD Tenerife. Con la prudencia por bandera, tras el triunfo balsámico del pasado fin de semana en Ipurua, en las filas amarillas se le colgó al duelo la etiqueta de un partido más. Sólo tres puntos en juego. Y el mensaje caló. Penetró en el CD Tenerife, que se presentó en el Estadio de Gran Canaria creyéndose superior. Y horadó en la fe de la UD Las Palmas, que sólo se sintió cómoda durante el partido cuando sobresalía el barullo, en el jaleo, cuando los impulsos borraron del mapa las cualidades de cada uno, cuando el juego pasó a un plano secundario.

Con ese empuje, en el inicio, la UD Las Palmas fue capaz de arrinconar al CD Tenerife. Un cabezazo de Pablo Sánchez, en el minuto 10, probó la capacidad de Sergio Aragoneses en la portería blanquiazul. El guardameta gallego respondió con buena nota: despejó el balón a córner y dejó claro a toda la plantilla amarilla que, este sábado, habría rozar la perfección para batirle. Once minutos después, Pino Zamorano, bajo la recomendación de un árbitro asistente, anuló un gol legal a Gerardo. Así lo reflejaron las imágenes de televisión.

Y después de eso, el CD Tenerife se puso manos a la obra. La primera tarea fue desconectar el arreón de una UD Las Palmas dispersa, en la que sólo Sergio Suárez fue capaz de poner algo de criterio al juego. Bien amarrados los impulsos en las filas amarillas, el siguiente paso del equipo de Oltra fue apoderarse de la pelota. Y lo hizo. Tanto, que primero se aproximó a la portería de Santamaría con peligro (Nino, min. 14) y después, en un balón largo de Sergio Aragoneses que, por error, López Ramos prolongó para atrás y Alfaro convirtió en el gol, para hacer el 0-1.

El tanto dejó grogui a la UD Las Palmas durante unos minutos. Tanto que el CD Tenerife adelantó líneas y parecía tan cómodo como para rematar la faena. Pero, entre ciertos temores, reculó y el equipo de Juan Manuel Rodríguez, con más ganas que aptitudes, apretó y antes del descanso volvió a enseñar los dientes. El intermedio, incluso, parecía un buen estado para que el conjunto grancanario tomara refuerzas, aclarara ideas y regresara al césped con, al menos, una idea clara de cómo neutralizar al rival.

Sin alteraciones

Pero el segundo acto arrojó más de lo mismo. Juan Manuel Rodríguez dejó en la caseta a Sergio Suárez para acumular, con Saúl, más pegada cerca de la portería de Aragoneses. El plan no alteró el curso del partido. El CD Tenerife volvió a dejar claro que, ante cualquier situación, con pelota o sin pelota, con criterio o con insensatez en el juego, tenía soluciones para todo.

Sólo con la entrada al terreno de juego de Jorge Larena y David González, y con la combinación entre ambos, la UD Las Palmas llegó a ponerse a la misma altura de un CD Tenerife que, con el reloj en marcha hacia el minuto 90, comenzó a sestear, a tratar de anestesiar el ritmo del encuentro, a ceder metros. En conclusión, a proteger la portería de Aragaoneses para no volver a salir, como ocurrió en abril, con un sólo punto de botín del Estadio de Gran Canaria.

La situación la tenía tan controlada el CD Tenerife que la única ocasión de peligro que tuvo que soportar llegó tras un disparo, a su propia portería, de Ezequiel Luna -inmenso durante todo el encuentro-, que repelió la cruceta (min. 75). El susto sirvió para que Oltra, escarmentado tal vez por el recuerdo de aquel tanto de Marcos Márquez en la prolongación, rellenara con hormigón su equipo, al dar entrada al terreno de juego Óscar Pérez y Pablo Sicilia.

El partido, en el último suspiro, dio para poco más. Sólo para que Nino estuviera a punto de finiquitar el duelo en un mano a mano en el que Santamaría salió vencedor, para que el CD Tenerife fuera capaz de exorcizar los recuerdos del anterior descuento en el Estadio de Gran Canaria y para ver a Cristo Marrero, a pesar de que no entró en acción, a pesar de que ni olió la pelota, correr feliz por el césped de Siete Palmas al término del partido. Su última visita, como futbolista blanquiazul, a Gran Canaria acabó con fiesta. No pasa nada. La cuenta la paga él.

Ficha técnica

UD Las Palmas (0)CD Tenerife (1)

UD Las Palmas: Santamaría; David García (David González, min. 66), Samuel, López Ramos, Dani López; Pablo, Miguel García, Gustavo (Jorge, min. 55), Gerardo, Sergio (Saúl, min. 46); y Marcos Márquez.

Entrenador: Juan Manuel Rodríguez.

CD Tenerife: Aragoneses; Bertrán, Manolo Martínez, Luna, Héctor; Ricardo, Richi (Sicilia, min. 85); Juanlu, Alfaro (Óscar Pérez, min. 74), Ayoze (Kome, min. 68); y Nino.

Entrenador: José Luis Oltra.

Gol: 0-1, min. 31: Alfaro.

Árbitro: Pino Zamorano (castellano-manchego). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Gerardo; así como a sus adversarios Richi, Beltrán y Ricardo

Incidencias: Partido disputado en el Estadio de Gran Canaria, correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Adelante, ante un total de 26.131 personas.