El tenista serbio Novak Djokovic se adjudicó el Abierto de Basilea (Suiza), torneo puntuable con 500 puntos en el circuito masculino, al vencer en la final al tenista local y número uno del mundo, Roger Federer, que cedió en su torneo predilecto en tres sets (6-4, 4-6 y 6-2) tras dos horas y diez minutos de juego.
El balcánico, que llegaba a esta cita en una situación mucho más delicada por el cansancio acumulado que en el caso del helvético, se resarció de sus dos derrotas precendentes entre ambos -en el Masters 1000 de Cincinnati (Estados Unidos) y en las semifinales del US Open-, y avisó de sus intenciones de cara al certamen de Maestros de Londres, previsto a partir del 22 de noviembre.
El segundo favorito en el tapete suizo se enfundó la primera manga tras certificar el único break del acto, en el que primaron los continuos errores no forzados de ambos jugadores. En el segundo parcial, y pese a la ruptura inicial en favor de Nole, fue Federer el que volteó la situación y el que puso las tablas en el marcador al acelerar el ritmo de su juego y al profundizar en sus restos.
En el set definitivo, la guerra psicológica volvió a caer del lado del de Belgrado, que repitió el guión precedente al romperle al suizo nuevamente el servicio, esta vez por partida doble, del tricampeón en el Swiss Indoor, que contribuyó en la derrota tras mostrarse irregular en los largos peloteos y obsesionado con su revés cortado.
De este modo, Djokovic alcanzó su cuarta corona de la temporada tras las cimentadas en Dubai y Pekín, ambas de categoría 500, y en su tierra natal en la capital serbia, con 250 puntos de valor, con lo que sale fortalecido moralmente antes de partir este lunes hacia el Masters 1000 de París, que servirá como antesala antes de despedir la temporada en Londres.