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Ferrer lleva a España a su 9ª final de la Copa Davis

Isner consiguió poner en jaque la condición de favorito de Ferrer al comienzo del encuentro, conectando golpes potentes que arrinconaban al español y le obligaban a jugar con el revés. El americano fue de menos a más, pero Ferrer tenía problemas con su derecha, lo que decidió la primera manga a favor del americano en el 'tie-break' (6-7).

Pese al empuje inicial, el mejor jugador del combinaodo norteamericano se iba desinflando y se mostraba errático. El de Jávea aprovechó esta circunstancia para hacer correr a su rival por la pista, lo que debido a su gran altura le perjudicaba. Tras comenzar el segundo set como un ciclón (3-0), no cedió en su saque y empató el partido tras el 6-3.

El tercer set comenzó en la misma línea que el primero, con ambos tenistas defendiendo su servicio a capa y espada, pero un momento de dudas e imprecisión provocó la primera rotura de la manga a favor del alicantino (4-3) con un juego en blanco. El gran momento de forma de Ferrer chocaba con las sensaciones negativas de Isner, que veía como su rival se mostraba implacable para cerrar el tercer asalto (6-4).

Ferrer no dio tregua.

Con el comienzo de la cuarta manga, el partido se puso totalmente de cara a los intereses españoles cuando Ferrer consiguió su quinto punto de 'break' en el segundo servicio del norteamericano. El líder de la 'Armada' se abría paso con su mejor tenis, combinando golpes ganadores y dejadas y dejando al de Carolina del Norte a su merced.

Sin embargo, con todo en contra, Isner sacó fuerzas de flaqueza al intentar salvar su segunda rotura en el quinto juego del set. Tras remontar un 40-15 consiguió una ventaja a su favor, pero un 'passing' criminal del jugador local y dos bolas a la red del estadounidense abrieron la brecha definitiva (4-1).

Tras no ceder en su servicio y volver a romperle el servicio a su rival, David Ferrer, que aventuró que no se veía jugando esta edición de la Copa Davis, ha sido el abanderado para conducir a España a su novena final, la cuarta en cinco años. El último obstáculo ante la gloria será el vencedor de la semifinal entre Argentina y República Checa.