Once meses de prisión y dos años sin poder conducir. Es la pena que ha solicitado este miércoles la Fiscalía para el futbolista de la Unión Deportiva Las Palmas Sergio Araujo, a quien acusa de un delito contra la seguridad vial y otro de desobediencia por negarse a realizar una prueba de alcoholemia en un control de la Guardia Civil el pasado lunes sobre las 07.45 horas.
El abogado de la UD Lino Chaparro, que ha defendido al delantero argentino, ha negado los hechos que le imputan a su representado y ha pedido su libre absolución, al considerar que no existen pruebas que lo incriminen.
La negativa de Araujo a firmar una sentencia de conformidad ha impedido la celebración del juicio rápido, previsto para este miércoles a las 09.30, por lo que la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Telde, Virginia Peña, ha decretado la apertura de juicio oral. El nuevo señalamiento ha quedado fijado para el próximo miércoles 26 de octubre y se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 2 de Las Palmas de Gran Canaria.
Los juzgados de Telde han vivido este miércoles una jornada frenética con una expectación mediática inusual, con 30 profesionales acreditados, entre periodistas y gráficos. Siete horas después de la hora prevista de inicio del juicio rápido se ha celebrado una vista en la que el Ministerio Público ha leído su escrito de acusación. La defensa, que tiene un plazo de cinco días para alegar, se opuso radicalmente y pidió la absolución de Araujo.
A pesar de que no habían sido citados, los guardias civiles que instruyeron el atestado tuvieron que acudir a los juzgados de la Ciudad de los Faycanes para declarar a petición de la defensa del delantero argentino, circunstancia que retrasó aún más las diligencias.
Según el relato de los agentes, explicado por el fiscal en la vista, el incidente se produjo sobre las 07.45 horas del pasado lunes en el punto kilométrico 19 de la autopista GC-1, en dirección a Las Palmas de Gran Canaria. El BMW en el que viajaba Sergio Araujo se encontraba parado en un carril de incorporación, “entorpeciendo la circulación”. Los guardias civiles aseguran que en ese momento el delantero argentino “se puso el volante y condujo el vehículo” unos metros para retirarlo del lugar y estacionarlo más adelante.
Los agentes procedieron entonces a practicarle la prueba de alcoholemia, ya que el delantero desprendía “olor a alcohol”. Siempre según la versión de la Guardia Civil, Araujo no sólo “se negó rotundamente”, sino que se dirigió a los agentes en los siguientes términos: “Yo no soplo, yo no conducía, son unos mentirosos. Son unos conos, en vez de ayudarnos, nos joden, son unos cabrones”. Posteriormente, mientras los agentes redactaban el atestado, el futbolista les habría dicho que se presentarían su padre y su abogado y que el presidente “lo solucionaría todo”.
Sergio Araujo va a sustentar su defensa en la falta de pruebas incriminatorias. El delantero argentino sostiene que era la persona que lo acompañaba quien conducía el vehículo y que se paró en el carril de incorporación porque se encontraba indispuesto tras haber comido en un local cercano. Según esta versión, Araujo sólo habría movido el vehículo unos metros siguiendo las instrucciones de los agentes a pesar de advertirles de que no se encontraba en condiciones de hacerlo. El argentino mantiene que los agentes le engañaron para practicarle la prueba de alcoholemia.
Las anécdotas de una larga mañana de espera a las puertas de los juzgados de Telde la han protagonizado varios menores. Un grupo de ellos ha aprovechado la media hora del recreo, sobre las 11.00 horas, para acercarse al edificio y entonar cánticos de apoyo al delantero, algunos de dudoso gusto. Otros dos, más pequeños, corrieron nada más salir del colegio, sobre las 14.00 horas, para intentar entrar en los juzgados y pedirle un autógrafo al delantero de la UD Las Palmas.