La UD Las Palmas disputará este domingo ante el Cádiz su último como local en un año 2023 soñado, para enmarcar, en el que consiguió el retorno a la Primera División, una categoría a la que se ha adaptado rápidamente y en la que compite de forma desahogada, todo lo contrario que su rival, a solo tres puntos de la zona de descenso.
El conjunto grancanario le ha cogido el pulso a la máxima categoría e incluso está más cerca de los puestos que dan derecho a disputar competiciones europeas la próxima temporada, aunque desde el vestuario se insiste en no desviarse del objetivo inicial, la permanencia en la categoría, que podría tener muy encarrilada en el caso de superar a un rival directo como el Cádiz.
Las Palmas ha recolectado muchos puntos cuando más lo necesitaba, dado el exigente calendario que le espera en enero, con las visitas, entre otros, de FC Barcelona y Real Madrid, y un derbi en Copa del Rey ante el Tenerife que siempre genera un desgaste, físico y emocional.
Frente al Cádiz, García Pimienta, entrenador del equipo amarillo, tendrá la baja obligada del lateral izquierdo titular, Sergi Cardona, y mantiene la duda del delantero Sandro Ramírez, recuperado de una nueva lesión muscular, aunque tendrá que valorar si fuerza su reaparición o prefiere reservarlo para el choque ante el Athletic en San Mamés, el próximo miércoles, último del año.
El sustituto natural de Sergi Cardona sería Sinkgraven, aunque en la Copa del Rey, ante el Tudelano, el técnico catalán optó por Benito Ramírez y situó al neerlandés como lateral derecho, donde pasó por muchas dificultades.
Por su parte, el Cádiz quiere ver la botella medio llena y, pese a no ganar un partido desde hace más de tres meses, confía en sumar por cuarta jornada consecutiva después de haber logrado tres empates seguidos, tres puntos que le permiten mantener la distancia sobre el primer equipo que ocupa posición de descenso, el Celta, que tiene 10 puntos por los 13 del conjunto que entrena Sergio González.
Los gaditanos igualaron a un gol ante el Mallorca y el propio Celta a domicilio y la última jornada, ante el Osasuna en el estadio Nuevo Mirandilla.
De cara a este partido, González prefiere olvidar el lastre de llevar doce jornadas seguidas sin ganar y centrarse en intentar dar la sorpresa en un campo complicado, siendo consciente de la buena temporada que lleva Las Palmas.
Para el duelo de equipos que visten de amarillo, el Cádiz ha recuperado al lesionado Romy Kouamé, lo que es una alegría para su entrenador, ya que hace algunas jornadas llegó a tener hasta media docena de bajas.
La semana pasada ya volvieron a la convocatoria una vez superadas sus respectivas dolencias el portero argentino Jeremías Conan Ledesma y los centrocampistas Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio.
El defensa central Víctor Chust también regresa una vez cumplido el partido de sanción que le impuso el Comité de Competición.
El centrocampista argentino Gonzalo Escalante, que lleva algunas semanas lesionado, continuará de baja.