No hay que dar más datos. Antonio Mata Olivera (Badajoz, 1968) jugó ocho temporadas en el Tenerife, disputó 235 partidos oficiales con la camiseta blanquiazul y marcó siete tantos. Pero sin necesidad de ofrecer más detalles, cualquier aficionado blanquiazul con cierta edad o un mínimo de conocimiento histórico sabe cuál fue (o es) “el gol de Antonio Mata”. Fue el gol que unos cientos de valientes gritaron en el Parken de Copenhague hasta quedarse sin voz, el gol con el que miles y miles de tinerfeños enloquecieron el 18 de marzo de 1997 delante de la televisión, el gol que eliminaba al Bröndby en el último minuto de la prórroga de una agónica eliminatoria de la Copa de la UEFA, el gol que ponía al Tenerife en las semifinales de la segunda competición continental, el gol que aún hoy, transcurridas más de dos décadas, todos los que lo vieron recuerdan sin necesidad de recurrir al vídeo o a Youtube... Fue (o es) el gol de Antonio Mata.
Aquella gélida noche, ante 40.000 daneses y un centenar de valientes que atravesaron media Europa en un acto de fe, Bröndby y Tenerife se citaron en el Parken para disputar el partido de vuelta de una eliminatoria en apariencia resuelta. El 0-1 logrado por los nórdicos en el Heliodoro invitaba al pesimismo. Y la notable marcha liguera de los blanquiazules –tras golear (4-0) al Barça y ganar (0-2) en Valladolid– aconsejaba centrarse en la competición doméstica. Pero Jupp Heynckes, entonces técnico de los blanquiazules, anunció batalla. “No nos rendimos”, dijo. Y alineó a: Ojeda; Llorente, Ballesteros, Antonio Mata, Motaung; Chano, Jokanovic, Vivar Dorado (Pablo Paz, 91’), Neuville (Kodro, 85’); Juanele (Alexis Suárez, 120’) y Pinilla. Y con ellos, el Tenerife impuso su ritmo. Y no tardó mucho en que su buen fútbol tuviera reflejo en el marcador: a los veinte minutos, Juanele firmó dos recortes llenos de magia y regaló el 0-1 a Pinilla.
Poco después, con la eliminatoria igualada, un remate de Llorente con el portero rival batido lo sacó el defensa Nielsen con el brazo. El árbitro, un belga llamado Michel Piraux, se comió el silbato. En la segunda mitad, otro disparo de Llorente se celebraba como gol cuando el balón se encontró con el larguero y luego botó sobre la línea. En la prórroga, Llorente volvió a ser protagonista, pero esta vez para sacar bajo palos un remate local. Y cuando el choque agonizaba y la tanda de penaltis amenazaba al Tenerife, Kodro fue derribado por Vilfort en el borde del área local. El árbitro señaló la falta, seis daneses formaron la barrera y Antonio Mata, Jokanovic y Chano definieron la estrategia. Así, Chano se colocó a tres metros del balón y amagó con el disparo potente, mientras Antonio Mata y Jokanovic permanecieron junto a la pelota para crear un gol que aún hoy, transcurridas más de dos décadas, permanece grabado en la memoria colectiva.
No hay que ir a Youtube para verlo: toquito en corto hacia la derecha para abrir el ángulo, Joka que para el esférico y Antonio que le pega con la diestra, con algo de rosca, no muy fuerte, pero sí muy colocado, para poner el balón pegadito al palo izquierdo de Krogh. Inalcanzable. Inolvidable.