El 'Granca' vuelve a caer en la Copa (78-72)

El Real Madrid cumplió con su cometido y superó los cuartos de final de la Copa del Rey de baloncesto (78-72) a costa de un Gran Canaria 2014, que fue un rival más que digno y obligó a los madridistas a pelear hasta el final para ganarse su derecho a medirse el sábado al Power Electronics Valencia en las semifinales.

Los de Ettore Messina dieron de esta forma el primer paso a un título que se les resiste desde 1993, pero todavía le quedarían un par más en los que le tocará sufrir tanto como este jueves, ya que al equipo insular no le pesó en absoluto el no haber ganado nunca un partido de la Copa del Rey.

En su séptima participación copera tampoco acusaron el hecho de medirse a uno de los grandes candidatos al título, ya que su único lastre fue su corta plantilla y la diferencia de presupuesto y banquillo, desde donde tuvo que ver el partido uno de sus mejores jugadores, su capitán Sitapha Savané.

Quizá el hecho de salir con todo a ganar les permitió saltar a la pista con ganas, garras e ilusión. Todo lo contrario que le sucedió al Real Madrid que salió pasado de revoluciones -hasta tres jugadores cometieron falta en ataque- y sin la concentración defensiva que reclamaba a voces su técnico. Jaycee Carroll, eléctrico y certero ponía el 9-14 y obligaba a Ettore Messina a pedir tiempo muerto y rotar efectivos.

Cambios

No cambió demasiado el escenario, ya que el relevo lo tomaron Nelson y Wallace y si Mirotic no hubiera sumado entretanto un triple sobre la bocina la diferencia había sido ya preocupante con apenas 10 minutos de partido disputados (14-21). Pero llegó la esperada reacción del Real Madrid, que en cinco minutos logró equilibrar de nuevo el partido (27-27) con un cambio radical sin pasar por quirófano.

Los blancos apretaron en defensa, cortaron las vías de pase a los amarillos y se asentaron debajo de ambos tableros, liderados por Carlos Suárez y Ante Tomic y con un Pablo Prigioni más inspirado que en los primeros minutos. Así, del 18-25 se pasó al empate a 27 y Mirotic y Reyes se unieron al carro para ampliar el parcial a un 13-2 (35-27).

Sin embargo, pese al golpazo, los de Pedro Martínez se levantaron del parqué, recuperaron sus mismas armas -principalmente Carroll-, volvieron a plantarse y acortaron distancias para marcharse a los vestuarios (39-34) todavía con sus aspiraciones en alto y su ilusión intacta. La misma con la que salieron para aprovechar un nuevo bajón del Real Madrid e ir pasito a pasito recortando la diferencia e incluso ponerse por delante con un triple de Wallace (43-44, min.24).

El partido entró en su fase más apasionante con los dos equipos a pleno rendimiento, Llull y Carlos Suárez percutiendo y Nelson y Wallace sacando la cara por los canarios que, aprovechaban cualquier resquicio para no perderle la cara al partido, lo que les permitió entrenar en el último cuarto a sólo 5 puntos (56-51).

Un triple de inicio de Sergio Rodríguez, que volvió a protagonizar muy buenos momentos, alargó la distancia a ocho y, aunque Carroll lo intentaba y nunca le perdió la cara al partido (30 puntos), echó en falta algo de ayuda de jugadores como Green para dar la campanada y ganar el partido, ya que al público se lo ganó de salida.