Cuando parecía que las negociaciones entre la UD Las Palmas y Manuel García Navarro iban a llegar, al fin, a un buen puerto, ha vuelto a estallar la guerra. El ex presidente interpuso dos demandas hacia la entidad de Pio XII, rompiendo una de las cláusulas de acuerdo, por lo que Miguel Ángel Ramírez soltó la bomba ante los micrófonos de la Cadena Ser.
“Había un jugador que se llamaba Derimas, por el que la UD de Navarro pagó mil millones de pesetas, pero el jugador nunca existió”. Con estas palabras el actual presidente de la Unión Deportiva Las Palmas acusaba a García Navarro de llevar a cabo una gestión fantasma hace diez años.
Ramírez aseguraba que lo que el ex presidente quiere únicamente es “salir en la prensa y tener sus minutos de fama” además de acusar a Navarro de querer destruir a la Unión Deportiva Las Palmas.
Este nuevo giro en el culebrón de la Ley Concursal amarilla aleja las posturas de ambas partes, lo que, al fin y al cabo, lo único que consigue es que se siga desviando la atención del aspecto deportivo, ese que tantas alegrías nos lleva dando las pasadas semanas.