La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Maradona se vuelve a jugar la vida

El médico personal de Diego Maradona dijo este jueves que el ex astro del fútbol no pudo soportar más la gran presión internacional por su fama, situación que derivó en una “explosión de su personalidad”.

“Es tan grande a veces la presión internacional sobre una persona que hay momentos en que la derivación y la explosión de su personalidad se va hacia cualquier lado”, dijo Alfredo Cahe, médico personal de Maradona, al ofrecer un parte sobre el estado de salud del ex futbolista, ingresado este miércoles en una clínica de Buenos Aires.

Los doctores que asisten a Maradona informaron de que el paciente evoluciona en forma “favorable”, que está “estable, compensado” y “sedado”.

Maradona fue ingresado de urgencia en la clínica a causa de una descompensación física sufrida por “desarreglos” de tipo alimentario y de consumo de alcohol que hicieron crisis mientras estaba en la casa de sus padres.

Los médicos insistieron en que los nuevos problemas de salud del ex jugador no de deben al consumo de drogas.

“Diego es famoso de verdad. Famoso de una manera poco común. En todas las partes en donde hemos estado la presión ha sido tan grande que Diego nunca tuvo paz. Esta presión multiplicada a través de los años infiere de una manera tan patológica que llega un momento en que no se soporta”, dijo Cahe al ser preguntado sobre las razones que arrastraron al ex deportista a una nueva recaída.

Cahe afirmó que “la presión sobre Diego ha sido constante y continua, sin pausa”.

“Cuando me pregunta qué le alta a Maradona, contesto: es paz, que nunca la tuvo”, dijo con contundencia el médico que asiste a Maradona desde hace varios años.

El ex deportista fue ingresado por un cuadro de intoxicación alcohólica y, según indicaron los psiquiátricas que le asisten, la fase de desintoxicación podría demandar de siete a quince días con el paciente internado.

Indicaron que el paciente “está sedado pero colabora con las indicaciones” de los profesionales.

Los psiquiátricas señalaron que, luego de la desintoxicación, se requerirá de una segunda etapa de “deshabituación”, esto es, un cambio de hábitos para dejar el consumo de alcohol y tabaco.

Desde el punto de vista clínico, el director de la clínica Güemes, Hector Pezzella, dijo que Maradona tiene una afección crónica en su hígado, pero que no hay una descompensación aguda, y negó que el paciente tenga signos de descompensación renal.

Cahe relató que Maradona no quería al principio ser ingresado en una clínica y “hacía todo lo posible por mantener un equilibrio”, pero el médico, al ver que “las cosas se complicaron con molestias y dolores”, decidió sedar al ex futbolista, “semi-convencerlo y ahí colaboró”.