Materazzi se acerca a un showman. Ha vuelto a ser protagonista y no precisamente por su fuerte defensa o su juego en el campo de fútbol, sino por lo que hizo después de acabar el derby milanés. Marco Materazzi se puso una careta del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, tras ganar su equipo al Milán (2-0).
La polémica ha surgido por la reacción del defensa italiano al concluir un partido considerado de alto peligro por la fogosidad de sus dos aficiones. Berlusconi, cabe recordarlo, además de primer ministro italiano es el presidente honorífico del Milán.