'El muro' de Berlín se cubre de oro

Fabio Cannavaro, defensa de profesión y campeón por convicción, es desde este lunes el mejor jugador del mundo de forma oficial, designado por la FIFA en otra votación que no contenta a todos, pero que se suma a la cadena de honores logrados por el capitán de la selección italiana en una temporada de ensueño.

Mal que le pese al holandés Johan Cruyff o al alemán Franz Beckenbauer, dos de las leyendas que más cuestionaron hace un mes la consecución del Balón de Oro por parte del italiano, ya no hay duda posible sobre quién ha sido el protagonista del curso.

Lo han dicho los corresponsales de France Football, los lectores de la revista británica World Soccer y, finalmente, los seleccionadores y capitanes de conjuntos nacionales de la FIFA; Cannavaro fue el mejor en 2006.

Aun así, no faltará la polémica, porque no es un virtuoso como Ronaldinho, ni puede tener como ídolo a Pelé, porque no nació en Brasil. Tampoco cuenta con la elegancia de Zidane, ni puso como modelo al uruguayo Enzo Francesco El Príncipe que asombró al fútbol francés al comienzo de los noventa.

Cannavaro nació en Italia (Nápoles, 13 de septiembre de 1973), tuvo como guía a Ciro Ferrara y como no podía ser de otra forma, en la tierra que glorificó a Giacinto Facchetti, Mario Scirea y hasta a Claudio Gentile, se hizo defensa.

Es un central que se dedica a eso, a defender. Ni saca el balón jugado como Beckenbauer, ni tiene el pase largo de Fernando Hierro, ni la pegada en el área contraria de Ronald Koeman, pero lo querrían en su equipo la mayoría de seleccionadores y capitanes.

Seguro de sus convicciones, no le importan las comparaciones, ni con Maldini, ni con Baresi, que también portaron el brazalete de capitán, ni con Zidane, de quien recogió el número 5 en el Real Madrid y reclama su derecho a obtener premios. “La gente tiene la memoria muy cortita”, dijo tras lograr el Balón de Oro, al exponer que su trayectoria no se limita al último Mundial.

Tampoco rehuye la polémica. En su época en el Parma, fue capaz de dejar que le grabasen mientras le inyectaban por vía intravenosa neotón, un estimulante cardíaco que no figuraba en la lista de sustancias dopantes, y el pasado verano fue uno de los pocos que defendió de forma pública a Luciano Moggi, el cerebro de la trama de corrupción del fútbol italiano.

Apodado el muro, Cannavaro tuvo su momento de gloria en Berlín, una noche de julio en la que necesitó pocos minutos para frenar con su cuerpo a Thierry Henry, que desde ese momento supo lo que le esperaba, y algo más de tiempo para levantar un trofeo que pocos creían que lograría con 32 años.

Fue el justo premio a un jugador que destacó por su anticipación y sentido táctico y que no se limitó a lucir el brazalete, sino que se convirtió en garante de los valores tradicionales de los azzurri.

“Juguemos con más cinismo. Volvamos al fútbol a la italiana. La defensa es nuestro punto fuerte”, le sugirió a Lippi después del empate a un gol frente a Estados Unidos.

El técnico le hizo caso e Italia se encontró cada vez más cómoda en ese traje. Creció hasta ofrecer una noche mágica en la semifinal frente a Alemania, en la que “Canna” se consagró como el mejor defensa del campeonato. Una trayectoria que le valió el fichaje por el Real Madrid y que hoy le ha servido para coronarse como nuevo rey del fútbol mundial.

Ficha técnica de Fabio Cannavaro

Nacido el 13-09-73 en Nápoles.

Clubes: Nápoles (1991-95), Parma (1995-2002), Inter Milán (2002-04), Juventus (2004-06), Real Madrid (2006). 394 encuentros en la Serie A.

105 Partidos con la selección italiana (debut el 22-01-1997 contra Irlanda del Norte).

Títulos: 1 Copa del Mundo (Alemania 2006), 1 Copa de la UEFA (1999), 2 Ligas (2005-2006, retiradas al Juventus por la justicia deportiva italiana), 1 Copa de Italia (1999).

Balón de Oro europeo (2006), Mejor jugador del mundo según la revista World Soccer, Mejor Jugador del Mundo para la FIFA, Balón de Plata, como segundo Mejor Jugador del Mundial de Alemania, tras Zinedine Zidane.