Tan sólo 55 puntos fueron los que logró anotar el equipo grancanario en su visita el Centro de Tecnificación de Alicante. La peor marca de la campaña, que hacen una media en los insulares de 62,8 tantos por partido. Desde el inicio de la liga, la anotación ha ido disminuyendo con el paso de las jornadas, sin que las referencias ofensivas de los amarillos cojan la confianza que necesitan para dar un paso adelante, tal y como confesó Beirán la semana pasada.
Pero la anotación no es el único problema de los amarillos. Ante Alicante, 17 posesiones perdidas, 6 de ellas en las manos de Green, que fueron una losa para los intereses insulares. Pedro Martínez se lamentaba con este dato al final del encuentro, “Diecisiete balones perdidos son un número excesivo, además de destacar la diferencia entre las faltas personales de un equipo y otro. En un partido de tan pocos puntos, que un equipo lance 22 tiros libres y el otro sólo uno, pues ha sido decisivo en el marcador”, explicó el técnico.
El excesivo ímpetu de los jugadores amarillos, sumado a la rigurosidad de los árbitros en este comienzo de liga, tampoco han ayudado en nada. Sólo un lanzamiento desde la línea de 4´60, merced a una jugada de 2+1 de Ekperigin, que es de lo más destacable del Gran Canaria. El británico dispuso de veinte minutos de juego ante los alicantinos, respondiendo con 7 puntos y 8 rebotes, con los mejores porcentajes de tiro de todo el equipo. Ante la situación que atraviesan los insulares, Laurence Ekperigin ha demostrado con contundencia que se encuentra mejor que algunos de sus compañeros y, a pesar de su juventud puede ganarse un puesto en el quinteto titular e ir arañando más minutos en cada jornada.
En la otra cara de la moneda se encuentra Taurean Green. El base norteamericano está muy lejos del nivel que mostró la temporada pasada, cometiendo demasiados fallos en el tiro y con mucha precipitación en ataque, que le llevó a hacer -10 de valoración. Green no ha vuelto de su lesión como los técnicos esperaban, pero continúa teniendo la confianza de los mismos, mientras que Fabio Santana tiene que verlo todo desde el banco sin que se le brinde una oportunidad para demostrar su potencial.
A parte de todos los puntos negativos, los grancanarios estuvieron cerca de voltear el marcador, gracias a un Haynes que apareció en la segunda mitad, después de marcharse a vestuarios con cero puntos. Su aportación en los cuartos finales fue decisiva, pero insuficiente para llevarse el triunfo. El técnico amarillo se mostró descontento por la salida del equipo, que encajó un parcial contundente, “el 9-0 de entrada ha sido importante. Les ha dado confianza y a nosotros nos la ha quitado. Nos pusimos a un punto, pero no fuimos capaces de remontar”, confirmó Pedro Martínez.
En el lado positivo, destacar la entrega de los amarillos, que lucharon hasta los instantes finales por llevarse la victoria, pero una vez más el desacierto ofensivo sumado a las faltas cometidas y el excesivo número de perdidas condenó a la parroquia grancanaria, que se coloca penúltima en la tabla con un triunfo en seis jornadas.