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Once de gala contra la 'azzurra'

España dispondrá del once de gala, el que ganó los dos primeros encuentros de la Eurocopa ante Rusia y Suecia, para la batalla más complicada, la que le enfrentará el próximo domingo en el Ernst Happel de Viena a Italia, actual campeón del mundo.

Luis Aragonés descubrió sus cartas y no sorprendió en el ejercicio vespertino a 48 horas del crucial duelo. Colocó los petos azules de titulares a los mismos hombres que clasificaron a la roja para los cuartos de final, a pesar de que se hizo de rogar con David Villa, al que tardó en concederle la prenda.

España espera con ansia el inicio del partido en la capital austríaca. Aragonés lo dejó bien claro a media mañana. “Estamos deseando que comience el partido”, declaró, en una manifestación repetida también por sus futbolistas.

El equipo afrontará el gran reto de intentar clasificarse para las semifinales en medio de un ambiente, en general, relajado, aunque el incidente entre Sergio Ramos y el seleccionador acaparó la atención de la jornada.

En el ejercicio matutino, el lateral del Real Madrid pidió explicaciones y le reprochó al técnico sus declaraciones del día anterior. Luis había dicho públicamente que Sergio debía corregir algunas “cositas” fuera del terreno de juego.

Se refería el entrenador a algún retraso del defensa en los horarios de la concentración, pero al jugador no le sentó bien que la recriminación se hiciera a la vista de todos. Por eso le respondió con la misma moneda. Pudo hacerlo Ramos en el hotel donde se hospedan, pero prefirió hacerlo delante de toda la prensa, y sin disimulo.

Fue un incidente pasado por alto, igual que el mantenido con Fernando Torres la pasada semana, y que no ha enturbiado más de la cuenta el buen ambiente general del grupo, que presume de unión, cada día con más fuerza.

En el entrenamiento de la tarde no le importó a Aragonés descubrir el equipo, a pesar de la presencia de muchos medios de comunicación italianos, seguramente porque era el que todos esperaban: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Iniesta, Xavi, Silva, Villa y Torres. Los once disputaron un partidillo contra los suplentes que concluyó con empate a uno, con goles de Sergio García y David Silva.

Al final del trabajo, los internacionales ensayaron los disparos desde el punto de penalti, en previsión de que tengan que hacerlo ante Italia.

España volará este sábado, por la mañana a Viena y se entrenará por la tarde en el Ernst Happel, el escenario del encuentro, donde el domingo echará un órdago a la historia, la que le niega un éxito desde hace 44 años, cuando en el estadio Santiago Bernabéu logró su único título al vencer a la Unión Soviética.