La queja más habitual del aficionado de la Unión Deportiva Las Palmas en esta última década es la lejanía de las gradas del Estadio de Gran Canaria respecto al terreno de juego, algo que contrasta totalmente con la cercanía que proporcionaba el Estadio Insular, recinto donde se vivió los mejores años de la entidad de Pío XII.
Por ello, Miguel Ángel Ramírez ha movido ficha y ha pactado con todos los grupos políticos que se presentan a las próximas elecciones municipales el hecho de quitar las pistas de atletismo, con lo que las gradas se acercarían al terreno de juego haciendo así que el recinto de Siete Palmas tenga capacidad para 40.000 espectadores, aunque la gran parte estará cubierta por publicidad.
Y es que “la UD se merece un estadio en condiciones, porque el club tiene muchos años de vida y una importante masa social”, expresó Ramírez, que incluso se volvió a quejar del estado del recinto grancanario cuando fue entregado: “Se nos entregó un estadio incompleto, con las torres de la Naciente sin terminar, y la UD se merece un estadio digno de su categoría”, expuso.
Debido a esto, se ha hecho este proyecto que explicamos anteriormente y que “el jueves o el viernes daremos una rueda de prensa para firmar un documento, que es un compromiso de intenciones de los partidos políticos para desarrollar el proyecto”, comentó.
Ciudad Deportiva
Pero el quitar las pistas de atletismo no será lo único que ocurra si sale adelante este proyecto, ya que “también habrá un edificio con aparcamiento, oficinas, instalaciones para UD Radio, Piomanía, museo, restaurante panorámico en la última planta”, etc.
Además, y entre otros asuntos que conlleva este proyecto está la Ciudad Deportiva de la UD Las Palmas, donde se pedirá al cabildo “quitar la canche de Hockey y permutar los terrenos de Barranco Seco por el mantenimiento de la Ciudad Deportiva, que contaría con cuatro campos”, explicó.