Alfonso Delgado, presidente del Raqui San Isidro, se resigna al descenso administrativo del equipo tinerfeño a la categoría Preferente por impagos a la plantilla y al cuerpo técnico.
El mandatario del Raqui indicó este jueves, horas antes de que se cierre el plazo dado por el sindicato de futbolistas (AFE) para abonar las cantidades denunciadas, que ascienden a casi 200.000 euros, que no espera “milagros de ningún tipo”.
“Hay que ser realistas”, opinó Alfonso Delgado, habida cuenta de que “desde el club”, dijo, “hemos agotado todo el margen de maniobra que teníamos”.
En un último intento de llegar a un acuerdo con los jugadores denunciantes se les trasladó a éstos una oferta de abonarles hasta el 60 por ciento de lo adeudado, pero fue rechazada por los afectados, algunos de los cuales, dijo el presidente del Raqui, “nos están citando para juicios de conciliación por la vía social”.
Alfonso Delgado trató de ver el lado positivo de la agónica situación de la entidad sureña en el sentido de que “si hubiera alguna solución” de evitar el descenso a Preferente “sería embargar el club hasta prácticamente su desaparición”.
“Quedarte en Tercera, pero a costa de seguir debiendo a los jugadores desde el primer mes no sería muy aconsejable”, adujo el mandatario del club sureño, quien ya piensa en el próximo proyecto deportivo “con gente de la casa”.
“Está claro que bajar de Segunda B a Preferente son dos pasos atrás, pero puede que en dos años se pueda pensar en un equipo en Tercera casi saneado”, suspiró Delgado.