La escudería francesa Renault se defendió este viernes de las acusaciones de espionaje a Mercedes McLaren, reconoció haber accedido a datos de su rival a través de un ingeniero tránsfuga pero negó que los utilizara en el diseño de su monoplaza.
La marca del rombo respondió así a la convocatoria por parte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para que explique este caso, anunciada la víspera, y señaló que actuará “con total transparencia” para “la resolución de este caso”.
Renault confesó que el ingeniero Phil Mackereth aportó datos de McLaren y que estos fueron vistos por otros colegas, pero afirmó tajante que “en ningún caso fueron utilizados para inspirar la concepción del monoplaza de Renault”.
Mackereth llegó a Renault en septiembre de 2006 procedente de la escudería anglo-germana y “trajo con él informaciones propiedad de McLaren”, entre ellas “copias de diseños de ingeniería” de la marca rival y “ficheros técnicos”, señaló la marca francesa en un comunicado.
Sin el acuerdo de ninguno de los responsables de Renault, estos ficheros, almacenados en disquetes informáticos, fueron introducidos en los sistemas de la escudería francesa.
En cuanto tuvo conocimiento de los hechos, Renault suspendió de sus funciones a Mackereth, informó a McLaren y a la FIA y abrió una investigación interna.
Ésta permitió comprobar que el ingeniero tránsfuga había informado a varios de sus colegas de los datos que tenía de McLaren a través de diseños del interior del depósito de combustible, la caja de cambios, un compensador de masas y un sistema de amortiguación de suspensión, relató Renault.
“Los ingenieros implicados afirmaron que, tras haber visto brevemente los diseños, ninguna de esas informaciones fue utilizada para inspirar la concepción del monoplaza de Renault en ninguna de sus formas”, afirmó la marca francesa.
Renault indica que el compensador de masas “carecía de interés” desde que fue prohibido por la FIA y recordó que el sistema de suspensión de McLaren fue objeto de una “aclaración” por parte de la Federación.
La marca francesa aseguró que ha colaborado con la anglo-germana y con la FIA en este caso “hasta el punto de invitar a un organismo independiente elegido por McLaren con el fin de inspeccionar sus sistemas informáticos, sus coches y sus informes de concepción para demostrar que se trataba de un incidente desafortunado sin ninguna influencia en el diseño de sus monoplazas”.
La denuncia de McLaren contra Renault es el último caso de una temporada marcada por las investigaciones fuera de los circuitos que han agitado la competición.
La firma anglo-germana fue condenada el pasado 13 de septiembre por un caso de espionaje a Ferrari provocado también por un ingeniero tránsfuga.
La semana próxima, la FIA deberá tomar una decisión sobre la reclamación de McLaren referente a la temperatura del combustible de los monoplazas de BMW, Williams o Renault en el último Gran Premio de la temporada disputado en Brasil.
Esa decisión es clave para la resolución del Mundial de pilotos, porque en el poco probable caso de que decidan desclasificarlos, el británico Lewis Hamilton podría ser declarado campeón del mundo, en lugar del finés Kimi Raikkonen.
El último caso, por el momento, el del presunto espionaje de Renault a McLaren, se resolverá el 6 de diciembre. Hasta entonces, las investigaciones extradeportivas pueden planear sobre la competición, puesto que la marca francesa no tiene pilotos para la próxima temporada y ha hecho una oferta al bi-campeón del mundo español Fernando Alonso, quien podría retrasar su decisión a la resolución de este asunto.