El centrocampista norteño Ricardo León afronta con orgullo la semana en la que puede alcanzar los 200 partidos con el equipo de su tierra e igualar lo que, hace más de veinte años, lograron David Amaral y Quique Medina, últimos tinerfeños en alcanzar las dos centenas de encuentros con el CD Tenerife.
Durante siete temporadas ha formado parte del primer plantel tinerfeñista, en las que ha habido muchas vivencias inolvidables, momentos felices y otros complicados, recuerda el canterano.
Desde pequeño tuvo el sueño de vestir de blanquiazul y rememora con orgullo sus años en el representativo, en los que ha habido tiempo para casi todo: un ascenso, dos descensos, infinidad de cambios de entrenadores, victorias históricas o malos tragos.
La marca de Ricardo León cobra relevancia por ser una cifra que ningún jugador tinerfeño había alcanzado en las últimas dos décadas. Además, los dos últimos futbolistas isleños en llegar a 200 partidos son dos personas claves en la trayectoria del centrocampista: uno le hizo debutar y el otro tomó la difícil decisión de apostar por su retorno a la isla tras dos años casi en blanco.
En 2006, con inestabilidad institucional y coqueteando con el descenso a Segunda División B, David Amaral consideró que el equipo necesitaba sabia nueva.
Al plantel le faltaba motivación y el cuerpo técnico apostó por subir al primer equipo a Ricardo León y Ángel Rodríguez, destaca el entrenador de Arico, quienes le dieron “un plus” al plantel por “su juventud, sus condiciones y la identificación de ser de la casa”.
“Amaral apostó por mí cuando las cosas estaban difíciles; pude aprovechar la oportunidad y la confianza y al final conseguimos solventar la situación”, destaca el jugador.
A partir de aquella temporada, el mediocentro se consiguió afianzar en el representativo y fue ganando galones hasta que, en la temporada 2008/2009, fue uno de los pilares en el último ascenso a Primera División.
El encuentro ante el Xerez, en el Heliodoro Rodríguez López en el que el Tenerife prácticamente certificó el ascenso, es de los que más emociona recordar a Ricardo, sobre todo por lo que tuvo que sufrir cuando fue expulsado durante la primera parte del partido y lo que significó el triunfo.
El debut en Primera División en la Romareda ante el Real Zaragoza o su estreno en la isla en la máxima categoría, ante el Atlético Osasuna, con gol incluido, son otros encuentros inolvidables para el canterano.
Sin embargo, la situación del Tenerife cambió de forma radical y Ricardo León formó parte del equipo que enlazó dos descensos consecutivos. El centrocampista abandonó el equipo, señalado por varios sectores de la afición, para jugar en el Sporting.
Tras dos temporadas en Gijón, en la que su cuota de protagonismo fue descendiendo hasta el ostracismo, Quique Medina pensó en él para apuntalar el centro del campo del Tenerife en la temporada del retorno a Segunda.
Fue una decisión discutida, pero el director deportivo destaca que el rendimiento de Ricardo ha sido “fenomenal” y afirma que en el club están “contentísimos con él” por el rendimiento que está ofreciendo.
Quique Medina lamenta que haya tenido que pasar tanto tiempo para que otro jugador tinerfeño alcance las dos centenas de partidos con el Tenerife.
“Es una pena, pero es un orgullo que uno de los nuestros pueda lograr esta considerable cifra; estamos trabajando para que muchos más de los que están aquí puedan llegar”, destaca el responsable de la parcela deportiva.