Al igual que en las otras ligas del continente europeo, la jornada en Primera División no dejaría demasiadas noticias positivas para los intereses de los representativos canarios. Solo Pedro tuvo el beneplácito de saborear la miel de la victoria y evitar que la liga se de por sentenciada.
El Real Betis se enfrentaba a uno de esos puntos que tienen mucho que decir sobre el futuro del club. Se enfrentaba a la revelación de la temporada, el Levante, para decidir si las aspiraciones llevan tintes europeos o la lucha se queda en simplemente mantener la categoría. El balón dictó sentencia hacia lo segundo.
Sin justicia, ya que el fútbol juega con la balanza a su antojo, el cuadro verdiblanco se vio con dos goles en contra en el minuto 41, a pesar de disfrutar del 65% de la posesión del balón. Jorge molina daría alas a los de Mel en el último suspiro antes del cambio de tercio, pero la segunda parte terminó por inclinarse hacia el lado valenciano y Koné sentenciaría con el 3-1 final.
Lo intentó Rubén Castro, pero ni el acierto ni la madera del poste se pusieron de su lado. Jugó la totalidad del encuentro el grancanario, pero ninguno de los cuatro disparos que fue capaz de efectuar tocaron la red de Munúa. Fabricio, confirmado ya como el nuevo portero titular del conjunto andaluz, poco pudo hacer para evitar la derrota de su equipo. Los tres tantos tiraron mucho más para el acierto de los artífices que el desacierto del guardameta. Mario, inmerso aún en su lesión de rodilla, se quedó en Sevilla prosiguiendo con su recuperación.
Pedro, aunque sin haber firmado una actuación especialmente positiva, fue el único de los canarios que pudo disfrutar de la victoria ante un Sporting sitiado en su área y que incluso llegó a empatar el gol inicial de Iniesta y poner contra las cuerdas al FC Barcelona. Sin embargo, supo salir de entre la espada y la pared con un Keita que se puso el disfraz de un Messi ausente en el partido para desatascar un encuentro que pudo haber sentenciado definitivamente la Liga.
El tinerfeño jugó un total de 59 minutos en una actuación que pasó bastante desapercibida. Un disparo que no vio puerta resume su bagaje ofensivo en el encuentro y los ocho balones perdidos del delantero blaugrana sirven de testimonio para afirmar que el encuentro ante el Sporting no fue uno de los mejores del ariete.
La otra cara de la moneda del encuentro para los representativos la mostrarían Carmelo y Ayoze. Este último jugaría de titular en el cuadro de Clemente, pero el ex seleccionador nacional, no contento con la actuación del isleño, optaría por sustituirlo por el otro canario del equipo, Ayoze, tras el descanso. Una mitad para cada uno en el interior izquierdo, posición con poco protagonismo debido al planteamiento ultradefensivo del técnico.
A Ángel López le toco ver como el Zaragoza le daba la vuelta al marcador en tan solo cinco minutos para terminar con una derrota que le lleva a seguir tonteando seriamente con los puestos de descenso. En concreto se sitúa a las puertas de la zona peligrosa con tan solo tres puntos de colchón frente al Racing, equipo que cierra el descenso.
Se adelantó el submarino amarillo desde el temprano minuto 15 y se puso el partido totalmente de cara, gestionándolo durante todo el encuentro. Pero bajó la guardia en el minuto 85 y Luis García lo aprovechó para empatar el encuentro y Abraham sembró el júbilo entierras zaragozanas al conseguir el gol de la victoria en el minuto 94.
Ángel jugó la totalidad del partido, llevando a cabo su de costumbre buen trabajo en la banda derecha. Incluso se animaría con una excursión ofensiva con un disparo a puerta que se marcharía fuera.