Los entrenadores del Club Deportivo Tenerife y Unión Deportiva Las Palmas, José Luis Oltra y Juan Manuel Rodríguez, respectivamente, reflejaron sensaciones contrapuestas tras el empate (1-1) del interesante encuentro de la Liga BBVA que protagonizaron.
A Oltra, fundamentalmente, le “dolió” el gol de la igualada, ya que se produjo en un periodo de tiempo añadido excesivo: “No sé por qué se dieron cinco minutos y luego 50 segundos más, porque no hubo pérdidas para tanto alargue. Para mí, el árbitro fue determinante”.
En opinión del técnico visitante, el equipo que dirige se mostró ligeramente superior cuando estaban “once contra once”, y después, en la segunda mitad, aprovechó la inferioridad numérica de su adversario. De cualquier manera, sus futbolistas “hicieron lo que tenían que hacer -serios y organizados-”, aseveró.
José Luis Oltra vio un derbi por “excelencia”, apuntó que merecieron el triunfo “a todas luces” y del contrario afirmó que “hizo lo que pudo”.
Por el otro bando, Rodríguez afirmó que el partido no resultó “bonito” y especificó que más bien fue “tosco y de lucha”.
“Hemos hecho un esfuerzo inmenso. La primera parte anduvo bastante equilibrada, independientemente del control del balón; casi a su término pasó lo que pasó y nos quedamos con diez. Las decisiones cambian muchas veces el rumbo de un partido”, explicó.
El preparador grancanario manifestó que Manolo Martínez, futbolista del Tenerife, también debió “estar fuera” del terreno de juego antes de la conclusión del encuentro, por motivo similar al de Samuel -jugador local expulsado-.
Esa exclusión dejó “trincado” y sin capacidad de “maniobra” a Juan Manuel Rodríguez, quien apostilló que emplearse con diez jugadores les situó “fuera de combate”.
En el segundo tiempo, la Unión Deportiva trató de hacerle “daño” a su rival, apuntó Rodríguez, quien matizó, en ese sentido, que para sus jugadores fue una misión “difícil”.
El entrenador del cuadro local agradeció el esfuerzo “inmenso” que realizaron sus futbolistas y dijo que cuando Pablo Sicilia cabeceó en el segundo palo “vi que el balón iba dentro” -fue el tanto inaugural-.
Después, en el último suspiro cayó el empate, algo que Rodríguez atribuyó “a la fe y creencia” de los suyos.