En Siete Palmas, el Taburiente sufrió una amarga derrota en casa ante el Atlétic de Terrassa en un partido que nunca debió perder y que tuvo como protagonistas negativos a los colegiados. La primera mitad fue sumamente igualada.
La suprimacía de ambas defensas impidió que el juego fuera vistoso, pero provocó que las precauciones fueran extremas, aunque el equipo isleño tuvo el acierto de adelantarse en el marcador con un oportuno desvío que no pudo neutralizar la guardameta catalana Armengol. Poco duró la alegría, porque al filo del descanso empató la holandesa Visser tras un descuido de la defensa local.
En el segundo acto, la delantera hispano argentina Lu Antona conectó un remate que se estrelló en la cruceta. Acto seguido, la uruguaya Carolina Mutilva hizo lucirse a Armengol, la mejor de su equipo.
Las protestas locales por el discreto arbitraje se centran en los números del partido: ni un solo penalti corner lanzó el Taburiente, a pesar de su claro dominio, al margen del distinto rasero con el que trató a los dos conjuntos.
A falta de cuatro minutos llegó el descalabro tras un tanto en penalti corner de la holandesa Visser.
A la conclusión del choque, el técnico local Carlos Cuenca dijo que “hemos vuelto a regalar los puntos de un encuentro que teníamos controlado y que en dos desajustes perdimos. En lo tocante al arbitraje prefiero no hablar y dejar que el club tome las medidas oportunas”.
Valioso punto
El Taburiente sólo pudo pescar un punto en el campo del CH Barrocanes, un rival directo en la lucha por la permanencia.
Los isleños, que necesitaban sacar ganar para acercarse a la Copa del Rey, se vieron impotentes para practicar su juego en un campo en muy mal estado a causa de la lluvia.
Y eso que los isleños se avanzaron en el marcador con un tanto del de casi siempre, Schickendantz, en el minuto 19. A partir de ahí, los gallegos imprimieron mayor fuerza -rayando en el juego duro- para establecer el uno a uno gracias a un remate del pakistaní, Ibaq.
El Taburiente mejoró en la reanudación, pero fue el cuadro local el que marcó el 2 a 1 con un oportuno disparo de Oliveira en la única ocasión clara de los gallegos en el segundo acto. Con el partido perdido, el conjunto grancanario estiró líneas y sacó fuerzas de flaqueza para obrar el empate. De nuevo surgió la enorme figura de Schickendantz para revivir a un Tabu que, incluso, pudo ganar al final.
El preparador grancanario, Jesús Martín, dijo que “nos hemos encontrado con un rival que no esperábamos, la lluvia y creo que hemos jugado mejor y merecido más. Lo único positivo del resultado es que hemos mantenido hasta el último encuentro nuestras aspiraciones de entrar en la Copa del Rey”.