Los Bomberos de Gran Canaria advierten a Rodríguez que el colectivo está al borde de un nuevo conflicto

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Los representantes de los trabajadores del Consorcio de Emergencias criticaron este viernes la actitud del consejero de Medio Ambiente y Seguridad del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Rodríguez, porque “lejos de querer solucionar el problema real de los bomberos, que pasa por dotar de suficiente personal a todos los parques, lo que hace es soliviantar la situación” hasta el punto de que los sindicatos se plantean convocar al colectivo para adoptar las “medidas necesarias”.

Los bomberos lamentan que Rodríguez pretenda mantener siete parques de bomberos abiertos con déficit de personal, sustentando con localizaciones y más precariedad laboral el servicio, “puesto que no quieren poner más dinero para más personal y, por supuesto, seguir arañando en las condiciones laborales de los trabajadores con más ampliación de jornada, la obligación de estar localizados y recortes de índole económica”, afirman.

Los sindicatos “no salen de su asombro” ante la “cantidad de mentiras vertidas por el consejero sobre la situación del consorcio y de los bomberos grancanarios”, preguntándose si esta es “la idea de la felicidad que tenía cuando asumió el cargo”.

La situación del Consorcio no es nueva, pues es constante la reivindicación de los bomberos ante la desidia política que deriva en una nefasta operatividad del servicio. La situación se remonta a 2007, cuando el gestor político decide abrir tres parques más a los cinco existentes sin convocar oposiciones. Por lo que la misma plantilla de 200 bomberos que había para cinco parques se reparte entre ocho.

“No había que ser muy inteligente para saber que esto desencadenaría una situación de déficit de personal que ha arrastrado a los bomberos a situaciones de máxima inseguridad, puesto que hasta ese momento las dotaciones en los cinco parques era de ocho a diez por turno y después de la apertura se pasa a solo tres o cuatro”.

Desde entonces los bomberos han insistido en la necesidad de dotar de más personal y para ello han convocado dos huelgas, una en 2010 que consiguió sacar una oferta de empleo público de 27 plazas de bomberos y 13 de cabos (40 en total), pero que hasta la fecha siguen sin ser finalizadas, “por lo que es un auténtico despropósito político que se tarden siete años para finalizar los procesos selectivos con la urgente necesidad que existe”.