Auditorías

El presidente francés no deja de asombrar y de sorprender al personal. Dicen que su popularidad ha caído un cincuenta por ciento tras caer en brazos de la bellísima, interesante y estupenda compositora de melifluas canciones aclamadas por unanimidad Carla Bruni. Pues, si a pesar de ese deterioro de su imagen, el personaje convoca una rueda de prensa y acuden a ella más de seiscientos periodistas de cuarenta nacionalidades, ya me dirán qué podemos pensar del poder de convocatoria de otros líderes europeos? Puestos a pillar desprevenido al personal hasta a Zapatero lo cogió en treinta y tres cuando aseguró que el jefe del Ejecutivo español le había animado a practicar, conjuntamente, expulsiones masivas de inmigrantes en sus respectivos países. ¿Alguien miente al respecto?... Y, en el caso de embuste, ¿cuál de los dos dirigentes tiene, ante los medios europeos, mayor credibilidad?...

Pero, a lo que iba a es a lo de las auditorías de marras. Hay analistas que han acogido la idea con entusiasmo. A mi me parece que es una ocurrencia un tanto discutible del hiperactivo presidente francés. El principal responsable de la ineptitud o del fracaso de un ministro es quien lo nombra. Y a ése nadie lo evalúa. Existe ya, además, un mecanismo clásico ?aunque eso sí, demasiado lento- para castigar una mala gestión ministerial o gubernamental: las urnas.

Por otra parte, cuando los gobiernos son corruptos y emplean los dineros públicos con alegre generosidad en su propio beneficio. ¿qué problema tendían para contratar auditores afines (es decir comprados) que certificaran el buen hacer de sus miembros y la eficacias de sus actuaciones?...

Ésta de Sarkozy no cuela, la verdad, aunque uno siga envidiando su ligue.

José H. Chela

El presidente francés no deja de asombrar y de sorprender al personal. Dicen que su popularidad ha caído un cincuenta por ciento tras caer en brazos de la bellísima, interesante y estupenda compositora de melifluas canciones aclamadas por unanimidad Carla Bruni. Pues, si a pesar de ese deterioro de su imagen, el personaje convoca una rueda de prensa y acuden a ella más de seiscientos periodistas de cuarenta nacionalidades, ya me dirán qué podemos pensar del poder de convocatoria de otros líderes europeos? Puestos a pillar desprevenido al personal hasta a Zapatero lo cogió en treinta y tres cuando aseguró que el jefe del Ejecutivo español le había animado a practicar, conjuntamente, expulsiones masivas de inmigrantes en sus respectivos países. ¿Alguien miente al respecto?... Y, en el caso de embuste, ¿cuál de los dos dirigentes tiene, ante los medios europeos, mayor credibilidad?...

Pero, a lo que iba a es a lo de las auditorías de marras. Hay analistas que han acogido la idea con entusiasmo. A mi me parece que es una ocurrencia un tanto discutible del hiperactivo presidente francés. El principal responsable de la ineptitud o del fracaso de un ministro es quien lo nombra. Y a ése nadie lo evalúa. Existe ya, además, un mecanismo clásico ?aunque eso sí, demasiado lento- para castigar una mala gestión ministerial o gubernamental: las urnas.