La polémica que se ha generado entre dos consejerías del Gobierno de Canarias, sobre la instalación de una planta de almacenamiento de gas natural licuado, regasificación y producción de energía en el Puerto de Las Palmas, está siendo motivo de debate por la opinión pública.
Me resulta curioso que nuestro alcalde, miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, no haya ofrecido ninguna declaración al respecto como primera autoridad de la ciudad más afectada por dicha instalación.
Se ha pronunciado la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, con informe desfavorable sobre esta instalación. En la misma línea, el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas, avisa de los riesgos de la planta de gas para nuestra salud.
Bajo mi punto de vista, que no soy experta en la materia (como tampoco lo es el presidente de la Autoridad Portuaria, según reconoce el mismo), aquí deberíamos diferenciar entre el almacenamiento de gas licuado, que funcionaría casi igual que los tanques de gasoil que tenemos hoy en el Puerto, y el proceso de regasificación y la generación de electricidad: aquello que sea dañino para los habitantes y la imagen de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria debe contar con la oposición total de la corporación municipal.
Aunque el alcalde de esta ciudad parece haberlo olvidado, esta corporación municipal sí se ha pronunciado sobre dicho tema.
En el pleno del ayuntamiento de enero de 2016, se aprobó una Declaración Institucional contra la planta de biomasa que se quería instalar en el Puerto. En dicha Declaración, firmada por los portavoces de todos los partidos políticos representados en el Consistorio, no sólo se rechazaba la planta de biomasa, sino que también, en su segundo punto, declaraba, y cito textualmente, “El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se opondrá a cualquier cesión de terreno en la Autoridad Portuaria para empresas o servicios cuya actividad perjudica la salud de los ciudadanos, la imagen de la ciudad y que pueda alterar nuestro ecosistema”
Pues, Sr. Hidalgo, ¿a qué está esperando para instar a qué se cumpla lo pactado en dicha Declaración Institucional? Tanto Salud Pública como el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas advierten del posible daño para la salud de los ciudadanos. También tenemos que tener en cuenta el daño que se hará a la imagen de nuestra ciudad con la instalación de 4 chimeneas de 25 metros de altura que, no sólo dañarán a la vista, sino que también tendrá repercusiones en nuestra salud, ya que los vientos Alisios dirigirán el humo hacia la ciudad.
D. Augusto Hidalgo Macario, alcalde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, le exijo que haga cumplir la Declaración Institucional firmada en enero de 2016 y se posicione a favor de nuestra ciudad. También le exijo que haga público su posicionamiento sobre este proyecto en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, al que usted pertenece, para que tranquilice a la ciudadanía y que se vea públicamente a quién defiende, si es al puerto o a los ciudadanos, que lo han colocado como alcalde de nuestra ciudad.