Espacio de opinión de Canarias Ahora
Banderita, tú eres gualda
Ni el propio presidente del Cabildo de Gran Canaria supo explicar la razón de la desaparición del paño gualdazul. Hubo quien pensó que alguien lo había robado para revenderlo en El Baúl aprovechando la época de crisis en las que muchos compran oro.
La macrobandera estuvo guardada cinco años como oro en paño, fundamentalmente por su inutilidad, su inseguridad y su indiscutible poder para enfrentar a la isla en dos bandos.
Pero cuando el PP regresó al gobierno del cabildo volvió a instaurar la bandera de la polémica sin ninguna necesidad. Bravo de Laguna quiso contentar a Soria y le hizo un regalito con la excusa de que el gasto ya se había hecho. Justificar el gasto porque está hecho es como utilizar una guillotina con la población porque alguien de la Administración ya compró antes el artilugio. No parece una buena razón, y más si se añade que el coste de mantenimiento es de al menos 30.000 euros anuales, tirando por lo bajo. La bandera sigue teniendo un coste.
El mismo consejero de Obras Públicas, Carlos Sánchez, declaró que no entendía el revuelo por la desaparición de una bandera por razones de seguridad. Ahí está justamente el revuelo: que tengan que quitar una bandera tan costosa cada dos por tres porque el viento supere los 30 kilómetros por hora.
Es la primera bandera que conozco que huye del viento. Precisamente es el viento el que hace que una bandera ondee de forma majestuosa. Si no hubiese viento se quedaría quieta y fláccida abrazada al triste y enhiesto mástil. Si cada vez que sopla un poco de viento van a tener que quitarla para evitar males mayores, como ya ocurriera cuando cayó a la avenida marítima al paso de los coches, mejor la vuelven a depositar definitivamente en los sótanos del cabildo. Aunque también se le podría dar uso para tapar la cara dura de algunos de nuestros gobernantes.
Para este viaje no se necesitaban alforjas y menos aún una bandera tan grande que solo sirve para ocultar las vergüenzas a algunos políticos de postín.
Ni el propio presidente del Cabildo de Gran Canaria supo explicar la razón de la desaparición del paño gualdazul. Hubo quien pensó que alguien lo había robado para revenderlo en El Baúl aprovechando la época de crisis en las que muchos compran oro.
La macrobandera estuvo guardada cinco años como oro en paño, fundamentalmente por su inutilidad, su inseguridad y su indiscutible poder para enfrentar a la isla en dos bandos.