Espacio de opinión de Canarias Ahora
200.000
Pero Aznar no se conforma con ser asesor de Endesa solamente. 200.000 euros anuales no le dan ni para pagar las clases de su entrenador personal. Endesa le da esa cantidad al año por asesorarle, igual que Murdoch le da otra buena pasta por lo mismo y una empresa que lucha contra el cambio climático le proporciona otro buen parné por decir lo contrario de lo que decía el año pasado.
Hasta hace bien poco Aznar se desfogaba en todos los foros mundiales negando la mayor. Era un negacionista del cambio climático y tildaba de jipis trasnochados y de ecologistas de salón a los que le contradecían.
Verde, lo que se dice verde, Aznar nunca lo ha sido, si exceptuamos el día que le metió un bolígrafo entre teta y teta a una reportera dicharachera de Cuatro. O cuando dijo que a él le gustaba la mujer mujer, seguramente en contraposición con la mujer hombre, una especie que aún no se ha descubierto pero que el ex presidente del Gobierno no tardará en descubrir, como ya hizo con el Movimiento Vasco de Liberación Nacional.
Su mujer, Ana Botella, sabe mucho de peras y de manzanas, pero poco de hombres hombres, a lo que parece. Ahí está Álvarez Cascos, el hombre oso, para desmentirlo.
Cuando uno ve lo que cobran los políticos que han dejado un buen cargo, no entiende por qué les cuesta tanto abandonarlo si van a estar mejor pagados y menos criticados que cuando ejercían el poder. Se está mucho mejor alejado de las mirillas mediáticas y con excelentes sueldos (Felipe González también lo sabe tras su reciente fichaje por Gas Natural) que cobrando menos que un futbolista de segunda, aunque te codees con empresarios y mandatarios de primera de todo el mundo.
Mi hijo quiere ser futbolista pero yo le estoy disuadiendo. Quiero que estudie para ex presidente del Gobierno, aunque eso sí, sin pasar por la presidencia.
Pero Aznar no se conforma con ser asesor de Endesa solamente. 200.000 euros anuales no le dan ni para pagar las clases de su entrenador personal. Endesa le da esa cantidad al año por asesorarle, igual que Murdoch le da otra buena pasta por lo mismo y una empresa que lucha contra el cambio climático le proporciona otro buen parné por decir lo contrario de lo que decía el año pasado.
Hasta hace bien poco Aznar se desfogaba en todos los foros mundiales negando la mayor. Era un negacionista del cambio climático y tildaba de jipis trasnochados y de ecologistas de salón a los que le contradecían.