Espacio de opinión de Canarias Ahora
Cinismo pepero
Aznar aplicó la política que creyó adecuada y nadie pensó que incurriera en el delito de colaboración con banda armada que, de hecho, imputa a Rubalcaba. Como cuanto acabo de anotar es bien conocido, comprenderán que no me extienda más allá de considerar eso, infame cinismo, las acusaciones al Gobierno a partir de la credibilidad otorgada a ETA (de la que, por cierto, no se ha beneficiado Sortu) en base a unos documentos de la propia organización terrorista a los que Rajoy y su clac mediática dan mayor credibilidad, casi de verdad revelada, que al Gobierno y a quienes están cada día en el campo de batalla antiterrorista. Infamia, cinismo e indecencia, no se corten.
Ofende nuestras inteligencias este revival rastrero de la derechona iniciado ante la posibilidad de que Zapatero coja puerta y ceda los trastos a Rubalcaba. La relación causa-efecto es tan evidente que sonroja. Temen al vicepresidente, necesitan acabar con él como sea y ni siquiera muestran el talento de disimularlo. Lejos de ver la alternancia como lo natural de la democracia convierten los procesos electorales en peligrosas sendas entre la salvación y la muerte atribuyéndose ellos el papel de salvadores. Como otras veces.
Y ya que hablo de Rubalcaba, les diré de Carme Chacón, la ministra de Defensa, señalada también en varios círculos aspirante a la sucesión de Zapatero. Cuando la nombraron y en otras ocasiones posteriores, El Día consideró una afrenta a las Fuerzas Armadas que les pusieran en lo alto a una mujer que, encima, fíjense ustedes, estaba preñada (Vean las hemerotecas si les parece inaudito). Lo apunto como ilustración de hasta dónde llega la derechona entre nosotros en su versión más ignorante. Pero a lo que voy: quiero decir que simpatizo con Chacón; no por lo que pueda tener de sustituta de Zapatero frente a Rubalcaba, que no es asunto de mi incumbencia, sino por ser la primera persona con responsabilidades de gobierno que reconoce la aportación a la democracia de la Unión de Militares Democráticos (UMD).
Me ocurre con Chacón como con las verbenas, de las que cada cual cuenta según le haya ido. Porque entre los jefes y oficiales de la UMD condenados figuraba un canario, compañero de curso y amigo mío desde la infancia y me alegró que, por fin, alguien rompiera una lanza por él y sus compañeros. No afrenta al Ejército, pues, que Chacón sea mujer aunque decidiera tener familia numerosa y hacerla jurar bandera. No había tenido oportunidad de largarlo antes, así que aprovecho la ocasión aunque sea con calzador.
Aznar aplicó la política que creyó adecuada y nadie pensó que incurriera en el delito de colaboración con banda armada que, de hecho, imputa a Rubalcaba. Como cuanto acabo de anotar es bien conocido, comprenderán que no me extienda más allá de considerar eso, infame cinismo, las acusaciones al Gobierno a partir de la credibilidad otorgada a ETA (de la que, por cierto, no se ha beneficiado Sortu) en base a unos documentos de la propia organización terrorista a los que Rajoy y su clac mediática dan mayor credibilidad, casi de verdad revelada, que al Gobierno y a quienes están cada día en el campo de batalla antiterrorista. Infamia, cinismo e indecencia, no se corten.
Ofende nuestras inteligencias este revival rastrero de la derechona iniciado ante la posibilidad de que Zapatero coja puerta y ceda los trastos a Rubalcaba. La relación causa-efecto es tan evidente que sonroja. Temen al vicepresidente, necesitan acabar con él como sea y ni siquiera muestran el talento de disimularlo. Lejos de ver la alternancia como lo natural de la democracia convierten los procesos electorales en peligrosas sendas entre la salvación y la muerte atribuyéndose ellos el papel de salvadores. Como otras veces.