Espacio de opinión de Canarias Ahora
Compañeros de partido
Hay una diferencia importante entre el congreso extraordinario de octubre del año pasado, cuando López Aguilar dejó que le hicieran la ejecutiva. El pacto de las distintas familias, de los barones insulares y de los seguidores de Saavedra y Alemán provocó una dirección que fue respaldada por el 63% de los delegados en el congreso del año pasado, mientras que este fin de semana los elegidos por Aguilar fueron apoyados por el 75% de los delegados. Se podrá decir que López Aguilar ha perdido respaldo en su partido, al pasar del 93% del apoyo que tuvo en octubre del año pasado al 75% de este año. Pero se trataba de elegir entre ser el rey de Bulgaria con un consejo de ministros convertido en junta de barones, o ser capitán de un barco con casi toda la tripulación remando en la misma dirección. Es una pena que no invitaran a este congreso a los dirigentes del PP y de CC, para que vieran cómo se elige una ejecutiva con voto secreto.
Considera Aguilar que Saavedra no se ha portado bien en el último año, que se ha dedicado a alimentar el discurso del enemigo, que no ha tenido fundamento. Por eso lo apartó de la ejecutiva, a pesar de las peticiones que le hicieron algunos barones. Para consolarlo le ofreció una presidencia de honor, como Aznar a Manuel Fraga, pero Saavedra no lo aceptó. El 2 de agosto de este año los representantes del sector más tradicional del PSOE tinerfeño almorzaron con Jerónimo Saavedra en el Casino de La Laguna. Rodríguez Fraga, Aurelio Abreu (vicepresidente de Cajacanarias gracias a un pacto de Spínola con CC), José Antonio Valbuena, Florentino Guzmán (defensor del pelotazo de Las Teresitas) y Manuel Armas (representante de Juan Carlos Alemán) planificaron la crucifixión de López Aguilar. Querían a asustar a Juan Fernando y filtraron la reunión al periódico El Día. Pero no tuvieron la misma suerte en el Casino que Miguel Zerolo con la loteria y les salió muy mal la apuesta. Lo que vino después lo conocemos: Jerónimo Saavedra fue nombrado portavoz de la oposición a López Aguilar, y anunció el nacimiento de un gallo tapado, aunque nunca llegamos a ver ni el gallo ni el huevo (no me malinterpreten).
Tras el congreso de este fin de semana habrá que buscar al gallo en el asadero de pollos. De aquellos conspiradores del Casino han sobrevivido en la nueva ejecutiva Aurelio Abreu y Fidela Guzmán. No estuvo en el casino pero casi se queda fuera de la dirección Julio Cruz, que promovió la rebelión de los cantones gomeros si no lo mantenían en un puesto clave en la nueva ejecutiva. Creyó Cruz que Juan Fernando era Hernán Pereza, pero López Aguilar supo hacer el papel de Pedro de Vera, y decidió conquistar el partido sin rendirse, aunque haciendo algunas concesiones. Por primera vez en 30 años Saavedra se queda fuera de la ejecutiva de los socialistas canarios. La imagen de Zapatero entrando con Pepe Blanco y López Aguilar en el Palacio de Congresos, sin Jerónimo Saavedra, es un anuncio de que las cosas han cambiado. ¿Dónde está Juan Carlos Alemàn?, le pregunto a unos delegados. “Estará escribiendo otro artículo a un periodista de Tenerife que no pudo venir”. Así están las cosas.
Habrá que esperar a 2011 para saber si el partido socialista que salió de este congreso es capaz de ganar las elecciones autonómicas y locales. Lo que parece indiscutible es que este congreso lo ganaron López Aguilar y Barack Obama, los nombres más aplaudidos y piropeados desde la tribuna de oradores el día de la clausura. Y lo perdieron todos esos dirigentes del PSC-PSOE sin fundamento que llevan meses haciéndole oposición pública y privada a López Aguilar. El representante público de este sector es Jerónimo Saavedra ,que ayer fue ninguneado en el acto de clausura. No lo saludaron desde la tribuna ni siquiera como alcalde de la ciudad. Dicen que la venganza se sirve en plato frío, pero ayer se presentó en forma de pollo asado a fuego lento, al gallo tapado lo ejecutaron en la plaza pública, no lo dejaron decir ni pío.
Juan GarcÃa Luján
Hay una diferencia importante entre el congreso extraordinario de octubre del año pasado, cuando López Aguilar dejó que le hicieran la ejecutiva. El pacto de las distintas familias, de los barones insulares y de los seguidores de Saavedra y Alemán provocó una dirección que fue respaldada por el 63% de los delegados en el congreso del año pasado, mientras que este fin de semana los elegidos por Aguilar fueron apoyados por el 75% de los delegados. Se podrá decir que López Aguilar ha perdido respaldo en su partido, al pasar del 93% del apoyo que tuvo en octubre del año pasado al 75% de este año. Pero se trataba de elegir entre ser el rey de Bulgaria con un consejo de ministros convertido en junta de barones, o ser capitán de un barco con casi toda la tripulación remando en la misma dirección. Es una pena que no invitaran a este congreso a los dirigentes del PP y de CC, para que vieran cómo se elige una ejecutiva con voto secreto.
Considera Aguilar que Saavedra no se ha portado bien en el último año, que se ha dedicado a alimentar el discurso del enemigo, que no ha tenido fundamento. Por eso lo apartó de la ejecutiva, a pesar de las peticiones que le hicieron algunos barones. Para consolarlo le ofreció una presidencia de honor, como Aznar a Manuel Fraga, pero Saavedra no lo aceptó. El 2 de agosto de este año los representantes del sector más tradicional del PSOE tinerfeño almorzaron con Jerónimo Saavedra en el Casino de La Laguna. Rodríguez Fraga, Aurelio Abreu (vicepresidente de Cajacanarias gracias a un pacto de Spínola con CC), José Antonio Valbuena, Florentino Guzmán (defensor del pelotazo de Las Teresitas) y Manuel Armas (representante de Juan Carlos Alemán) planificaron la crucifixión de López Aguilar. Querían a asustar a Juan Fernando y filtraron la reunión al periódico El Día. Pero no tuvieron la misma suerte en el Casino que Miguel Zerolo con la loteria y les salió muy mal la apuesta. Lo que vino después lo conocemos: Jerónimo Saavedra fue nombrado portavoz de la oposición a López Aguilar, y anunció el nacimiento de un gallo tapado, aunque nunca llegamos a ver ni el gallo ni el huevo (no me malinterpreten).