Espacio de opinión de Canarias Ahora
Sin complejos
Ángel Víctor Torres tomó posesión como presidente del Gobierno de Canarias con un discurso progresista de izquierda. Lo digo para diferenciarlo de la gente de derecha que se considera a su vez progresista, aunque el movimiento se demuestra andando.
No creo que el guiño de Torres a sus socios de izquierda sea una pose para la galería. El nuevo presidente ha demostrado en su trayectoria política que no se esconde detrás de eufemismos y circunloquios para hacer gala de su ideología.
Torres proviene de La Goleta, un barrio humilde y marginal de Arucas que vivió en carne propia las fatales consecuencias del levantamiento franquista y la guerra civil. Sus antepasados fueron unos de esos tantos represaliados y él no tuvo inconveniente en recordarlos ayer en su discurso presidencial.
A Torres se le ve cómodo con sus compañeros de viaje en el gobierno, incluido Podemos. Todo lo contrario que le ocurre al presidente del Gobierno de España. Pedro Sánchez rehuye de Podemos como de la peste. No quiere incorporar a Pablo Iglesias en su futuro gobierno porque ha cedido a sus barones más reaccionarios, aquellos a los que se enfrentó hace unos años y que lo descabalgaron de su cargo de secretario general socialista. Los poderes fácticos del siglo 21 están en las empresas del IBEX 35, igual que en el siglo 19 se encontraban en la Iglesia y el ejército y en el 20 en la banca.
La postura del PSOE nacional nada tiene que ver con la del líder socialista canario. Aquí se ha entendido bien que para gobernar hay que hacer un pacto entre todos los partidos de izquierda mientras que en Madrid se piensa que el PSOE tiene derecho a hacerlo aunque esté a 53 diputados de la mayoría absoluta.
La reivindicación de Podemos es razonable y comprensible porque quiere un gobierno de coalición con una representación proporcional a los votos obtenidos. Sin embargo, la postura de Pedro Sánchez es abstrusa ya que pretende el apoyo incondicional de los morados a pesar de que todos sabemos que en política nada es gratis.
Pedro Sánchez miente cuando asegura que el PSOE no suma con Podemos. Claro que suma. Otra cosa es que aún le hagan falta varios diputados para obtener la mayoría absoluta en el Parlamento. Pero siempre será más fácil a partir de 165 que de 123. Pronto se le ha olvidado al líder socialista aquellas denuncias que hizo cuando fue defenestrado por su propio partido el día en que sus enemigos internos se aliaron con los poderes espurios para tumbarlo e impedir un verdadero gobierno de izquierda en España.
Sánchez pretende echar la culpa a Iglesias si no consigue formar un gobierno progresista pero en este caso el único responsable es él, junto a la plana mayor del PSOE nacional que le respalda a la búlgara. El presidente en funciones debe aprender de Ángel Víctor Torres y ser más humilde. Si quiere liderar una izquierda real de carne y hueso, que emule al aruquense. Sin complejos. Pero para eso hay que tener arrestos.
Ángel Víctor Torres tomó posesión como presidente del Gobierno de Canarias con un discurso progresista de izquierda. Lo digo para diferenciarlo de la gente de derecha que se considera a su vez progresista, aunque el movimiento se demuestra andando.
No creo que el guiño de Torres a sus socios de izquierda sea una pose para la galería. El nuevo presidente ha demostrado en su trayectoria política que no se esconde detrás de eufemismos y circunloquios para hacer gala de su ideología.