Espacio de opinión de Canarias Ahora
Crisis de miedo
Puede ser cierto que en el debe del gobierno socialista esté alojado el no encontrar fórmulas más efectivas para reactivar la economía, el consumo y el empleo, pero en su haber también es justo apuntarle que no ha querido que esta crisis la pagaran los de siempre y como siempre, a base de perder conquistas sociales, derechos laborales y aún más poder adquisitivo quienes son la mayoría social en España y Canarias.
La misma derecha que dice tener la fórmula para salir de este atolladero, es la misma que con sus políticas ultraliberales ha generado a escala internacional, estatal y canaria estos lodos. Es la derecha que propone más de lo ya hubo como fórmula mágica, la vieja derechona que envidia a unos homónimos comunitarios que presumen de tener tasas de desempleo bajas pero que no se avergüenza ni inmutan ante el drama de los 80 millones de pobres que también tienen. Y es que la fórmula que Rajoy ofrece como alternativa es la que ya conocemos de siempre de los gobiernos de derechas español y canario; ponerle todo fácil a los de arriba para que ellos, supuestamente, le pongan menos difíciles las cosas a los que son más en esta sociedad.
Es una fórmula que convierte en menores las tasas de paro sí pero en escandalosas las de precariedad, que habla de incentivos y rebajas fiscales para las grandes empresas sí pero que también condena a ser mileuristas a los más; la que cree que producir es igual que especular, la que confunde desarrollo económico con movimientos incontrolados de capital, dinero negro y paraísos fiscales, la que ha exigido que se blindase a la banca pero no a las familias contra una crisis creada precisamente por ellos. ¿O es que en Estados Unidos y Europa gobernaban progresistas cuando todo esto estalló?
Claro que pueden haber otras formas de salir de esta crisis, claro que es posible tomar otras medidas económicas y políticas para tener los mismos registros que otras economías del espacio político europeo. La cuestión a definir es a costa de cuanto y sobre todo de quienes. Puede que el paquete de medidas económicas y sociales tomadas por el gobierno del Estado sólo haya servido para frenar las consecuencias sociales más urgentes del tsunami en que se ha convertido esta crisis, pero los pilares sobre los que hubiera colocado la prioridad la derecha seguro habrían generado un desmonte del Estado del Bienestar, una fuerte contestación sindical con miles de horas de huelgas y un aumento de la inseguridad ciudadana como consecuencia de la total desprotección en que hubieran quedado los sectores más vulnerables de la sociedad. ¿De verdad hubiéramos estado en una mejor situación con el PP?¿De verdad se estaría afrontando ahora una diversificación del modelo económico y productivos español y canario?¿Es que en Canarias el gobierno de las derechas (ATI-CC y PP) ha generado alguna dinámica de recuperación o algo mejor?
Puede que sea cierto que no es de recibo sembrar falsas expectativas de recuperación, pero tampoco es ético ni responsable instalar en el miedo y la desesperanza a millones de personas con tal de alimentar rancios intereses electorales. Si en esos recursos se basa la derecha política para ganar adhesiones, la derecha económica para volver en el futuro a las mismas andadas y los voceros mediáticos para llenar sus arcas de publicidad y de audiencia, el diagnóstico no es mejor que el que tenemos ahora, porque esta también es una crisis alimentada por el miedo y el miedo, mantenido mucho tiempo, genera nuevos hábitos y hasta fobias perennes que a cualquier gobierno futuro tampoco ayudarán.
Puede que a las derechas el único recurso válido que les quede sea el decir, pregonar, multiplicar, que vamos a peor, pero a los progresistas nos queda el deber ético de responder que en realidad de lo peor, que fue su herencia, sólo saldremos cambiando las reglas del juego, los esquemas caducos e interesados que llaman crear riqueza a condenar a la mayoría social a un Estado del malestar duradero donde la mejor sanidad y educación sea un privilegio sólo de quienes se la puedan pagar y tengan un empleo digno. Esa sociedad donde convivan pocos muy ricos con muchos centenares de miles de mileuristas y otros tantos pobres no es la nuestra, no es la que queremos.
La mejor fórmula para ganar a cualquier miedo es afrontarlo. La mejor respuesta contra esta crisis de miedo es enfrentarla a la contradicción de quienes la alimentan desde su crisis de ética y responsabilidad, la de quienes no quieren que salgamos de ella. Y en eso hay que militar en estos momentos.
*Alcalde de Telde y Presidente de Nueva Canarias del municipio.
Aureliano Francisco Santiago Castellanos*
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