Espacio de opinión de Canarias Ahora
Cuento contigo
Propongo que apagues el televisor, que abras un libro. Los relatos de Cortázar me siguen sorprendiendo.¿Leiste Cronopios y famas? Aquí, más cerca, hay gente que sigue escribiendo para hacernos más felices, hoy mismo Angie Jurado presenta un libro de relatos: Cambio de rumbo y otras historias pigmeas. Yo hoy sólo te propongo precisamente eso, cambiar de rumbo, pegarle una patada en el culo a la tristeza, pasar la página de tu último desengaño. También esta noche Yanet dará un concierto de boleros, un montón de canciones de amor. Ya, yo tampoco puedo ir, por eso puse un disco de canciones alegres. El periódico también tiene páginas útiles, fíjate aquí anuncian una película nueva, y allí, un poco escondida, está la noticia de una obra de teatro.
Me preguntas qué me pasa, a qué viene todo esto. Dices que parezco el responsable de la agenda cultural. Verás, acabo de leer que la primera causa de muerte no natural es el suicidio. Las cifras de la gente que se mata supera ya la de accidentes de tráfico. Se me ocurrió que hoy no tenía ganas de contar que llevamos mucho tiempo equivocados, que no tiene sentido tanta prisa por llegar antes donde nunca pasa nada, estar siempre buscando tener más, consumir más, subir a lo más alto, que nos reconozcan?, esa búsqueda del éxito no es otra cosa que una demanda de amor. Se me ocurrió que para qué volver a describir este sistema que hemos hecho entre todos. Para qué amargarnos con los datos. Para qué ahogarnos de impotencia.
Sé que no te hace falta nada de eso. Sólo querías cariño. Aquí te regalo estos renglones con mucho amor (ya sé, ya sé, que habrá quien diga que estoy tecleando un texto cargado de cursilería, pero mi importa un pito). Te ofrezco mi sonrisa, pero también te pido que me prometas que te esforzarás en mirar al horizonte, salir a la calle antes de que se ponga el sol, no ahorrar una sonrisa, reírte de tu tropezón y del mío. Prométeme que intentarás ser feliz. Dime que estás dispuesta (o dispuesto) a tener ganas de tener ganas. Cuéntame que sacarás para afuera todo lo que te atormenta y después dejarás entrar el aire fresco. Supongo que te habrás dado cuenta que no me da igual que me digas que no tienes ganas de seguir por este mundo, cuando te oigo eso y te cuento un chiste intento disimular la sensación de fracaso colectivo que uno siente al escuchar eso. Prométeme que amarás la vida, y seguirás caminando, no se trata de que cuentes conmigo, lo que quiero decirte es que todo esto lo hago por egoísmo, porque soy yo el que quiere contar contigo.
Otros artículos en el blog Somos nadie
Juan GarcÃa Luján
Propongo que apagues el televisor, que abras un libro. Los relatos de Cortázar me siguen sorprendiendo.¿Leiste Cronopios y famas? Aquí, más cerca, hay gente que sigue escribiendo para hacernos más felices, hoy mismo Angie Jurado presenta un libro de relatos: Cambio de rumbo y otras historias pigmeas. Yo hoy sólo te propongo precisamente eso, cambiar de rumbo, pegarle una patada en el culo a la tristeza, pasar la página de tu último desengaño. También esta noche Yanet dará un concierto de boleros, un montón de canciones de amor. Ya, yo tampoco puedo ir, por eso puse un disco de canciones alegres. El periódico también tiene páginas útiles, fíjate aquí anuncian una película nueva, y allí, un poco escondida, está la noticia de una obra de teatro.
Me preguntas qué me pasa, a qué viene todo esto. Dices que parezco el responsable de la agenda cultural. Verás, acabo de leer que la primera causa de muerte no natural es el suicidio. Las cifras de la gente que se mata supera ya la de accidentes de tráfico. Se me ocurrió que hoy no tenía ganas de contar que llevamos mucho tiempo equivocados, que no tiene sentido tanta prisa por llegar antes donde nunca pasa nada, estar siempre buscando tener más, consumir más, subir a lo más alto, que nos reconozcan?, esa búsqueda del éxito no es otra cosa que una demanda de amor. Se me ocurrió que para qué volver a describir este sistema que hemos hecho entre todos. Para qué amargarnos con los datos. Para qué ahogarnos de impotencia.