Desescalada, coordinación, garantías y transparencia

El 14 de marzo, el Gobierno de España declaraba el Estado de Alarma en nuestro país. A partir de ahí, han pasado siete domingos, siete reuniones con presidentes autonómicos para enhebrar y coordinar todas y cada una de las medidas y respuestas sanitarias, económicas, políticas y sociales en nuestro país. Un estado autonómico a prueba, que debe funcionar con más robustez que nunca. Fundamental para el despliegue de cada decisión compartida en los territorios.

Hoy, gracias al esfuerzo colectivo y a la responsabilidad individual tan citada en estos tiempos, comenzamos a ver que doblegamos la curva y entramos en otro escenario. Estas pautas de trabajo en coordinación siguen siendo más necesarias que nunca, respetando, como ha dejado claro Pedro Sánchez en diferentes ruedas de prensa y sesiones parlamentarias, una desescalada asimétrica, con singularidades y por supuesto, coordinada.

A partir de ahí, todas las comunidades autónomas han presentado ante el Ministerio de Sanidad sus propuestas adecuadas a sus circunstancias y singularidades, siempre con aval científico y garantías sanitarias. También Canarias.

El presidente Ángel Víctor Torres, ha tenido semanalmente desde ese 14 de marzo, y de forma continuada, reuniones y contacto directo con todos los partidos políticos, agentes sociales y económicos, con la Federación Canaria de Municipios, con la Federación de Cabildos Insulares, espacios donde cada una de las partes ha podido escuchar los planes del Gobierno de España y también del Gobierno de Canarias.

Espacios donde todas y todos han hecho sus reclamaciones, aportaciones y pareceres. A esto se suma una cantidad innumerable de reuniones del Comité de Expertos del Gobierno de Canarias. Cada uno en su espacio de trabajo, aportando y trabajando en la salida y respuesta a la crisis sanitaria.

El pasado viernes culminó con la propuesta de desescalada del Gobierno de Canarias, presentada a los mismos agentes políticos antes citados, empezando por el propio Consejo de Gobierno de Canarias y terminando con su presentación a la ciudadanía en rueda de prensa. Obligada transparencia para abordar el futuro próximo que viviremos en las islas.

Es inconcebible que el Gobierno de España se desentienda ahora de la desescalada por territorios en esta nueva etapa, como es inconcebible que no se atienda a las singularidades de cada territorio, y, afortunadamente, no será así. El Gobierno ya ha dejado patente que la desescalada se hará de forma asimétrica, y teniendo en cuenta las singularidades de cada territorio, como el nuestro y el del resto de comunidades.

Canarias ha presentado un plan de desescalada concreto, muy elaborado, con garantías científicas y sanitarias, y ahí también ha dejado de manifiesto que estamos preparados para cumplir con las recomendaciones sanitarias incluidas en la estrategia de transición que se ha trasladado desde Alertas y Emergencias Sanitarias al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas, evitando posibles riesgo o estrés sanitario en el futuro, garantizando la asistencia sanitaria de calidad a todos los pacientes, pase lo que pase.

Por lo tanto, cada paso dado está no sólo respaldado, sino que tiene un aval de gestión para el futuro, anticipación a los tiempos y que requiere, por lo tanto, la misma precisión en la gestión de la desescalada que hubo el pasado 14 de marzo, coordinación, garantías y transparencia.

El 14 de marzo, el Gobierno de España declaraba el Estado de Alarma en nuestro país. A partir de ahí, han pasado siete domingos, siete reuniones con presidentes autonómicos para enhebrar y coordinar todas y cada una de las medidas y respuestas sanitarias, económicas, políticas y sociales en nuestro país. Un estado autonómico a prueba, que debe funcionar con más robustez que nunca. Fundamental para el despliegue de cada decisión compartida en los territorios.

Hoy, gracias al esfuerzo colectivo y a la responsabilidad individual tan citada en estos tiempos, comenzamos a ver que doblegamos la curva y entramos en otro escenario. Estas pautas de trabajo en coordinación siguen siendo más necesarias que nunca, respetando, como ha dejado claro Pedro Sánchez en diferentes ruedas de prensa y sesiones parlamentarias, una desescalada asimétrica, con singularidades y por supuesto, coordinada.