Espacio de opinión de Canarias Ahora
El difícil pero necesario relevo de Solbes
Sin embargo hoy la opinión de que al menos el área económica del Gobierno está quemada a menos de un año de su constitución está sostenida por ambas opiniones, la pública y la publicada. Hay coincidencia en los medios de difusión, sea cual fuere su posición ideológica, pero también en la sociedad civil, en el empresariado, los gurús de los servicios de estudios económicos, los sindicatos, etc.
Al parecer, incluso el secretario general de UGT, Cándido Méndez que ha sido un entusiasta de Pedro Solbes está ahora más reticente. Por supuesto por no hablar de las oposiciones que hoy abarcan todo el arco parlamentario menos los escaños ocupados por el segmento gubernamental.
La verdad es que Pedro Solbes que fue el gran activo de Zapatero en las últimas elecciones ? quizás las ganó gracias a él - no ofrece hoy la confianza ciudadana que es un imperativo categórico, un artículo de primera necesidad.
Respeto mucho a este hombre, un funcionario de toda la vida que, como el mismo recordó ayer, lleva más de cuarenta años desempeñando responsabilidades públicas pero hay que reconocer que no es el hombre de la situación. En estos momentos en los que la caída de Solbes se da por descontada según la expresión bursátil, me permito recordar en su honor que el vicepresidente económico ha parado nefastas ocurrencias sostenidas por el ala liberal del Gobierno aunque no pudo frenar otras como las absurdas medidas del reparto de los 400 euros por contribuyente o el “cheque bebé”. Con ellas se dilapidó un dinero precioso que ahora hubiera servido para que el déficit público no alcance las dimensiones que está experimentando o para ampliar las ayudas a los desempleados. Hoy el ala liberal del Gobierno y sus aledaños, a los que la revista “El Siglo” designó como “neoprog”, han caído: caso David Taguas; o han perdido influencia: Miguel Sebastián. No son pues alternativa pero tampoco lo es el propio Solbes.
El caso es que el Gobierno vive hoy sus momentos más bajos por la percepción que la gente tiene de que este hombre está cansado y desbordado por los acontecimientos, que la coordinación que ejerce sobre el equipo económico es insuficiente y en definitiva que, como decía antes, no ofrece la confianza de que la política económica esté en buenas manos.
No contribuyen a ello las manifestaciones que hace con frecuencia el propio vicepresidente con un humor discutible como la que expresaba su envidia por el cese del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. Por cierto, ayer el vicepresidente económico hizo una manifestación más positiva en el Congreso de los Diputados al hilo de la siguiente pregunta de Vicente Martínez Pujalte: “¿Es razonable que mientras más de 5.500 españoles pierden su empleo cada día, usted ironice con el deseo de perder el suyo?”. Solbes se explicó está vez sin recurrir a la socarronería mediterránea: “Me siento cómodo, satisfecho de ser ministro de Economía y no tengo ningún deseo de perder mi empleo”.
La necesidad del relevo del equipo económico es evidente pero también lo es la dificultad en la que se encuentra Zapatero para relevarlo.Destituir a Solbes como le pide todos los días Mariano Rajoy sería como reconocer el fracaso de su política económica en el momento en que la crisis se manifiesta de la forma más inquietante. Es una consideración que tiene consistencia pero estoy convencido de que en Zapatero prima más su sentido de la responsabilidad que pruritos partidistas.
Opino con todas las cautelas propias del caso que el presidente hará su crisis pero no inmediatamente aunque los acontecimientos pudieran precipitarse. Antes, Solbes debe dejar cerrado el espinoso asunto de la financiación autonómica y, por supuesto, Zapatero debe encontrar una alternativa que genere confianza.
Ya he expresado en otras ocasiones en “El Plural” que Joaquín Almunia sería la persona adecuada pero la cuestión es si Almunia, que desempeña brillantemente un puesto tan importante en la Unión Europea, estaría dispuesto a asumir una tarea tan difícil y abrasadora como la de asumir en estos momentos la dirección de la política económica de su país. En todo caso siempre queda la posibilidad de David Vegara, que se le ve crecer por momentos.
* Periodista, escritor, director de El Siglo, analista político y articulista de elplural.com* Periodista, escritor, director de El Siglo, analista político y articulista deelplural.com
José GarcÃa Abad*
Sin embargo hoy la opinión de que al menos el área económica del Gobierno está quemada a menos de un año de su constitución está sostenida por ambas opiniones, la pública y la publicada. Hay coincidencia en los medios de difusión, sea cual fuere su posición ideológica, pero también en la sociedad civil, en el empresariado, los gurús de los servicios de estudios económicos, los sindicatos, etc.
Al parecer, incluso el secretario general de UGT, Cándido Méndez que ha sido un entusiasta de Pedro Solbes está ahora más reticente. Por supuesto por no hablar de las oposiciones que hoy abarcan todo el arco parlamentario menos los escaños ocupados por el segmento gubernamental.