Espacio de opinión de Canarias Ahora
Don Patxi vende humo a los empresarios
Y Patxi López está en eso. Sabe que en momentos de crisis económica se requiere un mensaje de esperanza y solidez y trabaja en ello, aunque ni sus argumentos, ni su trayectoria avalen nada de lo que dice.
El viernes tuvo su primer éxito. Logró reunir a empresarios representativos del mundo económico vasco para decirles que un cambio en éste país es algo natural y se producirá con tranquilidad y que él garantiza el futuro. La víspera había vuelto a aplaudir a una ministra que llegó de Madrid diciendo que los vascos debemos de conformarnos con que ellos incumplan el estatuto de autonomía y que la competencia de Investigación no será transferida. Predicó una ilegalidad, acusó a los demás de actuar en la ilegalidad, y encima le aplauden. Todo un truco de magia barata rodeado de palabras de cinco duros pero más vacío que el cubo de Oteiza.
López nos acusó y le acusó al Lehendakari de obsesionarse con problemas identitarios. No me digan que esto no es de nota. Obsesionado él y su partido por la identidad española, quiere ser el presidente de la identidad vasca, pero eso si, arrodillada y supeditada a la española. Y le aplauden, y, encima algunos creen que eso es el cambio. Puro marketing.
David Guadilla, periodista de El Correo, hacía un reportaje con ésta reunión de la siguiente manera:
“El secretario general del PSE-EE, Patxi López, presentó ante la clase empresarial vasca sus credenciales para aspirar a ocupar el cargo de lehendakari En un acto excepcional y con una fuerte carga simbólica, los dirigentes de las principales compañías radicadas en Euskadi acudieron a escuchar las propuestas económicas del candidato socialista. Pero fue más que una mera conferencia. El partido de López buscaba una fotografía. Una puesta en escena: la élite industrial acudiendo a una jornada del PSE a seis meses de las elecciones autonómicas.
“El partido socialista realizó una apuesta muy fuerte. Desde hace un par de años, su cúpula había intentado tender puentes con un sector que le era ajeno y donde sus planteamientos apenas tenían acogida. Los dirigentes socialistas eran conscientes de que si querían trasladar la imagen de alternativa creíble al PNV, debían convencer al tejido empresarial -tradicionalmente más vinculado al nacionalismo- de que una hipotética llegada del PSE al Gobierno vasco supondría un ”cambio tranquilo“. O sea, eliminar recelos.
“Los contactos se sucedieron. Primero fueron reuniones privadas. Luego, encuentros públicos pero manejados de manera más bien discreta y enmarcados dentro de la llamada ”normalidad institucional“. Sin embargo, faltaba dar el salto; lograr que la cúpula industrial aceptase participar en un acto del partido. Lo que en otras partes bien pudiera parecer protocolario, en Euzkadi alcanzaba otra dimensión. Para la dirección del PSE, conseguirlo certificaría que los empresarios no temen» ni que el PNV pierda el poder ”ni demostrarlo“. Todo un símbolo.
Ante ello, recupero parte de lo escrito por Koldo San Sebastian en su blog, que es muy bueno, y que dice así:
“Está demostrado en que aquellos rincones del mundo en los que el I+D+I es parte esencial de su planificación económica soportan mejor los períodos de crisis. Según la ley orgánica antes citada, la investigación científico-técnica es competencia exclusiva de la CAPV en coordinación con el Estado (art.10). El bloqueo de esta competencia (durante ¡treinta años!) nos aleja del objetivo de una inversión de 4 % del PIB en i+d+i esencial para la supervivencia de nuestra economía, Y aún así. Los excelentes índices de innovación de pequeños países como Irlanda o Luxemburgo no les libran de la recesión.
“Euzkadi ha sido tierra de banqueros. Solo en 1922 y sin contar otros bancos que había nacido y desaparecido, funcionaban entre nosotros los siguientes vascos: Vitoria, Guipuzcoano, San Sebastián, Tolosa y Urquijo de Guipúzcoa, La Agrícola, Crédito Navarro, La Vasconia, Agrícola Comercial, Bilbao, Comercio, Crédito de la Unión Minera, Urquijo Vascongado, Vasco y Vizcaya.
“Considerando el PP de Aznar y Mayor que una de las fórmulas de restar fuerza al nacionalismo era empobreciendo al país, se diseñó la operación Argentaria cuyo objetivo es el de la deslocalización del BBVA (o, mejor dicho, su localización definitiva en Madrid). Todos esos bancos -y otros- el desarrollo económico del país. No hay desarrollo posible sin la posibilidad de acceder a recursos financieros. Desde el punto de vista empresarial, ¿cree alguien que MCC sería hoy lo mismo sin Caja Laboral?
“Euzkadi necesita un potente instrumento financiero que sirva para todos y a todos. Por ello, es tan importante contar con una Kutxa unida. Hasta ahora, lo tienen claro empresarios y sindicatos. No tanto los políticos. O, mejor dicho, algunos políticos.
“Castigar colectivamente a los vascos forma parte de la tradición histórica española. Castigos colectivos fueron las leyes de abolición foral, la declaración de Bizkaia y Gipuzkoa ”provincias traidoras“ (con la supresión del Concierto), el bloqueo estatutario,... Y no se castiga a los carlistas o a los traidores de las provincias, sino a todos los vascos (traidores o no). Y así, ahora, como no gustan determinadas iniciativas del Lehendakari, se ha decidido castigar (o amenazar con castigos) no solo a los nacionalistas, sino a todos los vascos: vamos a dejaros sin fuente de neutrones, sin fusión de cajas, sin transferencias,.... Estamos en crisis y, en lugar de separar cuestiones, el PSOE decide castigar a todos: a los nacionalistas y a quienes no lo son. La verdad es que no se cómo va explicar Patxi López a sus votantes que, para frenar a los nacionalistas, van a poner en peligro el futuro de sus hijos. Por el contrario, la verdad es que, el nacionalismo vasco actúa en clave de país y no de partido cuando se trata de la economía (primus vivere deinda filosofare). En la edición de abril de la edición española de ”Foreing Policy“ (publicación nada sospechosa, por cierto), se publicaba un artículo de Gustavo de las Casas titulado ”¿Es bueno el nacionalismo?“. Las conclusiones resultaban sorprendentes: los nacionalistas gestionan mejor la economía. En el caso vasco, además, supieron sentar las bases para la recuperación de sectores productivos (o creando otros nuevos: como la industria aeronáutica) después de cincuenta años de proteccionismo y una gestión partidista de la reconversión industrial”.
Estamos pues ante una guerra de sombras. López vende humo, palabras, poses, descalificaciones y un cambio, lógicamente a peor. Y hay gente que harta del esencialismo de algunos, compran ésta mercancía averiada. La clave es saber que unos venden humo y otros jamón de Jabugo aunque envuelto en papel de estraza.
Y, en esta sociedad superficial y sin valores, a la gente le gusta, durante cinco minutos, más el humo en celofán, que el Jabugo mal envuelto.
Iñaki Anasagasti
Y Patxi López está en eso. Sabe que en momentos de crisis económica se requiere un mensaje de esperanza y solidez y trabaja en ello, aunque ni sus argumentos, ni su trayectoria avalen nada de lo que dice.
El viernes tuvo su primer éxito. Logró reunir a empresarios representativos del mundo económico vasco para decirles que un cambio en éste país es algo natural y se producirá con tranquilidad y que él garantiza el futuro. La víspera había vuelto a aplaudir a una ministra que llegó de Madrid diciendo que los vascos debemos de conformarnos con que ellos incumplan el estatuto de autonomía y que la competencia de Investigación no será transferida. Predicó una ilegalidad, acusó a los demás de actuar en la ilegalidad, y encima le aplauden. Todo un truco de magia barata rodeado de palabras de cinco duros pero más vacío que el cubo de Oteiza.